La moda nupcial, en jaque: el sector pierde su temporada y se prepara para los ‘plantones’

La Princesa Beatrice, nieta de la reina Isabel II, tenía previsto casarse con Edoardo Mapelli Mozzi el próximo 29 de mayo. Sin embargo, si la crisis sanitaria del coronavirus sigue adelante, sólo dos personas podrán acudir al enlace. Con tamaña celebración, ¿se pospondrá el enlace? Y, ¿qué hará Beatrice con su vestido? Esto es lo que está sucediendo con todas las bodas que deben tener lugar en las próximas semanas, cuando da comienzo la temporada de enlaces en países como España, poniendo contra las cuerdas y activando las alertas de pérdidas millonarias en las empresas de moda nupcial.

Según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2018, junio es el mes del año en que más enlaces se celebran en España. La temporada de bodas comienza en abril y se alarga hasta septiembre. Entre el cuarto y el noveno mes del año, se concentran alrededor del 65% de los enlaces que tienen lugar en España, con picos en junio, julio y septiembre, que copan el 15%, 12% y 15%, respectivamente, del total de las ceremonias del año.

La prohibición de celebrar actos con alta concentración de personas, primero, y el decreto del estado de alerta, después, está provocando cancelaciones de celebraciones. En el mejor de los casos, las bodas se posponen, aunque sin fecha definida. Por un lado, la incertidumbre sobre la duración de la pandemia imposibilita definir fecha y, por otro, los espacios dedicados a convites no tienen fechas disponibles.

 

En esta situación, un gran número de novias están optando por dejar en stand by los pedidos de sus vestidos. Sin embargo, en las bodas más inmediatas estas prendas estaban ya sólo pendientes de los últimos arreglos y, también, de la última parte del pago.

En el modelo de negocio que siguen la mayor parte de empresas europeas de moda nupcial, el vestido se adapta (no es cien por cien a medida) a cada novia, que paga por adelantado una parte de la prenda y, en el momento de la entrega, hace frente al resto del importe. Tal y como explica Pronovias en su página web, las novias suelen acudir a la tienda seis meses antes de la boda: el día del encargo abonan un tercio del importe total; el día de la prueba, el siguiente tercio, y el día de la entrega, el último tercio.

Según fuentes del sector, las compañías del negocio de la moda nupcial se encuentran actualmente definiendo protocolos de actuación en caso de que las novias decidan darles plantón por la cancelación de la boda. Las empresas de tamaño grande, como es el caso de Pronovias, estudian la devolución del dinero, aunque sólo podrían hacerlo en sus tiendas propias y lo tendrían más complicado en las franquicias y en el canal multimarca.

Además, medidas de este tipo sólo podrían ser asumidas por compañías de tamaño grande, y el negocio de la moda nupcial se caracteriza por su alta atomización, con empresas de tamaño pequeño e incluso talleres artesanales.

Incluso las empresas estadounidenses, cuyo modelo de negocio no pasa por la medida, sufrirán las consecuencias. David’s Bridal, uno de los gigantes del sector, ha cerrado sus 300 tiendas hasta el 1 de abril, en uno de los periodos del año más fuertes en ventas, igual que otros grandes distribuidores del país, como Kleinfeld Bridal.

El impacto de la cancelación de celebraciones va más allá del vestido de novia. Con el objetivo de hacer frente a la caída en el número de bodas, las empresas y comercios multimarca han diversificado hacia el vestido de fiesta, dirigido a las invitadas. Si no hay ocasión para ponerse estos vestidos, no se venderán.

Pero no sólo eso. El sector ha encadenado los decretos de cierre de tiendas en prácticamente todo el mundo con la ruptura de su cadena de suministro. China es la mayor fábrica del mundo de vestidos de novia y la crisis del coronavirus provocó el cierre de fábricas y la paralización del transporte, provocando retrasos en la entrega de vestidos y de diferentes componentes.

El vestido de novia es uno de artículos textiles más complejos a la hora de su elaboración, lo que hace del aprovisionamiento una pieza clave de la cadena de valor del negocio. Con 10,6 millones de unidades, según los últimos datos disponibles, China es el mayor fabricante mundial de vestidos de novia.

Vietnam, con una industria similar a la de China, ocupa la segunda posición en el ránking de los mayores fabricantes de moda nupcial, seguido por Estados Unidos, con una producción de 1,8 millones de unidades. España es otro de los grandes exportadores del mundo de moda nupcial.

