Gilles Lasbordes (Première Vision): “Las marcas deben entender no sólo qué quiere el cliente, sino cómo quiere que se produzca”

Gilles Lasbordes lleva varios días preocupado. El director general de la feria parisina Première Vision ha visto cómo la alerta por el coronavirus ha atravesado medio planeta para llegar al recinto ferial Paris Nord Villepinte. De los 1.775 expositores de la feria, un tercio de ellos proceden de fuera de Europa, especialmente de China, Japón y Corea del Sur. La cancelación de la participación de estos expositores ha supuesto un golpe duro para el evento, que repercutirá en el número de visitantes. Con todo, Lasbordes no duda en continuar manteniendo el optimismo y debate sobre el futuro del sector, argumentando que pasa por la sostenibilidad. Según el directivo, las empresas del sector no sólo tienen que entender qué quiere el consumidor que se le ofrezca, sino también cómo quiere que se produzca y diseñe.

Pregunta: ¿Cuál es su pronóstico para esta edición de Première Vision?

Respuesta: Desafortunadamente, el evento se ve afectado por la crisis del coronavirus, porque Première Vision Paris es muy internacional y una tercera parte de los expositores provienen de Asia, en concreto de China, Japón y Corea del Sur. Entonces, seguro que veremos una disminución del número de visitantes procedentes de China, ya que no pueden volar a París debido a las restricciones. Además, otras compañías procedentes de otros países europeos han evitado viajar durante estos días. Veremos el resultado de esta crisis al final de la feria.

P.: ¿Cómo pueden las ferias enfrentar la transformación actual del sector?

R.: Hay varios ejes a los que hacer frente. Desde mi punto de vista, una de las claves de futuro es la responsabilidad ecológica. La idea del Smart Creation Area es la puesta en marcha de un espacio para empresas innovadoras y poner en escena lo que está haciendo toda la industria. El futuro también pasa por educar o dar información a los consumidores para que lo entiendan. Es importante porque es la realidad del mercado.

P.: ¿Cuál es el sentido de las ferias si los tiempos de la moda han cambiado?

R.: La industria de la moda se enfrenta a muchos cambios, pero las ferias continúan teniendo importancia, tanto para los expositores como para los compradores.

 

P.: ¿Las ferias tienen sentido en la era del fast fashion?

R.: No creo que ya no haya más temporadas, es la forma en que se introduce la colección lo que ha cambiado. De hecho, lo que está sucediendo ahora es que el proceso se ha extendido. En lugar de introducir novedades dos veces al año, llegan a las tiendas productos casi todas las semanas. Pero eso no significa que las temporadas hayan desaparecido.

P.: Con la digitalización de la industria, ¿perderán importancia las ferias?

R.: Sí y no. Todavía se necesita tener un contacto directo con la gente, porque aún se necesita sentir y tocar el producto. Esto es importante, poque el hecho de que haya múltiples colecciones ha hecho que las marcas de moda necesitan aprovisionarse durante todo el año, y para eso las plataformas de ecommerce son más interesantes.

P.: En el futuro, ¿habrá menos ferias más grandes o más y más pequeñas?

R.: No lo sé. Lo que veo ahora es que en los últimos diez años ha aumentado el número de ferias, y algunas de ellas han crecido en tamaño. Creo que han ido creciendo en otros mercados, y ofrecen un buen servicio a la industria, por lo que puede como comprador es más fácil elegir a dónde vas. Pueden optar por ir a las ferias de su país y apostar por lo local, o acudir a una feria internacional, donde se benefician de la oferta, los servicios y las tendencias de las grandes empresas.

 

P.: ¿Hay espacio para tantas ferias?

R.: No lo sé. Pero si una feria no funciona, muere.

P.: ¿Se abrirán al consumidor final?

R.: Nosotros no. Todavía estamos apuntando al mercado b2b. Nuestra estrategia es permanecer enfocados en este segmento.

P.: ¿Son rentables las ferias para los expositores?

R.: Sí Las ferias comerciales son una de las formas más baratas de hacer márketing.

P.: ¿Cómo afecta la desaceleración en el sector a los expositores de Première Vision?

R.: Sin duda, la crisis del sector ha afectado a nuestros expositores, ya que ellos también han tenido que disminuir su producción.

P.: ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las ferias?

R.: La industria de la moda, y las ferias, se enfrenta a una gran transformación y múltiples dificultades como la pérdida de atractivo de los productos, el interés de las nuevas generaciones, la sostenibilidad … Hay mucho por hacer, pero soy optimista.

P.: ¿Cómo han afectado los nuevos hábitos de consumo a las ferias?

R.: Depende. Las marcas de moda tienen que pensar en cómo pueden ser atractivas para las generaciones jóvenes para que puedan involucrarse con ellas. Las compañías deben adoptar los mismos valores que los consumidores, e ir de su mano. Las empresas tienen que comprender lo que quieren las nuevas generaciones, no sólo en qué quiere el consumidor que se le ofrezca, sino también cómo quiere que se produzca y diseñe. Si no, morirán. 

