La moda resiste en Estados Unidos. El sector del retail, incluyendo alimentación, ha cerrado septiembre con una caída de las ventas del 0,3% que ha cogido por sorpresa a los analistas, que anticipaban una subida del 0,3%. En cambio, la moda ha logrado esquivar la caída con un alza del 1,3% en relación al mes anterior.

La caída registrada en septiembre coincide con el anuncio de la nueva oleada de aranceles impuesta por los ejecutivos de Donald Trump y Xi Jinping, en el marco de la guerra comercial. En términos interanuales, las ventas de retail cayeron un 0,3%, mientras que las de moda se elevaron un 1,5%.

Por canales de distribución, las ventas en los grandes almacenes registraron una caída del 1,7% en el noveno mes de 2019, según datos hechos públicos hoy por el Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Pese al tropiezo registrado en septiembre, la National Retail Federation de Estados Unidos es optimista de cara a la campaña navideña, una de las más importantes del año, anticipando incrementos de entre el 3,8% y el 4,2%.

“Por fin, ya estamos aquí”. Así resumió Koh Kobayashi, director de operaciones de Uniqlo en España, lo que supone para el gigante nipón su aterrizaje en Madrid. Durante la preapertura de su primer establecimiento en la ciudad, ubicado en el Jardín de Serrano, Kobayashi reconoció que “mucha gente no entendió nuestra primera apertura en España, ¿por qué Barcelona y no Madrid?, pero por fin, ya estamos aquí”, recordó el ejecutivo.

Uniqlo, propiedad del gigante Fast Retailing, abrirá mañana al público su primera tienda en Madrid, tres años después de que aterrizara en el mercado español una apertura en Paseo de Gracia, en Barcelona.

“Me incorporé a Uniqlo en 2002, hace casi veinte años, y entonces no podía imaginar que llegáramos al mercado español”, aseguró Kobayashi. “Para los japoneses, Madrid es una ciudad muy especial porque mezcla fútbol, cultura, arte y mucha gente encantadora”, continuó el ejecutivo.

El arte es precisamente una de las claves de la nueva tienda de Uniqlo en Madrid. El establecimiento incluirá la llamada Gunter Gallery, una colección de obras de arte de ocho artistas locales que además están a la venta a través de la plataforma online de la empresa.

La tienda cuenta también con obras a gran escala del ilustrador madrileño Gonzalo Muiño, que ha realizado tres murales en los que representa la perspectiva de Uniqlo bajo la óptica de la capital española.

El nuevo flagship, ubicado en el número 6 de la calle Goya, cuenta con más de 1.500 metros cuadrados repartidos en dos plantas y mantiene parte de la estructura tradicional del inmueble, que data del siglo XIX.

Las claraboyas originales y las escaleras de mármol conviven con la filosofía Lifewear de Uniqlo, prendas básicas que respondan a las necesidades de cada persona, según lo define la compañía.

La tienda incluye también la línea realizada en colaboración con JW Anderson, así como una esquina sostenible, con productos como su línea de vaqueros producidos con un 99% menos de agua que los tradicionales, y un Uniqlo Kiosk, para realizar compras online.

La moda continúa abriéndose paso. El sector ha superado por primera vez la barrera de los once millones de compradores, superando la cifra de diez millones de compradores del año pasado, según los datos de la Encuesta de Equipamiento y uso de las TIC publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En concreto, de los 20,25 millones de personas que realizaron algún tipo de transacción en Internet en los últimos doce meses, 11,3 millones de personas, el 55,7% adquirió productos de equipamiento deportivo y moda, frente al 56,1% que reservaron alojamiento.

Otra de las categorías con más compradores en Internet fueron las entradas para espectáculos, que adquirieron el 28,6% de las personas que en los últimos doce meses realizaron alguna transacción en Internet.

