El comercio baja una marcha en enero en España: eleva sus ventas sólo un 2,2%

El comercio pierde fuelle a inicio de año. El Índice de Cifra de Negocios Empresarial (Icne) del sector finalizó el primer mes del año con una subida interanual del sólo el 2,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El sector baja así una marcha respecto a diciembre, cuando la facturación del comercio al por mayor y menor (incluyendo la reparación de vehículos de motor y motocicletas) se elevó un 5,6%.

En general, la facturación de las empresas en España también moderó su crecimiento en enero, registrando una subida del sólo el 0,3%, frente al alza interanual del 4,4% registrada el pasado diciembre.

Las dos actividades económicas que evolucionaron a la baja en enero fueron la industria extractiva y manufacturera, cuya cifra de negocio cayó un 1,1% y el suministro de energía eléctrica y agua, que recortó su facturación un 11,3% en el primer mes del año.

El ‘playbook’ de Nike para ganar cuota y negocio pese al coronavirus

Tiendas cerradas, incertidumbre y contracción del consumo. Y, aun así, Nike cerró el trimestre de diciembre a febrero con un crecimiento del 7% interanual en todo el mundo y con sólo un descenso del 4% en China. El gigante de moda y equipamiento deportivo asegura que todo se debe al playbook aplicado en el gigante asiático y que se aplicará ahora en Occidente. “Tenemos un manual de estrategia que ahora podemos usar en cualquier lugar”, defendió ayer ante los analistas el consejero delegado de Nike, John Donahoe.

El ejecutivo tomó las riendas de la compañía en enero con el objetivo de profundizar la ofensiva digital, aprovechando su experiencia como presidente de eBay. La dirección tenía claro que el canal online es el futuro, pero en plena pandemia y confinamiento de los ciudadanos de medio mundo ha sido aún más importante. Tanto, como que las ventas de su ecommerce en China se han disparado un 30% durante la crisis.

“El fuerte compromiso de los consumidores chinos con nuestras aplicaciones de entrenamiento se tradujo en un fuerte compromiso con nuestra aplicación de ecommerce”, explicó ayer Donahoe, sobre lo que considera que representa “una declaración poderosa de la rápida capacidad de Nike para solucionar problemas en tiempos de interrupción”.

La compañía cuenta dos aplicaciones online para hacer ejercicio, una de running y otra de fitness. “Nuestros entrenamientos en China vieron un aumento extraordinario en la inscripción y el compromiso. De hecho, nuestros usuarios activos semanales para todas nuestras aplicaciones de actividad física aumentaron un 80% al final del tercer trimestre respecto al comienzo de este”, apuntó.

Una de las claves de estos dos servicios es que incluyen tienda online en la que se van promocionando artículos específicos para las sesiones, desde calzado a textil, pasando por equipamiento. “En un momento en que las personas estaban confinadas en sus hogares, nos movimos rápidamente para aprovechar nuestro ecosistema de aplicaciones digitales”, sostuvo ayer el ejecutivo.

Nike sostiene que en su tercer mercado más importante empiezan a ver la luz con la reapertura progresiva de las 5.000 tiendas que tuvo que cerrar temporalmente durante el confinamiento. Donahoe aseguró que el negocio ha rebotado con fuerza, algo que atribuye a esas acciones ejecutadas donde su mayor rival, Adidas, prevé perder 800 millones de euros en ventas. Ellos, por ahora sólo se han dejado 82 millones.

“Ahora tenemos un manual que podemos usar en otros lugares”, aseguró Donahoe a los analistas para dejar claro que actuarán con la misma rapidez en Estados Unidos y Europa, sus dos principales mercados y donde ahora se ha replicado la imagen de calles vacías, cierre de toda actividad comercial en el canal físico e incertidumbre sobre el futuro.

De momento, su primera gran acción ha sido una campaña digital en la que ha colaborado los atletas y entidades deportivas a las que patrocina con un mensaje claro que no apela al consumo, sino a la situación social: “Si alguna vez soñaste con jugar para millones de personas alrededor del mundo, este es tu momento”. A eso le ha añadido hacer gratuita la suscripción premium de su aplicación de entrenos en Estados Unidos durante tres meses, algo que ya hacía en Europa, un movimiento clave a la hora de generar leads y captar nuevos consumidores a futuro.