Los tiempos del sector 

Según un informe publicado el pasado febrero por Global Industry Analysts, el negocio mundial de los vestidos de novia supera los 33.000 millones de dólares y está previsto que crezca hasta 74.900 millones de dólares hasta 2025. España es uno de los mercados de referencia en el negocio, no tanto por su tamaño sino por el perfil de sus operadores.

Los tiempos de la moda nupcial son diferentes a los del resto del sector. El gran momento de la moda nupcial española y europea llega en febrero, cuando las empresas reúnen a sus clientes multimarca para mostrarles las colecciones del año siguiente.

Aunque las fases iniciales del proceso industrial ya han comenzado, tras la convención las compañías inician la producción de los muestrarios, que se entregarán en las tiendas de los clientes entre julio y septiembre. Estas prendas son las que las futuras novias se probarán en los puntos de venta durante todo el año siguiente. A medida que las novias van encargando sus vestidos, los clientes (el canal multimarca) van solicitando repeticiones.

Las empresas, que entre julio y agosto ya han comprado los tejidos, no comenzarán la producción hasta octubre. De todos modos, las marcas adelantan parte de su fabricación previendo cuáles serán los vestidos que más se venderán o los que más quieren empujar.

Oscuridad para después renacer: cómo reacciona la moda a los tiempos de crisis

Primero llega la depresión y después el mundo renace con alegría. Este es el ciclo natural de la economía después de las grandes guerras, un movimiento que se traduce también en la moda. Si muchos comparan la crisis sanitaria mundial del coronavirus con una guerra, ¿cómo será la moda de los próximos años? Relajación, practicidad o eliminación de los excesos son algunas de las tendencias detectadas por los analistas. ¿La diferencia con el pasado? Ahora las reglas no las marca el lujo, sino la gran distribución.

Conversión hacia la oscuridad. La primera reacción ante un periodo fuerte de inestabilidad, crisis o guerra suele ser una tendencia hacia la crudeza, la funcionalidad, la desaparición del adorno y la precaución. Sin embargo, inmediatamente después, el ser humano tiende a llevar la contraria a las circunstancias con un objetivo: volver a ser feliz. “Esto explica en gran parte el triunfo del New Look de Dior hacia la mitad de los años cuarenta”, explica el sociólogo, periodista y crítico de moda Pedro Mansilla. Según el experto, poco después del periodo de oscuridad, el país se “rehace”.

Una de las primeras crisis que transformó la manera de vestir fue la Revolución Francesa. Amalia Descalzo, profesora de Cultura y Moda de Isem, señala que “con ella se abolieron las normas sancionadoras en cuanto al vestir que se habían dado desde la antigüedad y cada ciudadano fue libre de vestirse según su gusto”.

“De aquello surgió un vestido femenino que fue realmente revolucionario, no sólo por interpretar en un vestido una de las proclamas de la Revolución Francesa como fue la libertad, sino también por tirar a la basura corsés y artilugios que ahuecaban las faldas”, añade Descalzo. El vestido que surgió entonces fue el llamado camisa, por parecerse en la simplicidad de las camisas interiores femeninas.

El final de la Primera Guerra Mundial supuso el pistoletazo de salida de unas décadas clave para la concepción del vestuario moderno. Las mujeres habían adoptado parte de los trabajos tradicionalmente masculinos durante la guerra, y su vestuario tras el conflicto también se masculinizó. Las siluetas ceñidas y encorsetadas se convirtieron en vestidos sin forma y de cintura baja. “Provocó un cambio tan radical en la moda que podemos hablar de ruptura o de un antes y un después”, explica Descalzo.

La urbanización de la población y el aumento del tiempo de ocio permitió también la irrupción de un nuevo fenómeno, la moda deportiva, que ya nunca abandonaría los armarios. La evolución de aquel estilo llegó tras el crack del 20, cuando se cambiaron las líneas rectas por modelos que resaltaban la figura humana, sin restringirla. En la década de los treinta, la moda huyó del horror de la guerra y la Gran Depresión con prendas elegantes y escapistas, se desarrolló la moda resort, pensada para viajes a climas más cálidos, y se expandió la moda deportiva con nuevos materiales más ligeros y funcionales.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, París volvió a reivindicarse como la capital de la moda y los talleres que habían permanecido cerrados comenzaron, progresivamente, a activarse de nuevo. Con el fin del racionamiento de tejidos y ropa llegó la era de la ostentación de todo aquello que había estado limitado: tacones, guantes y faldas con mucho cuerpo.

