Respaldo financiero del FMI para hacer frente al coronavirus

Una crisis económica mundial, como el coronavirus, puede generar un impacto económico desfavorable: brindar asistencia a los países mediante créditos y asesoramiento en materia de políticas forma parte del mandato del FMI.

La institución está colaborando estrechamente con sus socios para el desarrollo —el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Asiático de Desarrollo— y otros funcionarios sanitarios para brindar asesoramiento, asistencia técnica y respaldo financiero oportunos.

El FMI dispone de los siguientes instrumentos y servicios financieros para ayudar a los países a responder al impacto económico del coronavirus.

Financiamiento de emergencia. El Servicio de Crédito Rápido (SCR) y el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) brindan asistencia financiera de emergencia a los países miembros sin necesidad de contar previamente con un programa de crédito propiamente dicho. Estos préstamos pueden desembolsarse muy rápidamente para ayudar a los países a implementar políticas frente a emergencias como el coronavirus. En 2016, el FMI brindó un préstamo de emergencia a Ecuador en el marco del IFR tras uno de los terremotos más fuertes en décadas.

Ampliación de programas de crédito vigentes. El FMI puede incorporar las modificaciones necesarias a los programas vigentes para brindar respaldo a los países que experimentan nuevas necesidades urgentes a raíz del coronavirus. El FMI fue la primera institución financiera internacional que otorgó rápidamente financiamiento adicional a Guinea, Liberia y Sierra Leona en 2014 para luchar contra el estallido del ébola. La respuesta del FMI ayudó a estos países a hacer lugar en sus presupuestos para un gasto en salud crítico y sirvió de catalizador para los donantes, cuya asistencia se encauzó mayoritariamente hasta el gasto sanitario.

Donaciones para el alivio de la deuda. El Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes le permite al FMI hacer donaciones para el alivio de la deuda a los países más pobres y vulnerables con obligaciones pendientes ante el FMI, ayudándolos a hacer frente a catástrofes, por ejemplo vinculadas a la salud pública. Este servicio sirvió para dar respaldo a Guinea, Liberia y Sierra Leona durante el estallido del ébola en 2014.

Nuevo mecanismo de financiamiento. El FMI también puede brindar apoyo mediante un nuevo mecanismo de financiamiento que forma parte de sus servicios financieros tradicionales, como el acuerdo de derecho de giro, aunque algunas de las herramientas ya mencionadas serían en general preferibles, entre otras cosas porque pueden desembolsarse rápidamente para atender una necesidad financiera urgente.

El FMI continuará respaldando a los países vulnerables mediante el fortalecimiento de las capacidades. Dada la necesidad de reencauzar los recursos públicos con celeridad, el FMI continuará dialogando de cerca con los países miembros afectados y los socios para el desarrollo, reorganizando según sea necesario las prioridades de las actividades en este terreno.

Súmate al club #QuédateEnCasa.Suscríbete a Revista Mercado Digital y/o MediHealth Digital por un año y recibe gratis la edición de Marzo para que la disfrutes mientras te encuentras en casa.

Suscríbete a Revista Mercado

FMI podría desembolsar $50.000 millones de emergencia por el COVID-19

El Fondo Monetario Internacional cerrará filas para proteger la vida de las personas y salvaguardar la economía mundial.

‘»Cuán profunda será la contracción y cuán rápida la recuperación dependerá de la velocidad de contención de la pandemia y de la solidez y coordinación de nuestras medidas de política monetaria y fiscal» según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva tras una teleconferencia durante la Cumbre extraordinaria de líderes del G-20.

El FMI proyecta una contracción del producto mundial en 2020, y una recuperación en 2021.

Líderes del G-20, ya han tomado medidas extraordinarias para salvar vidas y salvaguardar sus economías. Particularmente crítico es el apoyo fiscal dirigido específicamente a los hogares vulnerables y a las grandes y pequeñas empresas, para que puedan mantenerse a flote y volver rápidamente a poner en marcha sus operaciones.  De lo contrario, tomará años superar los efectos de las quiebras y despidos generalizados.

Este respaldo acelerará la recuperación posterior, mejorará la situación para hacer frente a desafíos tales como el sobreendeudamiento y los desajustes de los flujos comerciales.