Donahoe insistió ayer en la importancia que está teniendo su ofensiva al consumidor en Internet, pues las ventas de este canal a través de portales propios y asociados ya supone el 20% de toda su facturación. “Hemos logrado resultados impresionantes en la adquisición de nuevos miembros”, defendió, a los que captan con el servicio gratis del entreno y monetizan con la venta de producto. Eso sí, auguró: “Sabemos que la oportunidad aquí es aún mucho mayor de lo que hemos visto hasta la fecha y se convertirá en una ventaja aún mayor para Nike”.

Es el playbook con el ejecutivo quiere hacer crecer una grupo que facturó un 7% más en los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal 2020, que va de junio a mayo, hasta 31.090 millones de dólares (28.774 millones de euros). El beneficio neto mejoró un 10% y se situó en 3.329 millones de dólares (3.081 millones de euros). “Veremos el otro lado de esta crisis en el futuro cercano”, cerró ayer Donahoe.

Bimba y Lola, reina mundial de la Red: lidera el aumento de visitas en el arranque de la pandemia

Ni Asos, ni Zalando, ni Amazon. En pleno arranque de la pandemia del Covid-19, la compañía de moda que más disparó su tráfico online fue una española: Bimba y Lola. Así se desprende del último informe elaborado por la empresa de software SemRush, y en el que figuran también otras cadenas nacionales como Cortefiel o Women’secret, ambas propiedad de Tendam.

Según los datos del estudio, Bimba y Lola disparó un 87% las visitas a su web en enero y febrero, en relación a la media del año anterior. En concreto, la plataforma online de la compañía gallega registró en torno a 2,8 millones de visitas diarias durante el mes, frente a los 1,5 millones de visitas de media en 2019.

El informe toma como referencia los dos primeros meses del año, justo cuando acababa de comenzar la pandemia del coronavirus en China, el primer mercado del comercio electrónico en el mundo.

La pandemia irrumpió en plenas fiestas del año nuevo chino. A finales de enero, el Gobierno decretó un confinamiento progresivo en distintas regiones que llegó a mantener a 60 millones de personas en casa.

En enero y febrero, los primeros meses de encierro, las ventas online en China se elevaron un 3%, hasta 1,1 billones de yenes (146.950 millones de euros), según datos de la Oficina Nacional de Estadística del país. En el conjunto de 2019, las ventas online en el país ascendieron a dos billones de dólares, copando el 35,3% del comercio total, según eMarketer.

Junto con Bimba y Lola, las plataformas que más incrementaron su tráfico online en enero y febrero fueron la alemana Nebulus, especializada en ropa y equipamiento de ski y que registró un incremento del 83%; la francesa Celio, de moda masculina y con un incremento del 74%, y Cortefiel, con un alza del 62%.

La cadena española de moda rozó los tres millones de visitantes, frente a los 1,8 millones de media del año anterior. En el ránking se cuela también otro de los conceptos del grupo Tendam, Women’secret, con un alza el 42%.

Tras Cortefiel, completan el top 10 Netzvergleiche, un buscador alemán no especializado; Place des Tendances, un ecommerce propiedad del grupo Printemps; Escarpe, un ecommerce italiano especializado en calzado, y Lyst, uno de los pocos grandes pure players especializados de la lista.

Stock bajo control: el coronavirus pilla a los gigantes con la primera caída de inventario

La crisis del coronavirus ha pillado a los gigantes de la moda con los deberes hechos. En el último ejercicio, Inditex, H&M, Fast Retailing y Gap, los cuatro mayores grupos del mundo de distribución de moda, redujeron su inventario conjunto por primera vez. Con el cierre de las tiendas decretado ya en buena parte del mundo para contener la pandemia, los gigantes ajustan sus compras para mantener a raya su stock.

Inditex, H&M, Fast Retailing y Gap finalizaron el ejercicio 2019, concluido en diferentes momentos del año (o incluso en 2020, en el caso de Inditex), con un inventario total de 11.119 millones de euros, teniendo en cuenta el tipo de cambio de ayer. Esta cifra representa un retroceso del 7,24% respecto al ejercicio anterior, según cálculos realizados por Modaes.es a partir de las memorias de las compañías.

Un año antes, en 2018, los cuatro mayores grupos del mundo de distribución de moda acumulaban 11.987 millones de euros en inventario, lo que supuso un incremento del 19,8% en comparación con 2017. Desde 2014, las cuatro compañías habían aumentado, año a año, su stock.

De las cuatro compañías, Inditex (que cerró su ejercicio el pasado 31 de enero) es la que está logrando mantener más controlado su stock, coincidiendo con el despliegue de tecnología Rfid en toda su cadena de valor. A cierre de 2019, el inventario de Inditex se redujo un 16,45% respecto a 2018, hasta 2.269 millones de euros, mientras un año antes había aumentado un 1,2%. Sus ventas, en cambio, aumentaron un 8%, hasta 28.286 millones de euros.