Première Vision mantiene el tipo en una edición marcada por la crisis del coronavirus

Première Vision mantiene el tipo en su última edición. Coronavirus ha sido la palabra más repetida en los cinco pabellones de la feria francesa de aprovisionamiento. Sin embargo, la opinión general de los participantes es que la jornada ha conseguido sobreponerse y ha salvado la edición.

Durante los días previos al evento, tanto la organización como los expositores y los compradores se mantuvieron alerta no sólo ante la decisión de los operadores y clientes de china de no acudir al certamen, sino también de varios participantes procedentes de países europeos, que se echaron atrás en el último momento ante la crisis del coronavirus.

Con todo, el clima general del evento, que ha tenido lugar entre el 11 y el 13 de febrero, fue positivo. El miércoles, primer día de la feria, se saldó con largas filas a primera hora para acceder al recinto ferial Paris-Nord Villepinte y un tráfico elevando en los pasillos de los cinco pabellones de la feria, donde expusieron un total de 1.775 compañías de más de cuarenta países.

El miércoles y el jueves la jornada dejó situaciones similares. La organización prevé igualar la cifra de visitantes de la edición de febrero del año pasado, cuando acudieron alrededor de 53.000 personas.

“Ha ido mejor de lo que esperábamos pese a lo de China”, señala la compañía española Bombardo, especializada en tejidos. “Sobre todo porque al final sí que han acudido compradores, que era nuestro mayor temor”, explicaban desde Obradors.

“Esperábamos un desastre total, pero nos ha ido mejor que otras ediciones”, señalaban desde Textil Settam. “Estamos más contentos de los que pensábamos, teníamos expectativas muy altas y se están cumpliendo”, explicaban, por su parte, desde Textil Dimas.

De hecho, la feria continúa concentrando su atractivo en los expositores de tejidos. Este segmento copa el grueso de los stands de la feria y está compuesto en su mayoría por compañías internacionales, el grueso de ellas procedentes de Italia, Portugal o Turquía.

Entre los expositores españoles se encuentran pesos pesados como Gratacós, que explicaban que “para nosotros Première Vision es la mejor de todas”; Juan Boluda, Textil Settan, Sedatex, Diverchildren o Tejidos Rebes.

Los expositores internacionales de tejeduría también se mostraron satisfechos con esta edición de Première Vision. “Estamos teniendo más visitas de las que esperábamos”, explican desde la compañía italiana Manteco. “Por ahora estamos contentos”, señalaba por su parte un proveedor turco el primer día de la jornada.

Sin embargo, aunque Première Vision mantiene alto el número de visitantes, la mayoría de los expositores de tejidos coinciden en que “esto no es lo que era antes” y que lo “importante es que compren”, y eso “no se sabe hasta el final”.

Mientras que en los halls cinco y seis, ocupados casi en su totalidad por expositores de tejidos, se respiraba un ambiente optimista, en el hall tres la situación era la contraria. El espacio, ocupados por los expositores de cuero, fue uno de los que recibió menos tráfico y dejó a algunos stands cruzados de brazos y con poco movimiento.

Aunque los italianos fueron los que ocuparon más metros cuadrados en el espacio dedicado al cuero, España estuvo representada por empresas como Curtidos Badía, Juan Poveda, Colomer 1792, Texpiel o Inpelsa, entre otros.

“Esta edición ha ido peor que otros años”, explicaban desde Curtidos Badía. “Y no ayudan que coloquen el espacio de sostenibilidad al lado”, señalaba el representante del stand. El empresario se defendía argumentando que “la piel es el primer producto sostenible, porque sino se tiraría, y sería un desecho”.

El área de empresas eco también contó con la participación de empresas españolas como Recover, de hilo sostenible, o Greendyes, especializada en tintes ecológicos. El Smart Creation Area reunió a cincuenta compañías con propuesta de productos con una fuerte base innovadora y sostenible.

Tampoco se mostraron satisfechos con esta edición de Premiére Vision los fabricantes de tejidos. “Falta organización, no se distingue entre fabricantes y distribuidores y eso dificulta la visita de los agentes”, señalaban desde la española Dobert.

“El atractivo de la feria es el tejido, la hilatura no tanto”, explicaban por su parte desde Arifil, que también se mostraron escépticos con esta edición de Première Vision. Lo mismo defendían desde el stand de Seaqual y Antex, argumentando que “esta edición está muy parada”.

El sector continúa perdiendo peso

A pesar de las diferencias entre los distintos expositores sobre el éxito o no de esta jornada de Première Vision, todos se mostraron de acuerdo en afirmar que el sector de la moda, en todas sus áreas, no pasa por un buen momento.

El ajuste de la producción por parte de los gigantes del sector, la desaceleración del consumo, el cambio en los hábitos de los consumidores o la crisis de los retailers, que provoca un efecto dominó en el resto del sector, son algunos de los motivos que esgrimieron los expositores, desde Textil Santanderina a Lakidain by Encajes Laquidain, sobre esta situación.

“El sector está en decadencia, se ven venir los nubarrones, sobre todo en España”, señalaban desde el stand de Juan Boluda. “La gente ya no va a las tiendas, con lo cual ellas no vienen a nosotros, pero ni los grandes ni los pequeños, que son los que al final nos salvan”, explicaban.