Es fundamental reconocer la importancia de brindar apoyo a las economías de mercados emergentes y en desarrollo para que puedan superar el impacto de la crisis y recuperar el crecimiento.  Estos países se ven particularmente afectados por una combinación de crisis de salud, interrupción repentina de la economía mundial, fuga de capitales hacia activos seguros y – para algunos – caída brusca de los precios de las materias primas. Estos son el principal foco de atención del Fondo Monetario que  dispone de una sólida capacidad financiera, de USD 1 billón, que utilizarán en su defensa, en estrecha colaboración con el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales (IFI).

El desafío, sin embargo, es enorme:

  • Un número excepcionalmente grande de países requieren en forma simultánea financiamiento de emergencia del FMI.
  • Los mercados emergentes se ven drásticamente afectados por el elevado nivel sin precedentes de salidas de capitales y la grave escasez de liquidez en moneda extranjera.
  • Muchos países de bajo ingreso entran en esta crisis con una pesada carga de deuda.

Se debe actuar a la par de la magnitud del desafío. Para  el FMI, esto significa trabajar para que la respuesta a la crisis sea aún más contundente. Para ello se debe:

  • Duplicar la capacidad de financiamiento de emergencia.
  • Reforzar la liquidez mundial a través de una asignación especial de DEG (derechos especiales de giro), como se hizo eficazmente durante la crisis mundial de 2009, y ampliando el uso de servicios tipo swap en el FMI.
  • Respaldar las medidas adoptadas por los acreedores bilaterales oficiales para aliviar la carga de la deuda de los países miembros más pobres durante períodos de desaceleración mundial.

La dirección del FMI , tras esta crisis sanitaria global , insiste en que se superará y en que  sentarán las bases para una recuperación más rápida y más vigorosa.

Medidas de política para mantener la salud de la economía mundial

La cuarentena y el distanciamiento social son la receta adecuada para luchar contra el impacto del COVID-19 sobre la salud pública, pero para proteger la economía mundial se necesita exactamente lo contrario.

El contacto constante y la coordinación estrecha son la mejor medicina para que el sufrimiento económico provocado por el virus tenga una duración relativamente corta.

Muchos gobiernos han dado ya pasos significativos, con el anuncio a diario de importantes medidas, entre ellas los valientes movimientos coordinados de ayer en materia de política monetaria.

Aunque es evidente que aún deben realizarse más esfuerzos. A medida que el virus se propague, será fundamental que haya más actuaciones coordinadas para apuntalar la confianza estabilizar la economía mundial.

Hoy el FMI ha publicado un conjunto de recomendaciones de política para orientar a los países en los difíciles días que están por venir.

¿Qué más debe hacerse?

Tres prioridades para la economía mundial

Primero, el ámbito fiscal. Será necesario un estímulo fiscal adicional para evitar un daño económico duradero.

Las medidas fiscales que ya se han anunciado se están desplegando en una serie de políticas que priorizan de forma inmediata el gasto en atención sanitaria y a aquellos que lo necesitan. Sabemos que las medidas de contención integrales, combinadas con un monitoreo temprano, reducirán la tasa de infección y la propagación del virus.

Los gobiernos deben continuar y ampliar estos esfuerzos para llegar a las personas y empresas más afectadas, con políticas que incluyan el aumento de las licencias por enfermedad remuneradas y medidas de alivio tributario focalizadas.

Más allá de estas acciones positivas en países individuales, con la propagación del virus se hace cada vez más necesario un estímulo fiscal coordinado y sincronizado a escala mundial .

Por ejemplo, durante la crisis financiera mundial, el estímulo fiscal del G-20 ascendió a alrededor del 2% del PIB, o más de USD 900.000 millones en dinero de hoy, solo en 2009. Así pues, todavía queda mucho por hacer.

Segundo, la política monetaria. En las economías avanzadas, los bancos centrales deben seguir respaldando la demanda e impulsando la confianza mediante la flexibilización de las condiciones financieras y asegurando el flujo de crédito hacia la economía real. Por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos acaba de anunciar nuevos recortes de las tasas de interés, compras de activos, mensajes sobre la orientación futura de la política monetaria y una disminución de los encajes legales.