De los 20,25 millones de personas que compraron por Internet en 2018, el 55,7% adquirió moda

En menor proporción se compraron en la Red productos para el hogar (24% de los consumidores), alimentación (15%), equipamiento electrónico (14,9%), juegos de ordenador (9,6%); películas y música (9,1%), o software (7,5%), entre otros.

El incremento de la moda se debe en gran medida al aumento del número de personas que realizaron alguna transacción online. En los últimos cinco años se ha duplicado el número de consumidores online de prendas, accesorios y calzado de moda y deporte de los 5,5 millones de consumidores en 2014 a los más de once millones del año pasado.

La moda paga por no ser sostenible. Money Boat desvela en un informe que el desperdicio de las prendas costará a la economía británica 4.480 millones de libras (5.154 millones de euros) para 2050.

La industria de la moda es responsable de la emisión de 1.700 millones de toneladas de CO2 y unas pérdidas de 414 millones de euros al año, según el documento. Alrededor del 73% de las prendas de vestir son desechadas o se incineran, lo que equivale a 2.625 kilos de ropa.

Si el consumo de moda aumenta de acuerdo con las previsiones, se producirán hasta 2.480 millones de nuevas prendas en los próximos treinta años. Reciclar sólo 148 millones de toneladas de desechos de moda ahorraría 3.700 millones de libras para la economía global en 2050.

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido una acción

coordinada para abordar los problemas sociales y ambientales en la industria de la confesión, incluido el uso responsable de los recursos, la igualdad salarial para los trabajadores y mejorar el reciclaje.

Aristocrazy ya tiene su perfume. La cadena de joyería, propiedad del grupo Suárez, ha lanzado una nueva línea de fragancias de la mano del grupo Puig, que tiene la licencia de producción y distribución, tal y como avanzó Modaes.es.

La compañía ha lanzado tres perfumes: Intuitive, Wonder y Brave, según ha explicado en un comunicado. Aristocrazy no es la única marca española de moda que ha decidido este año dar el salto a esta nueva categoría. Springfield, quien también confió en Puig, El Ganso y Scalpers, con Perfumes y Diseño, y Harper&Neyer, que lo ha hecho con Primor, son otras de las firmas que han apostado por la perfumería.

Aristocrazy echó a andar en 2010 en el seno del grupo Suárez. La marca realiza su distribución a través de tiendas propias y corners en El Corte Inglés, y opera también en Francia y Latinoamérica. En marzo, Aristocrazy fichó a Borja Zamácola como director general.

Puma le hace otro guiño a la moda. La compañía de moda deportiva, que cotiza en la bolsa de Fránkfurt, ha sellado una nueva colaboración con la modelo Cara Delevigne y el director creativo de Balmain, Oliver Rousteing.

La línea, de 35 piezas, incluye calzado, ropa y accesorios y está inspirada en el boxeo, según WWD. Puma y Balmain se ha repartido la producción de los productos y también su distribución, para la que se apoyarán también en retailers independientes. La colección se lanzará el 21 de noviembre.

Puma lleva ya varios años recurriendo a colaboraciones con marcas e influencers para elevar su posicionamiento y aprovechar la ola del athleisure. La marca alemana, fundada en 1924 por Rudolf Dassler, se ha aliado en el pasado con Alexander McQueen, Solange Knowles, Brooklyn We Go Hard, Alife e Icny, entre otros.

La empresa también ha colaborado con Selena Gómez y con Cara Delevigne en otras ocasiones. Además, en 2016 Puma fichó a la cantante Rihanna, que entonces todavía no contaba con su propia línea de moda, como directora creativa de la línea de mujer, y en 2018 colocó al cantante y productor Jay-Z al frente de la línea de baloncesto.

Puma, que el año pasado salió definitivamente de la cartera de Kering, cerró el ejercicio 2018 con un beneficio neto de 313,4 millones de euros, un 38% más que en 2017. La cifra de negocio del grupo alemán se situó en 4.684,3 millones de euros, un 12,4% más.