Este año, el inventario del grupo previsiblemente continuará cayendo, pero no por una mejor gestión sino por una devaluación del stock. De hecho, el grupo ha dotado una provisión de 287 millones de euros por el “posible impacto” del coronavirus en el valor neto realizable del inventario de la campaña primavera-verano.  

Igual que Inditex, Fast Retailing está logrando también vender más con menos stock. En 2019 (ejercicio cerrado el pasado 31 de agosto), el gigante japonés acumulaba un stock valorado en 3.426 millones de euros, un 11,68% menos que un año antes. Las ventas del grupo se elevaron un 7,53%.

H&M y Gap también lograron controlar la evolución de su inventario en el último ejercicio, aunque siguió aumentando. En el caso del grupo sueco (que finaliza su ejercicio en noviembre), el stock en 2019 se elevó un 0,2%, hasta 3.429 millones de euros, frente al aumento del 11,9% del ejercicio 2018. La compañía elevó sus ventas un 10,6% en el ejercicio 2019.

El grupo estadounidense Gap cerró 2019 con un retroceso del 1,18% en sus ventas, mientras su stock volvió a engordar, en concreto un 1,15%, hasta 1.995 millones de euros. Un año antes, el inventario del dueño de Banana Republic había crecido un 6,7%.

En las memorias y comunicaciones del último ejercicio, las cuatro compañías hacen referencia a la evolución del inventario. “Aunque el nivel de inventario todavía es muy alto, tanto el nivel como la composición mejoraron entre el tercer y el cuarto trimestre, mostrando que la compañía avanza en la senda correcta”, señalaba en 2018 H&M, que en 2019 destacaba una mejora pese al impacto del tipo de cambio.

Gap, en cambio, señala en los resultados del último ejercicio que el aumento en el inventario es consecuencia de la adquisición de Janie&Jack, mientras Fast Retailing destaca que actualmente se centra en controlar su stock en SKU, es decir, colores y tallas.

“El departamento de control del inventario mantiene el óptimo nivel de stock en tienda”, asegura la empresa en su informe anual. “El control se realiza monitorizando las ventas y el stock cada semana y enviando los productos necesarios según la demanda y, al final de la temporada, el equipo de merchandising y márketing trabajan para coordinar”.

“Keynes, tiene la palabra”: el mundo se vuelca en los estímulos económicos ante el Covid-19

La demanda pública como disparador de la actividad económica o, dicho de otra forma, dinero de las administraciones (aunque sea a deuda) para calendar una economía que se ha quedado repentinamente congelada. La crisis provocada por el Covid-19, que poco a poco está extendiendo sus efectos en todo el mundo, ha provocado una avalancha de anuncios de políticas de estímulo por parte de gobiernos y bancos centrales en todo el mundo. Conservadores, progresistas, socialdemócratas, liberales y hasta Alemania, guardiana por razones históricas de la política de control del déficit, se suman a las políticas keynesianas.

El economista británico, fallecido en 1946, apuntó en sus estudios cómo dotar a las instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Al hilo de lo anterior, los keynesianos consideran el gasto público del Estado tiene un efecto mutiplicador en la economía, particularmente en tiempos de crisis como el actual.

En su último informe trimestral sobre la economía española, el Banco de España realiza un repaso sobre el conjunto de políticas expansivas emprendidas por las economías más afectadas por el Covid-19, empezando por China con el recorte de tipos de interés oficiales y el anuncio de medidas “orientadas a agilizar la concesión de crédito a los agentes privados, especialmente en las regiones y los sectores más afectados por la epidemia, así como a reducir el coste de esa financiación”, resume el Banco de España.

 

Estados Unidos y Reino Unido se creyeron el impacto económico de la pandemia antes incluso de que sus gobiernos tomaran medidas para hacerle frente, con sendas reducciones de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (el 3 y el 15 de marzo) y Banco de Inglaterra (el 11 de marzo, cuando también lanzó una nueva línea de financiación para pymes).

Canadá, Noruega, Australia, Brasil, Chile, Perú o Turquía también han adoptado políticas de reducción de tipos, mientras que Japón ha optado por por anunciar un incremento en la compra de activos.

La evidencia de que es necesario luchar contra un duro parón económico llevó al Banco Central europeo a adoptar dos paquetes de medidas los días 12 y 18 de marzo. Primero, el regulador de la moneda común europea aprobó nuevas operaciones de financiación a largo plazo y un incremento de 120.000 millones de euros en el volumen de las operaciones del programa de compra de activos durante el año 2020.