Otros se mostraban más dramáticos. “El sector lleva muchos años sin reponerse”, señalaban desde Juan Poveda. “Nuestro sector lleva treinta años en crisis”, defendían por su parte, desde  Textil Settam. “Estamos así desde que los retailers se fueron a confeccionar y a proveerse a China, y no van a volver”, añadían.

Los grupos internacionales también mostraban la misma opinión pesimista. “El futuro se ve muy negro”, explicaban desde un stand francés. Y a pesar de su importancia como principales hubs de aprovisionamiento, algunos expositores turcos e indios también se mostraron escépticos con la situación.

Factores externos como la climatología o, en esta ocasión, el coronavirus también pasarán factura a los operadores del sector. “El año estará marcado por esta crisis, se nota la ausencia de clientes chinos y continuará así durante los próximos meses”, opinaban desde Curtidos Badía.

La falta de ayuda de los gobiernos o la escasa colaboración por parte de las grandes empresas son otros de los factores que acentúan esta situación. “No nos ayudan, ni desde el Icex ni desde el gobierno”, se quejaban desde el stand de Juan Boluda. “Tenemos que ir de la mano, porque al lado de Zara no somos nadie, pero ellos también nos necesitan”, añadían desde Sedatex.

Otros de los puntos en común de todos los expositores fue el camino que marcará el futuro del sector: la sostenibilidad. En cambio, no creen que el futuro pase ni por la producción en proximidad, “ya que requiere una gran inversión volver a abrir fábricas”, ni por la concentración.

Todos los expositores confesaron que, “aunque no tenemos una fórmula mágica”, una de las soluciones en “crecer en transparencia, tecnología y sostenibilidad”. Así, según Dobert, “la industria volverá a ser importante”.  

Thomas Meyer (Desigual): “Los crecimientos rápidos te llevan a hacer cosas no tan perfectas”

Thomas Meyer da la cara por primera vez en la historia. El empresario, fundador de uno de los fenómenos de la historia reciente de la moda española, Desigual, compareció ayer ante los medios por primera vez. “En Desigual están pasando cosas bonitas y quiero contarlas”, se justificó tras años sin acceder a entrevistas ni comparecencias. Meyer realizó un recorrido por la situación actual de la empresa y, reconociendo que “la situación es compleja”, reivindicó que “Desigual sigue teniendo todo el sentido del mundo”. “A Desigual le ha gustado mucho crecer, ahora nos tocan otras cosas”, agregó.

El fundador de Desigual, de origen suizo pero nacido en Alemania y afincado en España desde niño, había apostado hasta ahora por mantener un perfil discreto y alejado de los medios, con apariciones puntuales, lo que hace que prácticamente no existan fotografías suyas. Como si de un maestro de escuela se tratara, Meyer compareció ante los medios sentado en un pupitre blanco y un lápiz entre las manos, con las que gesticula constantemente de forma efusiva. De pelo cano, Meyer vestía zapatillas deportivas Puma y una americana acorde a la marca: negra y con apliques (una manga y la espalda) de tejido denim. No hay testimonio gráfico de la intervención, pues la compañía no permitió realizar fotografías.

Con una propuesta totalmente diferenciada de sus competidores (caracterizada por colores llamativos y una comunicación atrevida), Desigual experimentó un acelerado crecimiento en la década de los 2000. En 2009, la empresa facturaba 300 millones de euros y en 2014, cuando llegó a su pico, había más que triplicado su tamaño, rozando los mil millones de euros. Alcanzar el “one billion” (en referencia a los 1.000 millones anglosajones) se convirtió en el mantra más repetido por la compañía.

 

“Entre 1990 y 2014 crecimos sin parar y eso es algo que no todas las marcas pueden decir -recalcó Thomas Meyer-; en plena crisis, entre 2007 y 2014, multiplicamos por doce nuestro tamaño”. “Esos crecimientos tan rápidos te llevan a hacer cosas no tan perfectas”, admitió, y agregó que “en 2014 y 2015 Desigual empezó a sentir que no iba tan bien”.

En ese momento, las ventas de Desigual comenzaron a flaquear y en 2015 su facturación cayó hasta 933 millones de euros, para pasar a 861 millones en 2016, 761 millones de euros en 2017, 655 millones de euros en 2018 y en torno a 600 millones en 2019. El cambio de ciclo de la compañía llevó al fondo francés Eurazeo, que a principios de 2014 había pagado 285 millones por el 10% del capital, a desinvertir y traspasar su participación a Meyer.

“Desigual sigue teniendo todo el sentido del mundo”, afirmó el fundador de la compañía. “Traemos al mercado cosas que otras marcas no ofrecen, permitimos a la gente ser diferente -desarrolló-; este es nuestro ADN: darle la vuelta a las ideas”.

¿Qué hemos hecho mal? -se preguntó-; no traer suficiente innovación al mercado”. “Cuando creces mucho se convierte en un contrapeso a la innovación y la creatividad”, explicó el fundador de la empresa.