Están sobre la mesa las medidas de política que sabemos que han funcionado en ocasiones anteriores, inclusive durante la crisis financiera mundial. Ayer, los principales bancos centrales adoptaron una decisiva acción coordinada de distensión monetaria y la apertura de líneas de crédito recíproco para atenuar la tensión en los mercados financieros mundiales .

En el futuro, podría ser necesario abrir líneas de crédito recíproco con economías de mercados emergentes .

Por lo tanto, las medidas de política de los bancos centrales de las economías de mercados emergentes y en desarrollo deberán afrontar el reto especialmente difícil de abordar la reversión de los flujos de capitales y los shocks de materias primas. En tiempos de crisis como la actual, las intervenciones en los mercados de divisas y las medidas de gestión de los flujos de capital pueden ser útiles como complemento de las medidas en materia de tasas de interés y otras medidas de política monetaria.

Tercero, la respuesta regulatoria. Los supervisores del sistema financiero deben tener como objetivo mantener el equilibrio entre preservar la estabilidad financiera, mantener la solidez del sistema bancario y sostener la actividad económica.

Esta crisis representará una prueba de tensión que mostrará si los cambios realizados a raíz de la crisis financiera cumplirán sus objetivos.

Se debe incentivar a los bancos a aplicar de manera flexible las regulaciones vigentes, por ejemplo, utilizando sus reservas de liquidez y capital, y a renegociar los vencimientos de los préstamos para los prestatarios bajo mayor presión. También será fundamental informar sobre los riesgos y comunicar de manera clara las expectativas de los órganos de supervisión para que los mercados funcionen adecuadamente en el período que tenemos por delante.

Todo este trabajo — desde el monetario y el fiscal hasta el regulatorioes más eficaz si se realiza de manera cooperativa.

Ciertamente, el trabajo del personal técnico del FMI muestra que, por ejemplo, las modificaciones del gasto tienen un efecto multiplicador si los países actúan conjuntamente.

¿Qué puede hacer el FMI?

El FMI está dispuesto a movilizar su capacidad de préstamos de USD 1 billón para ayudar a sus países miembros. Como primera línea de defensa, el FMI puede desplegar su conjunto de herramientas flexibles y de desembolso rápido para casos de emergencia, para ayudar a los países con necesidades urgentes de balanza de pagos.

Estos instrumentos podrían proporcionar alrededor de USD 50.000 millones a las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Hasta USD 10.000 millones podrían ponerse a disposición de los países miembros de bajo ingreso a través de nuestros servicios de financiamiento concesionario, que aplican una tasa de interés cero.

El FMI ya tiene 40 acuerdos en curso —tanto desembolsados como de carácter precautorio— con compromisos combinados que ascienden a alrededor de USD 200.000 millones. En muchos casos, estos acuerdos pueden constituir otro mecanismo para el rápido desembolso de financiamiento para crisis. Aproximadamente 20 países más han mostrado también su interés y en los próximos días realizaremos un seguimiento con ellos.

Además, el Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC) del FMI puede ayudar a los países más pobres con un alivio inmediato de la deuda, lo que liberará recursos vitales para el gasto en atención sanitaria, contención y mitigación. En este sentido, elogio la reciente aportación del Reino Unido de USD 195 millones, lo que significa que el FFACC cuenta ahora con aproximadamente USD 400 millones disponibles para posibles alivios de la deuda. Nuestro objetivo, con la ayuda de nuestros donantes, es aumentarlo hasta USD 1.000 millones.

De esta forma, el FMI puede atender a sus 189 países miembros y demostrar el valor de la cooperación internacional. Porque, al final, las respuestas a esta crisis no vendrán de un método, una región o un país de forma aislada.

Solo mediante el intercambio, la coordinación y la cooperación podremos estabilizar la economía mundial y restablecer plenamente su salud.

¿Necesitas Ayuda?

Llamanos a + 57 (4) 4480095

Grupo Mercadeo en USA

DICO CUSTOM LLC es miembro de DICO EXHIBICION Y DISENO COMERCIAL S.A.S. - GRUPO MERCADEO, empresa de arquitectura comercial, fabricante de mobiliario comercial.

Comencemos a trabajar, dinos tu proximo proyecto para cotizar y acompañar