“Los objetivos de todas estas actuaciones son proveer de suficiente liquidez al sistema financiero, para que esta fluya a hogares y a empresas, apoyar el crédito bancario y evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación de la economía”, explica el Banco de España. El segundo paquete de medida del BCE incluye un programa especial de compra de activos por un importe de 750.000 millones de euros.

Junto a un conjunto de medidas sociales emprendidas por los diferentes Gobiernos, la política económica se centra por ahora en la financiación empresarial. En el caso de España, por ejemplo, con avales por 100.000 millones de euros para préstamos a empresas no financieras; en Italia, con avales y moratoria de préstamos y algunos créditos hasta 350.000 millones de euros.

Prácticamente el conjunto de potencias económicas europeas, desde Alemania a Francia, pasando por Portugal, Austria o Dinamarca, también cuentan con programas de liquidez para las empresas a través de préstamos y créditos, pero que en algunos casos se complementan con políticas de generación de demanda.

Es el caso de Alemania, que ha dotado de 12.000 millones de euros a un programa de inversiones para el periodo 2021-2024, mientras que el paquete de estímulo fiscal en Reino Unido llegará a los 18.000 millones de libras.

El Gobierno de Angela Merkel ha tenido que declarar suspendido el límite de la regla schwarze null, que evita incrementos del déficit y la deuda en el presupuesto federal. Es la primera vez que se rompe el este límite sagrado para los alemanes desde 2013, cuando se desbloquearon estímulos fiscales para salir de la última gran recesión.

Entre otras medidas, el Gobierno federal alemán aumentará el importe de su programa de inversiones por un volumen de 12.400 millones de euros adicionales para el período 2021-2024.

En Estados Unidos, el Senado aprobó en la madrugada del miércoles un acuerdo para lanzar el mayor programa de estímulos económicos en la historia del país, por un importe de dos billones de dólares.

El paquete de medidas incluye ayudas para las pymes y para sectores en dificultades como las aerolíneas, una ampliación de la cobertura por desempleo y el pago directo de dinero en efectivo a las familias estadounidenses.

Pedro Rey (Esade): “Esta crisis va a provocar cambios estructurales en los hábitos de consumo”

Ser más higiénicos, comer más sano, mascarillas, confinamiento, compra online, jaque al comercio a pie de calle y el ocio experiencial… El estado de alarma ordenado por el Gobierno para atajar la crisis del Covid-19 obliga a las empresas a elaborar planes de contingencia para amortiguar el golpe inmediato que tendrá en las ventas, pero también a pensar en cómo esta situación puede transformar los hábitos del consumidor a medio y largo plazo. “Supondrá una disminución de las actividades de ocio fuera de casa y reforzarán el consumo online”, vaticina Pedro Rey, profesor de Esade especializado en Economía del Comportamiento, cuya investigación se basa en entender la toma de decisiones económicas y cómo se ven afectadas por el diseño de programas adecuados de incentivos.

Pregunta: Jamás tanta gente pasó tanto tiempo en casa. Este contexto de confinamiento, ¿cómo puede transformar los hábitos de consumo?

Respuesta: Tenemos que empezar a asumir que vivimos en una nueva situación normal, porque el escenario actual puede tener consecuencias importantes hacia el tipo de producto que se consumen. Las crisis económicas acostumbran a derivar en un consumo más reflexivo y menos impulso, pero hoy tenemos que añadir el impacto de las restricciones y el miedo, porque uno puede pensar, ¿y si en otoño vuelve a haber otra epidemia? La recuperación dependerá de la duración del confinamiento, pero si se prolonga en el tiempo puede que nos acostumbremos y se difumine el pico de consumo que podría suponer el efecto libertad.

P.: Los economistas advierten que será una crisis peor que la de 2008. ¿Cuánto puede tardar en recuperarse la confianza de los consumidores?

R.: Depende de muchas cosas: de la duración, de las medidas que se tomen o de cómo de fuerte sea la crisis económica que venga. Hay discusión de si la crisis es de oferta, de demanda o un nuevo tipo de crisis muy distinta. No es la misma situación la de aquel al que incluyen en un Erte, de la que el que teme por su trabajo a medio plazo y sus rentas, o de la del que mantendrá su trabajo. Incluso si la crisis se alarga, pasaremos a despidos permanentes, y ahí es cuando a la crisis sanitaria se le unirá la económica, porque ya no sólo influirá el factor psicológico del miedo a consumir. En un país como España, en el que dependemos mucho más que otros del sector servicios, será clave que haya visos de recuperación antes del verano.