La dificultad

“Es un momento especial para la compañía, creativamente difícil -dijo el empresario y creativo-; los momentos difíciles están para repensarte y hacer que cambies, son una oportunidad para mejorar”. De hecho, según el propio Meyer, “Desigual nació en un momento de dificultad”.

Hace treintaiséis años, Thomas Meyer trabajaba en el sector de la moda de segunda mano, con dos tiendas en Barcelona bajo el nombre Babia. Como él mismo recordó, compró un stock de vaqueros a los que no conseguía dar salida. En un viaje a Ámsterdam, Meyer se inspiró y a su regresó comenzó a realizar pruebas con los vaqueros, con los que terminó fabricando una cazadora.

“Era una cazadora hecha con cinco pantalones, técnicamente muy compleja”, dijo. “Y cara”, añadió, pues su precio era de 20.000 pesetas de la época, alrededor de 120 euros. “Era carísima y en las tiendas de segunda mano no se vendía, por eso nos abrimos al multimarca”, explicó. “Nos costó, no fue un arranque fácil, pero de esa dificultad y esa capacidad de adaptarnos nació Desigual”, afirmó.

 

Plan de transformación

Meyer desgranó asimismo los cinco pilares del plan de transformación en que está inmersa la compañía, que en 2019 cerró su quinto año de cambio de ciclo. Producto, marca, canales de distribución, sostenibilidad y (“no sé si es el más importante, pero es el que me hace sentir más orgulloso”, confesó) hacer de Desigual “un gran sitio para trabajar”.

Desigual vive por, para y a través de su producto, es la manera en que aportamos valor -explicó-; hay unas colecciones que viven de la historia de Desigual, pero a la vez hay que modernizarse”. Ese es, según Meyer, el mayor reto que tiene por delante la empresa: “¿Cómo conseguimos la relevancia en las cosas nuevas?”.

La marca Desigual está evolucionando a la vez que lo hace el producto. En este sentido, en 2019 la compañía introdujo un nuevo logotipo, “que expresa una manera diferente de hacer las cosas”. “El nuevo logo es un statement en sí mismo”, aseguró.

“Los canales de distribución son el medio con el conectamos con nuestras audiencias -dijo-; nos toca moderniza la red de distribución, estamos en ese trabajo. Desigual, que hoy trabaja con nueve canales, cuenta con alrededor de 500 puntos de venta. “Las tiendas físicas deben continuar existiendo, una cosa no va contra la otra: online y offline son la misma cosa”, destacó Meyer.

Respecto a la sostenibilidad, de donde Thomas Meyer dice proceder (“vengo que todo eso que está hoy tan de moda, la economía circular”), el empresario reivindicó la necesidad de que las empresas colaboren. “Debemos mirar qué hacemos en casa, pero también cómo fomentamos que el conjunto de la industria se lo tome en serio”, aseguró.

El plan de transformación de Desigual durará “dos, tres o cuatro años más”, según Meyer, que admitió que “a la velocidad que van los cambios hoy en día la transformación va a ser permanente”. “El mundo está en un momento difícil: los consumidores cambian de intereses, la manera de acceder a las marcas cambia, los players del sector son otros, el mundo online toma peso y las calles se vacían un poco de consumidores…”, explicó.

 

El futuro, según Meyer

¿Cómo ve el futuro de Desigual su fundador? “En el momento en que vivimos una marca como Desigual tiene más sentido que nunca, la gente quiere relevancia, experiencia”, reivindicó. “El comprar por comprar y llenar el armario está pasado -agregó-; la gente joven busca moda con propósito y marcas que le hagan ser diferente”.

“Nacimos haciendo cosas diferentes y es lo que vamos a seguir haciendo -dijo Meyer-; nos queda mucho trabajo por hacer”. “Estoy convencido que lograremos esa posición relevante en el mercado que le dé sentido a una marca como Desigual”, agregó.

Meyer reconoció que el ajuste que ha realizado y está realizando la empresa está siendo complicado. “No es fácil, pero las circunstancias son las que son”, se lamentó, al tiempo que agregó que “en la moda dependes de la deseabilidad y de cómo te acepta el mercado y hoy en día tenemos una conexión menor con el mercado”.

El objetivo del “one billion” queda ya lejos y todavía está por ver cuál será el tamaño en que la nueva Desigual se sienta cómoda. “No es que quisiéramos ser una compañía de mil millones, es que lo fuimos, aunque no era un objetivo en sí mismo -recalcó Meyer-; el crecimiento es fundamental en todas las compañías, el crecimiento forma parte del elixir que hace que todo funcione”. “No puedo decir si aspiramos a ser una empresa de 800 o mil millones, ahora lo importante es ser relevantes”, destacó.

El futuro de Desigual está lejos, según Meyer, de incorporar nuevos socios, alejando la posibilidad de repetir una operación como la de Eurazeo en 2014. “En el corto plazo no, no lo necesitamos -dijo tajante-; estamos suficientemente capitalizados y podemos hacerlo solos”, afirmó, para agregar a continuación que “en el momento actual necesitamos agilidad”.

El empresario tampoco tiene previsto que la empresa deba recurrir a fuentes de financiación bancarias. “No hay deuda en el sentido clásico”, aseguró, para volver a destacar que “tenemos suficientes recursos para afrontar las inversiones en tres o cuatro años”.

“A Desigual le ha gustado mucho crecer, pero ahora nos tocan otras cosas -admitió-; ahora lo que nos debe preocupar es hacer las cosas bien hechas y ser relevantes”, afirmó. “Cuando lo tengamos, será el momento de volver a crecer”, agregó.

En cualquier cosa, sea cual sea la evolución de Desigual, tendrá lugar, de momento, con Thomas Meyer al frente. “Algún día habrá que salirse, pero no está en mis planes a corto plazo”, concluyó.

Navarra, País Vasco y Valencia: los ‘refugios’ donde sigue creciendo el gasto en moda

La resistencia de la moda en España tiene acento navarro. Mientras, en el conjunto de España, el consumo de moda no logra remontar, algunas comunidades autónomas resisten y continúan elevando el gasto per cápita en ropa y calzado. La que más se demarcó de la tendencia nacional fue Navarra, donde el gasto por persona se disparó un 12,9% en 2018, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)

De hecho, la comunidad foral es la única que supera los 700 euros en gasto, con 772,5 euros el año pasado. El dato se sitúa muy por encima de la media nacional, que volvió a caer de los 600 euros el año pasado, hasta situarse en 588,7 euros.

Navarra tiene una población de apenas 643.866 habitantes, pero es la tercera comunidad de España con un mayor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, de 31.809 euros en 2018, sólo por detrás de Madrid y País Vasco.

Antes de la crisis, los navarros no estaban ni entre las cinco autonomías con mayor gasto en ropa y calzado. En 2007, lideraban la tabla Murcia, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana, con desembolsos que superaban en todos los casos los 800 euros.

Aunque en Navarra el gasto también descendió durante la crisis, fue una de las primeras comunidades autónomas donde se recuperó, con alzas del 2,9% en 2014, del 1,9% en 2015, del 4,4% en 2016 y del 17% en 2017.

El segundo refugio de la moda en España es otra de las comunidades más ricas de la península: País Vasco. Con todo, el crecimiento del gasto en esta comunidad fue mucho menor que en Navarra, del 5,1%.

Cada vasco gastó 686,9 euros en ropa y calzado en 2018, situándose como la cuarta comunidad que más gasta en el sector. Antes de la crisis, era la segunda región que menos gastaba, sólo por delante de Asturias.

Completan la lista Comunidad Valenciana, Aragón y Asturias, con subidas mucho más moderadas, del 3,5%, del 2,9% y del 2,8%, respectivamente. Sin embargo, en las tres comunidades el gasto está por debajo de la media nacional, que se sitúa en 608,6 euros.

En cambio, otras ocho comunidades autónomas redujeron su gasto en moda en 2018. La que más lo hizo fue La Rioja, con un descenso del 12,8%, hasta 568,9 euros. Le siguió Galicia, que pese a reducir su gasto un 7,8% el año pasado continúa siendo la segunda con un mayor gasto per cápita, de 682,9 euros. Andalucía, con una caída del 7,8%, y Madrid, con un descenso del 7,2%, completaron la tabla.

Bobo Choses crece un 17,9% en 2019 y se vuelca en el online

Bobo Choses emprende nueva estrategia para los años veinte. La compañía de moda infantil ha cerrado 2019 con un incremento en sus ingresos del 17,9%, hasta 11,2 millones de euros. La nueva hoja de ruta de Bobo Choses pasa por reforzar su ecommerce, fortalecer el mercado español y potenciar su negocio de moda para adultos.

En la actualidad, Bobo Choses comercializa sus colecciones a través de su única tienda física ubicada en el centro de Barcelona, y cuenta con 450 puntos de venta multimarca repartidos en Francia, Alemania, Italia, Suecia, Países Bajos, China y Corea, además de en todo el territorio español. El volumen de negocio de Bobo Choses en España apenas representa el 5% de su facturación total.

Para 2020, la empresa prevé ampliar la cartera de la mano de distribuidores en los países donde ya está presente. Además, la empresa prevé impulsar el negocio de ropa para adultos: “queremos que cuando los clientes vengan a comprar ropa para sus hijos, también salgan con ropa para ellos”, expone el consejero delegado de Bobo Choses, Joaquim Esperalba. En la actualidad, este modelo de negocio es muy residual en el conjunto de la firma, aunque antes de que finalice 2020 la compañía estima que tendrá un “peso muy relevante”. Además, Bobo Choses también está estudiando la opción de ampliar su red de tiendas propias antes de que finalice el año.

Bobo Choses también opera a través de su plataforma online, que puso en marcha a finales de 2012. Las ventas generadas en este canal aumentaron un 10% en 2019, superando los 1,2 millones de euros. “Apostamos por el desarrollo digital de la marca porque es la vía que nos permite conocer mejor al cliente y en base a la cual queremos definir la estrategia con el offline”, explica el consejero delegado de Bobo Choses.