P.: El hecho de ser una crisis que combina cuestiones sanitarias con económicas, ¿hace que la contracción del gasto pueda ser mayor?

R.: Hay dos cosas. Por un lado están las restricciones, porque si no sales de casa es difícil consumir a no ser que lo hagas online y, si se alarga el confinamiento, también acabará habiendo menos dinero. Por otro lado, está el miedo sanitario a si vendrá una nueva crisis, que es lo que hará que el consumo de ocio se resienta muy fuertemente, porque la gente tendrá miedo a ir al cine o un campo de fútbol. Eso se está viendo en compañías de ocio como Disney, que están cambiando sus patrones de oferta. La compañía ha lanzado su plataforma online Disney+ con estrenos importantes y acortando los plazos de lanzamiento respecto a los cines. ¿Por qué? Porque dan pon hecho que los ingresos de esas películas en el cine no serán buenos, así que algunas marcas aprovechan esta situación de forma sibilina, para decirte: “Entendemos lo difícil que es estar en casa, así que os vamos a dar algo”. Ese algo teóricamente no les dará nuevos ingresos, pero esto mejora muchísimo la marca.

P.: ¿Qué similitudes podemos apreciar respecto a otros contextos de recesión del consumo, como han sido guerras, catástrofes naturales, etcétera?

R.: Una de las diferencias fundamentales respecto a una guerra es que no se van a producir cambios tan drásticos por género. En el pasado, las guerras cambiaban mucho los patrones de consumo en general, porque afectaba sobre todo a los hombres y eran los productos y servicios dirigidos a este colectivo los que más cambiaban. Lo mismo sucedía con la fuerza laboral, pues se producía una fuerte redistribución del mercado del trabajo ante la cantidad de hombres que morían en el frente. Y esta es una de las claves de esta crisis, porque la afectación en hombres y mujeres está balanceada y es una de las claves más importantes junto al hecho de que hoy no hay destrucción de la capacidad productiva. Se han parado las infraestructuras, pero teóricamente podemos volver pasar de cero a cien el día uno, en función de la demanda y eso es importante para salir en forma de V.

P.: El consumidor cada vez mira más a las marcas que cuidan, y muchas empresas se han volcado en producir material sanitario. ¿Beneficia a ojos del consumidor o se da por hecho y penaliza a las que no lo hacen?

R.: Las dos cosas. Un caso interesante es cómo han reaccionado las cadenas de supermercados. Más allá de las medidas de seguridad en los establecimientos, muchos grupos han reaccionado tarde y algunos no se habían planteado problemas básicos, como gente joven que no puede ir a ver a sus padres y ellos tienen problemas para hacer la compra por Internet. Las que han cambiado la logística para evitar las roturas de stocko el colapso de las plataformas tendrán premio; las que no, perderán consumidores. Lo que quieres de una marca de alimentos o necesidades básicas es que se adapte y reaccionen lo antes posible, así que las que no cambien planes para adaptarse al nuevo consumidor van a perder.

P.: También es un momento de gran recolección de datos de potenciales usuarios con la excusa del servicio gratuito durante estas semanas…

R.: Ganar cuota de mercado en estos días de consumo online te permite ganar clientes temporalmente, pero sobre todo es cierto que te da una gran cantidad de datos que pueden ser útiles para el futuro. La suscripción a determinados servicios online suele ser una decisión muy consciente, pero si lo haces inconscientemente porque hoy es gratis, después la experiencia muestra que a la gente se le olvida o le da pereza darse de baja. No creo que haya que penalizar a las empresas por comportarse como tal, es más, se espera eso de ellas; otra cosa es que encontrar esa oportunidad no sea percibido como que se están aprovechando. No es sencillo.

P.: La situación actual ha hundido negocios como el del deporte o el comercio, pero ha aupado a otros como el audiovisual. ¿Puede acabar consolidándose una redistribución del presupuesto de los hogares para el ocio?

R.: Claramente va a haber cambios en el consumo, con la higiene y el entretenimiento en casa como lo que más repuntando y que pueden acabar consolidándose. No sé hasta qué punto esos cambios, que son inmediatos ahora, pueden quedarse cuando salgamos de la crisis, aunque en buena parte dependerá de cuánto se prolongue esta situación. También supone una oportunidad para el ecommerce, porque gente a la que antes le podía dar pereza comprar online según qué cosas ahora está descubriendo que le llegan bien y pronto. Las barreras a consumir ciertos productos en casa se caerán, y eso querrá decir que habrá cambios en la estructura del consumo. 

P.: Cuando acabe el confinamiento, ¿habremos aprendido que se puede hacer deporte en casa o que no necesitamos tanta ropa?

R.: Exacto. Estoy pensando en empresas que supieron reaccionar a la demanda de cintas de correr o bicicletas estáticas para el hogar, ya que ahora no hay stock. La gente está como loca, porque jamás se habría planteado poner una máquina de estas en casa, pero ahora que quieren no pueden. No se ha dado respuesta a la demanda, porque era un producto caro que antes no estaba presente en la mente del consumidor. En cuanto a la moda, habrá más freno en los artículos de lujo, porque la gente quiere entrar a la tienda y probarse, pero para el resto de segmentos les puede acabar beneficiando en la potenciación del online si demuestran que la experiencia de compra es buena. 

P.: ¿Qué tipo de mensajes pueden incentivar el gasto para que la contracción del consumo no sea tan pronunciada?

R.: El efecto de los mensajes es indirecto y viene por la confianza del consumidor. Hace falta que vean que las medidas que se adoptan hoy y son un sacrificio que servirá de algo. El argumento solidario y de expectativas se basa en transmitir que esta crisis será más o menos profunda dependiendo de los hábitos de consumo; tenemos que hacernos corresponsables. Este mensaje se ha entendido bien, aunque ha costado, pero ha calado que la externalidad de quedarse en casa es evitar contagios. Con la economía sucede lo mismo, porque hablamos de contagios de crisis que vienen por parones en el consumo. Este un mensaje más difícil de enviar, porque una cosa es decir que tomemos medidas de precaución, y otra que consumamos más no porque queramos, sino porque así no contribuyo a la crisis.

P.: ¿Cómo se puede trabajar la interacción con los consumidores en estos días de desconexión física?

R.: La mayoría de las marcas han tenido una reacción rápida para decir que están ahí y van a acompañar al consumidor. El problema es que, según se alarga la crisis, cambian las necesidades y los hábitos de consumo. No perderán clientes los que se adapten a la nueva situación normal, que es un cambio estructural; y eso quiere decir adelantarse a las necesidades para mantener la imagen de marca, no sobrerreaccionar.

Flexibilidad en pagos mínimos,mora y tasa de interés para tarjetas de crédito

Ante la propagación del coronavirus en República Dominicana la Comisión Económica acordó con la Asociación de Bancos Comerciales (ABA) flexibilizar su política de costo del servicio de financiamiento al consumo vía tarjetas de crédito.

Durante los próximos 3 meses y a partir de hoy, se han tomado medidas concretas como:

1.- Los bancos eliminarán el pago mínimo mensual sobre el balance de la deuda de la tarjeta.

2.- Se eliminará el cargo por mora.

3.- El Banco de Reservas decidió bajar la tasa de interés al consumo con tarjetas de crédito al 1% mensual.

El mandatario exhortó a los demás bancos a tomar medidas similares, a la vez que manifestó que la Comisión Económica para el estado de emergencia dará más detalles técnicos de estas y otras medidas en el día de mañana.

En otro orden se entregarán hasta RD$8,500 pesos del salario de los empleados formales que hayan sido suspendidos en este período de crisis generado por el COVID-19 en el país , tras muchas empresas  tener disminución acelerada de sus actividades económicas que puede afectar a sus empleados.

En esta modalidad el Gobierno aportará un porcentaje del salario y las empresas solo deberán cubrir la diferencia para completar al menos el 70% del salario de cada trabajador, siempre a cambio de que los empleos sean preservados.

Otra medida en el ámbito social con fines  de protección y mitigación a favor de familias dominicanas es el aumento de 5 mil pesos al programa solidaridad por dos meses.

“Hemos identificado otras 690 mil familias adicionales categorizadas como pobres o vulnerables por el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), para que también reciban este apoyo temporal del programa “Quédate en Casa”.También se les otorgará 2 mil pesos adicionales a los jefes de familia que sean vulnerables al COVID-19″

Ante el aumento acelerado de casos de coronavirus  se dispuso cubrir las pruebas  del COVID_19 a todas aquellas personas que cuenten con prescripción médica y tengan 59 años o más y alguna condición de salud debilitante, considerada de riesgo, como hipertensión, diabetes, enfermedades respiratorias, cáncer, insuficiencia renal.