En el online, Alemania es el principal mercado para el ecommerce, mientras que el español se sitúa en segunda posición. Aunque en la actualidad la tienda online de Bobo Choses sólo está disponible en un único idioma, el inglés, la compañía trabaja para abrir una nueva versión en español a fin de “crear un vínculo más cercano con el público nacional”, asegura Esperalba.

Fundada en 2008 en Barcelona, la compañía centra su producción en la capital catalana donde fabrica el 90% de las prendas. Un 8% se fabrica en Portugal, y otro procede de la India o China. La compañía emplea a un total de 35 personas.

Kering frente a LVMH: ‘it bags’ e ‘influencers’ contra ‘heritage’ y tamaño

En una esquina del ring, un titán cada vez más grande de apetito insaciable. En la otra, un eterno número dos que ha apostado por el menos pero mejor para seguir en el juego. LVMH y Kering están hoy a casi 40.000 millones de euros de distancia, más del doble que hace diez años. Además, sus estrategias no podrían ser más diferentes.

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¿Por qué es una mala práctica enviar copia oculta al jefe?

Los correos electrónicos siguen siendo una de las formas más comunes de comunicarse en el trabajo, y también de mala comunicación en el trabajo. Las funciones de copia y copia oculta pueden corromper la confianza y enturbiar las intenciones. A fin de explorar la forma en que los remitentes y los destinatarios interpretan el uso de estas herramientas, realizamos una serie de cinco estudios experimentales en los que participaron un total de 694 trabajadores adultos.

En nuestro primer estudio, queríamos explorar la manera en que la gente percibe el uso de las copias ocultas en relación al uso de las copias. Se les dio a los participantes una de dos situaciones relacionadas con el trabajo que describían una en la que sus compañeros enviaban al participante un correo electrónico que incluía a su supervisor con copia o con copia oculta. Después los participantes tenían que evaluar la situación de trabajo presentada según varias mediciones. En este estudio se descubrió que la gente considera que es menos ético, más misterioso y más intimidatorio enviar una copia oculta al supervisor que enviar una copia.

En un segundo estudio, nos propusimos descubrir las razones por las que la gente elige usar copia oculta en primera instancia. Las que se citaban con mayor frecuencia eran “motivos administrativos”, o un deseo de no compartir la información de contacto del supervisor.

En dos estudios subsecuentes, probamos si estas dos explicaciones administrativas suavizarían las percepciones negativas de los destinatarios acerca del remitente. Los resultados de estos dos estudios mostraron que el uso de la copia oculta (en comparación con la función más transparente de la copia) hizo que los destinatarios evaluaran al remitente como menos ético, y menos adecuado para ser el líder del equipo. Nuestros resultados, un tanto sorprendentes, revelaron que cuando el remitente mencionó retroactivamente alguna de estas dos razones “administrativas” para usar la copia oculta, las percepciones negativas de los destinatarios no se suavizaron.

No cabe duda de que sí existen situaciones en que, para los intereses del equipo o de la empresa, tiene que compartirse un correo electrónico con alguien superior sin que lo sepan los demás destinatarios. Llevamos a cabo un estudio final que abordara situaciones como estas. Según nuestros resultados, descubrimos que la gente prefiere sustancialmente reenviar correos electrónicos a enviar copia oculta, y que también percibe como menos dañino reenviar correos electrónicos, a pesar de que los destinatarios siguen percibiendo que el remitente tiene intenciones poco éticas.

Una solución eficaz podría ser reescribir un correo electrónico para dirigirse personalmente al supervisor de un equipo. Dicho correo electrónico podría formularse como una actualización y alcanzaría las metas administrativas de una copia oculta —para mantener al día al supervisor— sin alejar al resto del equipo.

Por David De Cremer, profesor en la Escuela de Administración Judge, Cambridge, y profesor visitante en la Escuela de Administración HSBC de la Universidad de Pekín.
 Jack McGuire, gerente del laboratorio experimental del Grupo de Economía Conductual y Experimental de Cambridge e investigador adjunto en la Escuela de Administración Judge.
Tessa Haesevoets, investigadora de posdoctorado en la Universidad de Gante, Bélgica.

Una industria de alto voltaje en República Dominicana

Un gasoducto de 50 kilómetros pretende lleva gas natural desde el municipio de Boca Chica hasta San Pedro de Macorís. La inversión de US$100 millones de la empresa Energía Natural Dominicana (ENADOM) tiene el objetivo de reconvertir complejos eléctricos de 750 megavatios desde sistemas de fuel oil número 6, hacia el gaseoso etéreo cuyos futuros a mediados de enero se cotizaba a US$2,146 la tonelada métrica en el mercado de commodities de Nueva York.

Esa inversión privada encaja perfectamente en el plan. República Dominicana tiene dos grandes prioridades en materia de electricidad, que son la diversificación de la matriz de producción de energía eléctrica y la en el gas natural, una base de generación que los planificadores estatales señalan como amigable con el ambiente.