Se alquilaron dos clínicas privadas para ampliar la capacidad de hacer frente a la propagación del COVID-19 .El país cuenta con centros de salud públicos  con camas disponibles en áreas de aislamiento, habilitadas para dar respuesta a los pacientes que podrían ser confirmados.

Como medida  preventiva se ampliará la disponibilidad de habitaciones, para alojamiento de aquellas personas con sospecha de tener la enfermedad, o que hayan estado en contacto con enfermos, que aún no presenten síntomas o sólo síntomas leves.

Plan de rescate económico en EE.UU. por 2 billones dólares

Se espera que el gigantesco paquete de ayuda incluya 500.000 millones de dólares en fondos para las industrias más afectadas y un monto comparable que entregaría hasta 3.000 dólares en efectivo a millones de familias estadounidenses.

También se destinarán 350,000 millones de dólares en créditos a pequeñas empresas; 250,000 millones de dólares en creación de empleos y unos 150,000 millones de dólares en subsidios para diversas iniciativas de salud pública, incluyendo 100,000 millones de dólares para hospitales y sistemas de atención médica relacionados.

La idea es inundar a la economía estadounidense con efectivo para mitigar el golpe de la pandemia, que ha matado a más de 660 personas en Estados Unidos e infectado a más de 50,000, provocando el cierre de miles de empresas y dejando a millones sin empleo. Muchos estados ordenaron a casi 100 millones de personas -casi un tercio de la población del país- permanecer en sus casas.

«Este no es un momento de celebración, sino de necesidad», dijo el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.

Se espera que el proyecto de ley se apruebe fácilmente en el Senado, más aún porque el senador Rand Paul, un republicano que fue el único que se mostró en contra de una ronda anterior de financiamiento de emergencia por el virus, podría verse impedido de votar tras dar positivo de la infección.

Si se aprueba, el paquete de rescate sin precedentes, que Schumer llamó el más grande en la historia de Estados Unidos, sería el tercero aprobado por el Congreso este mes para contrarrestar el impacto de la crisis.

Para convertirse en ley, la medida debe ser aprobada por el Senado liderado por los republicanos y por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas. La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, fue consultada durante las negociaciones sobre el acuerdo bipartidista.

La iniciativa también debe ser promulgada por Trump, quien dijo el martes que quería que los estadounidenses pusieran fin a las restricciones de «distanciamiento social» dispuestas por la pandemia y que vuelvan a trabajar para mediados de abril.

Las 20 economías más grandes caerán en recesión por el COVID-19

Las economías del grupo de 20 países más industrializados (G20), deberían caer en recesión este año debido a la pandemia del coronavirus, advirtió el miércoles la agencia de calificación financiera Moody’s.

Globalmente, la agencia pronostica que estos países experimentarán una contracción del 0.5% de su PIB.

En Estados Unidos, esta caída será del 2% y en la zona euro del 2.2%. En cambio, se espera que China crezca un 3.3%, aunque a un ritmo muy lento.

Moody’s instó a las autoridades fiscales y monetarias del G20 a incrementar los apoyos para amonirar el impacto en los propoetarios de casas y de negocios.

«Esperamos que las medidas de política continúen creciendo y profundizándose, a medida que las consecuencias del choque en términos de profundidad y duración se aclaren. Sin embargo, los riesgos a la baja para el crecimiento siguen siendo considerables», señaló.

«Se necesitan medidas de estímulo, que ayuden a que los agentes económicos, en todos los niveles salgan, ayuden o puedan sortear este bache de la mejor manera. Ciertas medidas alrededor del mundo incluyen cheques a la población o relajamiento en las condiciones de crédito y facilidades a las empresas”, dijo Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de bolsa.

“Las acciones de política económica tienen que ser contundentes, oportunas y con una claridad muy importante en la estrategia”, agregó la especialista.

COVID-19 : Consejos para proteger tu dinero en tiempos de crisis

América Latina no estará exenta de las dificultades que provoca la propagación del coronavirus y, aunque hasta ahora los efectos económicos no han sido devastadores como en otras partes del mundo, los científicos advierten que los casos aumentarán en las próximas semanas en Estados Unidos y la región.

Restaurantes, hoteles y aerolíneas están entre los sectores más golpeados por la pandemia, pero también los empleados independientes y los trabajadores informales han visto cómo sus ingresos disminuyen o desaparecen.

Para salir adelante y cuidar nuestro dinero debemos tomar ciertas medidas.