Si el gas natural es ecosostenible o no es una de las cuestiones que llevan al debate a diversas facciones de protectores medioambientales, pero lo que sí es demostrable es su conveniencia financiera, debido a que nuevas comprobaciones de reservas han recortado los precios de sus contratos a futuro, que a mediados de 2018 se encontraban a US$3,000 en la plataforma de materias primas de Nueva York.

El negocio de la industria eléctrica se mantiene con fuerza. Las instalaciones del capital extranjero en el sector tienen el valor de US$1,867.6 millones, de acuerdo con el Banco Central de la República Dominicana, en torno a lo invertido entre 2010 y mediados de 2019.

Ahora bien, el aporte de la electricidad al producto interno bruto (PIB) también es fuerte, solo entre enero y septiembre de 2019, el tamaño de esta industria alcanzó los US$1,000 millones, en consonancia con los US$1,300 millones de volumen de este sector en el año 2018 completo.

El aporte de la electricidad al producto interno bruto (PIB) también es fuerte, solo entre enero y septiembre de 2019, el tamaño de esta industria alcanzó los US$1,000 millones.

Estos números y el hecho de que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) ha resaltado el interés del Gobierno dominicano en la reconversión de centrales eléctricas que operan con derivados de petróleo y la creación de nuevas infraestructuras para la recepción, procesamiento, almacenaje y distribución de gas natural, resultan en la preparación del terreno para despertar el apetito de inversionistas locales e internacionales en este negocio. Las expectativa del Ministerio de Energía y Minas es que en 2020 se materialice la conversión a gas natural de plantas en la zona este del país, con una capacidad de 940 megavatios, una tercera parte de la potencia instalada en territorio dominicano. La capacidad instalada del país es de 3,981 megavatios.

El Estado considera esto incluso un objetivo en la lucha contra el cambio climático. Calculan que si se logra esa conversión el país estará en capacidad de cumplir con el compromiso internacional establecido en la Contribución Nacional Determinada, en lo que respecta al sector eléctrico, de evitar unas 800,000 toneladas de dióxido de carbono y gases contaminantes a la atmósfera, de cara al 2030, plazo interpuesto por el Acuerdo de París firmado en abril de 2016.

Desde que entró el siglo 21, el Gobierno dominicano ha apostado por el gas natural como una matriz energética de transición entre los derivados del petróleo y nuevas formas más limpias y sostenibles. Es que este combustible es una mezcla de hidrocarburos con gases de origen natural, se destaca por contener metano y otras partículas alcalinas, que son las que permiten la viabilidad eléctrica pese a su bajo peso.

El 26.6 % de la energía enviada al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) se genera con gas natural. Su precio y limpieza hacen sea el favorito de políticos, activistas por el medio ambiente y empresarios, sin embargo solo puede surcar los mares por medio de tanqueros especializados y ya en tierra los puertos deben tener instalaciones especiales para descargarlos. La misma empresa ENADOM plantea inversiones por US$200 millones más en torno a esto, incluyendo un centro de acopio en Boca Chica con capacidad para 120,000 metros cúbicos del gas.

La energía limpia es el nuevo nicho de atracción de capitales locales y transfronterizos. De acuerdo con el Índice Energético de Bloomberg, entre 2019 y 2025 el mundo habrá sido testigo de inversiones por el orden de US$322,000 millones en fuentes de electricidad limpia como los paneles fotovoltaicos y los molinos eólicos, para apoyar la cuarta revolución industrial, la movilidad eléctrica y la reducción de gases de efecto invernadero provocadas directamente por la industria eléctrica. República Dominicana se monta en la ola.

El sol de Barahona busca ser canalizado hacia la potencia eléctrica que necesitan 15,000 familias con Canoa Solar, que aporta 25 megavatios de potencia, a cambio de una inversión de US$45 millones.

El sol de Barahona busca ser canalizado hacia la potencia eléctrica que necesitan 15,000 familias con Canoa Solar, que aporta 25 megavatios de potencia, a cambio de una inversión de US$45 millones.

Otro parque solar, en Mata de Palma, Guerra, agrega la potencia de 50 megavatios al SENI, con una inversión que alcanza los US$70 millones. El complejo consta de 2,000 panales solares, que aprovechan las altas horas/sol que caracterizan a la zona ubicada en la parte norte de la provincia Santo Domingo.

La energía solar no está diseñada, aún, para impulsar grandes producciones de electricidad, pero su versatilidad le ha valido un lugar especial en el autoabastecimiento de diversas estructuras. Por ejemplo, el Ministerio de Defensa y la Comisión Nacional de Energía instalan paneles fotovoltaicos en 70 cuarteles destinados al patrullaje de la frontera con Haití. Esa potencia sería también la que permita el encendido de las cámaras de seguridad y la recarga de los drones a utilizarse en la vigilancia de la línea fronteriza terrestre.

El viento ha soplado fuerte en Puerto Plata. El Parque Eólico Los Guzmancito fue la materialización de una iniciativa de US$100 millones, con la capacidad de fortalecer la oferta eléctrica nacional con 48 megavatios. Proyectos como este combinan dos líneas de pensamiento: por un lado se trata de la lógica de la rentabilidad y por el otro procuran el ideal de la protección del medio ambiente. Resulta prioritario en este nuevo escenario establecer estructuras que funcionan a nivel de negocio, al mismo tiempo que se respetan los principios del bien común.

El sistema eléctrico nacional habrá recibido la inyección de 2,050 megavatios nuevos durante 2012 y 2020, proyecta la CDEEE. Desde el 2012 hasta finales de 2019 han entrado ya 950.5 megavatios nuevos, de los cuales alrededor del 50 % es energía renovable y no dependiente del petróleo.

El sistema eléctrico nacional habrá recibido la inyección de 2,050 megavatios nuevos durante 2012 y 2020

Los complejos energéticos Los Cocos II de 42.8 megavatios, Larimar I y II (97.8), San Pedro Bioenergy (30), Monte Plata Solar (30), Montecristi Solar (58), Hidroeléctrica Palomino (80), Ciclo Combinado Los Mina VII (114), Ampliación Barahona Carbón (6.2), Los Orígenes (60) y Quisqueya I y II (430) son algunos de los ejemplos que registra la CDEEE.

Esos proyectos son en su mayoría de inversión privada. Aunque la máxima disrupción del mercado energético la promete la Central Termoeléctrica Punta Catalina, dos plantas a base de carbón que combinadas tendrían 752 megavatios de capacidad, sobre las cuales se estima una inversión pública de US$2,200 millones. El Gobierno tiene la intensión de comercializar el 49 % de las acciones en una operación de private equity.

La lucha contra el cambio climático, regulaciones favorables como la obligación de las empresas distribuidoras de electricidad a comprar primero la energía y apoyos fiscales aumentarán el voltaje de las inversiones en la industria eléctrica en 2020.

Carlos Arturo Guisarre

Otra víctima del coronavirus: el Mobile World Congress se canceló

Lo que temían los organizadores del Mobile World Congress se ha hecho realidad. El evento más importante de la industria de la telefonía móvil fue cancelado debido a las preocupaciones por la propagación del coronavirus.

“Con el debido respeto al ambiente seguro y saludable en Barcelona y el país anfitrión hoy, GSMA (una organización de operadores móviles y compañías relacionadas, dedicada al apoyo de la normalización, la implementación y promoción del sistema de telefonía móvil GSM) canceló el MWC Barcelona 2020 ante la preocupación global con respecto al brote de coronavirus. La preocupación por los traslados y otras circunstancias, hacen que sea imposible que GSMA celebre el evento”, dijo John Hoffman, director ejecutivo del organizador de la conferencia, GSMA Ltd.

Varias gigantes del sector como Intel Corp., MediaTek Inc., AT&T Inc., Cisco Systems Inc. y Sprint Corp. se unían a Ericsson AB, Sony Corp, entre otras grandes compañías a principios de esta semana para cancelar los planes de asistir al MWC Barcelona, programado para iniciar el próximo 24 de febrero. Intel se retiró del evento por una medida de “mayor precaución”. En tanto, AT&T comunicó que “la decisión más responsable” es no asistir al congreso para proteger a los empleados y clientes.

La organización tomó la decisión después de las últimas bajas de grandes compañías temerosas del coronavirus

De esta manera, la asociación tomó esta decisión después de efectuada una reunión de su comité, formado por 26 empresas y operadores de la industria móvil, entre las que se encuentran Telefónica, Orange, Vodafone, Deutsche Telekom, Telenor, Verizon, NTT Docomo, AT&T y Turkcell. Asimismo, entre las compañías que forman el comité de la GSMA, se encuentran Orange, Vodafone, Deutsche Telekom, NTT Docomo y AT&T, que son algunas de las empresas que habían anunciado que no asistirán al MWC por el coronavirus.

RM

Un cuarto de la población del planeta usa WhatsApp

WhatsApp fue una de las primeras aplicaciones móviles que propuso un modelo alternativo a los ya obsoletos SMS. Mensajería instantánea vía Internet, que no conllevara más que un pequeño gasto anual (que pronto desaparecería) y que diera libertad al usuario para escribir aquello que quisiera y mandara aquello que pudiera. Imágenes, música, documentos… cuando las llamadas y las videollamadas llegaron a la plataforma, se constituyó como la reina absoluta.

Comunicarse con las personas se había vuelto algo tan simple como mandar un mensaje vía Internet en vez de tener que recurrir a métodos rudimentarios como llamadas o SMS. La comunicación se había vuelto totalmente instantánea, y rápidamente junto a la ascensión del smartphone se volvió la app preferida entre los usuarios.

Es cierto que ha habido contrincantes que han plantado cara a WhatsApp, aunque algunas con más suerte que otras. Ahora mismo la mejor alternativa es Telegram, una app que tiene su pequeño nicho de usuario por ofrecer mejores características que WhatsApp pero que no ha conseguido igualarla en popularidad.

Otros intentos se sucedieron en el tiempo, como la fallida Google Allo. El intento de Google por introducirse en este mercado fue tardío y cuestionable, y no sirvió más que para afianzar la posición de WhatsApp dominante en el mercado de aplicaciones de mensajería instantánea.

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