1. Revisa tu contrato de seguro médico
Aunque en América Latina la mayor parte de la población utiliza los sistemas públicos de salud financiados por el Estado, quienes tienen un mayor nivel de ingresos pagan mensualmente por un seguro de salud privado.
Estos contratos comerciales no solo varían de país en país, sino también según el plan de salud específico que el cliente decide contratar.
Y estos planes de salud incluyen una serie de restricciones que muchas veces los usuarios no conocen en detalle, especialmente cuando se trata de hospitalizaciones.
Algunos seguros de salud tienen restricciones y no necesariamente cubren los gastos de salud derivados de la pandemia.
Algunas pólizas no cubren los gastos derivados del tratamiento médico cuando se declara oficialmente una epidemia o pandemia, como ha sido el caso del coronavirus, dado que se trata de circunstancias “de fuerza mayor”.
Por eso es fundamental revisar si tu seguro médico cubrirá tus gastos si contraes la enfermedad.

2. Teletrabajo: el mejor momento para ahorrar
Si estás recibiendo tu salario y tu nivel de gastos bajó porque trabajas desde la casa, este es el mejor momento para ahorrar, especialmente ante la incertidumbre laboral que genera la pandemia.
El brote de coronavirus ha propiciado el auge del trabajo por videoconferencia.
Probablemente no estás gastando dinero en transporte, en restaurantes, salidas a cines, espectáculos y eventos deportivos.
Quizá has postergado la compra de un auto, las vacaciones y muchos otros gastos que habitualmente realizas en tu vida normal.
Aunque se trata de una especie de «ahorro obligado» en el caso de quienes se quedan en casa, hay muchas personas que han aumentado su consumo online.
Por eso es mejor tener cuidado con usar demasiado la tarjeta, porque hay incertidumbre sobre cuántas personas pueden terminar perdiendo el empleo debido a esta crisis.

3. ¿Invertir en bolsa?
Aunque hay acciones de empresas que están por los suelos, no es cuestión de lanzarse a comprar «los ofertones» del mercado bursátil.
Multimillonarios e inversores suelen decir que el desplome de las bolsas ha generado «oportunidades que se presentan una vez en la vida».
Hay acciones que están por los suelos, pero eso no significa que son automáticamente un gran negocio.El punto es que ellos no se lanzan a comprar cualquier acción que esté barata.Analizan cuidadosamente primero las posibilidades reales que tiene una empresa de sobrevivir.
Y por cierto, tienes que estar dispuesto a no ver retornos durante mucho tiempo, probablemente muchos años.

4. Considera un crédito hipotecario
Si tienes la certeza de que vas a mantener el empleo, incluso aunque la crisis sanitaria empeore y se cierren las fronteras de los países por un tiempo prolongado, este es quizás un buen momento para adquirir un crédito hipotecario que te permita comprar una vivienda.
Supongamos que tienes el depósito inicial y estás esperando a ver qué ofertas tiene el mercado de los créditos hipotecarios, vale la pena esperar un poco antes de contratar el préstamo.
¿Por qué?: porque los bancos centrales de los países de la región están bajando las tasas de interés a un paso acelerado.
Y las proyecciones apuntan a que las tasas seguirán bajando.Con las tasas de interés a la baja, este puede ser buen momento para comprar una vivienda.
Lo cierto es que cuando el banco central baja las tasas, eso no significa que los bancos hagan lo mismo de inmediato.
Puede pasar un buen tiempo antes de que la decisión tomada por las autoridades monetarias se convierta en una buena oferta para los clientes.
Lo que conviene es estar atento a cómo reaccionan los bancos y tener en cuenta que pueden venir bajas aún más profundas en los créditos.

5. ¿Boletos aéreos?
Comprar boletos aéreos a precios extremadamente baratos puede sonar como una gran oportunidad.
Pero no sabemos por cuánto tiempo la pandemia puede afectar a la región ni cuánto durarán las restricciones al tráfico aéreo.
Ni siquiera sabemos si algunas aerolíneas van a quebrar debido a las escasez de demanda de pasajes.
Este puede ser un buen momento para comprar boletos aéreos baratos, aunque la situación es impredecible.
Así las cosas, una buena oportunidad puede terminar siendo una pérdida de dinero.
Por otro lado, si ya habías comprado pasajes y los vuelos fueron cancelados, recuerda que muchas aerolíneas están dando reembolsos.
Y como estamos hablando de cuidar el dinero, si te alcanzó la fiebre de las compras de pánico, pregúntate si realmente necesitas lo que estás acaparando.
Si acaparas productos en enormes cantidades, probablemente estés dejando a otras personas sin artículos de primera necesidad, como adultos mayores con dificultades de desplazamiento que no lo están pasando bien.

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