Pero si el New Look de Dior fue el fenómeno que marcó la era en los talleres de París (con sus consecuentes réplicas en los grandes almacenes de América), en la calle lo que mandaba eran las medias.

En agosto de 1945, ocho días después de la rendición de Japón, Dupont anunció que comenzaría a producir de nuevo sus populares medias de nailon. Entre septiembre de 1945 y marzo de 1946, se produjeron en Estados Unidos los “disturbios del nailon”, y en Pittsburgh llegaron a concentrarse más de 40.000 mujeres para comprar los apenas 13.000 pares que había a la venta.

Otros conflictos menores y más cercanos en la historia como la guerra del Golfo o los ataques terroristas de los años ochenta, también tuvieron su respuesta en la moda. Tras el primero, la moda abrió las puertas a la austeridad y tras el segundo, Hermès lanzó un Kelly transparente para aliviar el control de acceso a los aeropuertos. “La correlación entre la sociedad y la moda es una de las reglas que siempre se cumple a rajatabla”, apunta Pedro Mansilla.

Tras la crisis actual del coronavirus, los expertos coinciden que la pauta de reacción a la situación social será la misma, “pero a más velocidad”. Las condiciones de la crisis actual son diferentes, “porque el mundo cuenta con un factor que antes no existía: la hipercomunicación”, según Mansilla, y ya no es la alta costura quien dicta las tendencias, sino los grandes grupos de distribución.

“Sólo Inditex tiene la capacidad de decidir qué se puede o no hacer, porque es capaz de llevar esa propuesta a más de 7.000 tiendas de forma simultánea en todo el mundo”, señala Mansilla. “La moda es ahora lo que dicen los terminales de los ordenadores de las grandes compañías”, agrega. “La gran distribución se alineará con el lujo ya que la vanguardia no se divide por poder adquisitivo, sino por valores compartidos”, explica Javier Plazas, analista de tendencias y consultor de moda. “En un mundo global, los riesgos y las oportunidades son globales”, concreta el experto.

Para Mansilla, además, esta crisis cuenta con un elemento “buena dentro del terror”: la no rotura de las estructuras productivas. “Es más fácil recuperar la producción después de un mes paralizada que después de un año, en el que también ha habido bombas”, señala Mansilla.

Para Silvia Ortega, consultora de moda y lujo, se experimentarán dos fases en la moda tras la crisis del coronavirus. En la primera, “buscaremos recuperar el tiempo perdido con nuestros seres queridos y lo social y experiencial estarán en nuestra lista de prioridades”. “En una segunda fase, a medida que pase el tiempo y se recupere la normalidad, la indumentaria irá cobrando relevancia y la moda recobrará su razón de ser como expresión y vía de disfrute del ser humano”, aclara Ortega.

“La tendencia de la relajación en el vestir se habrá consolidado, reforzada por el tiempo transcurrido confinados en los hogares, pero el deseo de un dressing up irá en ascenso a medida que transcurra el tiempo y mejore el contexto económico”, puntualiza la experta.

El oportunismo será uno de los reflejos que dejará en la moda la crisis del coronavirus. Mansilla explica que los grupos que se suben a la pasarela inventarán reflexiones que remitan a la situación de conflicto, donde el público podrá identificarse. En este caso, el experto no descarta que la próxima temporada se vean “mascarillas con el logo de Gucci o guantes de quirófano con el sello de Dior”.

Plazas se muestra de acuerdo con esta opinión. El experto afirma que desde el conflicto de Irak el mundo no ha dejado de estar en guerra, ya sea una guerra cibernética o bacteriológica. “La guerra contra el cambio climático, las protestas de los chalecos amarillos o los conflictos de Hong Kong son situaciones a las que la moda responde en tiempo real con símbolos como capucha o guantes”, explica.

“Tenemos las necesidades materiales cubiertas, pero no las afectivas, por lo que en un futuro próximo probablemente buscaremos marcas que nos aporten sensación de cobijo emocional y seguridad”, aventura Ortega. “Marcas con fuertes valores y compromiso por crear un mundo mejor, transparentes e íntegras y que durante esta situación estén poniendo sus recursos a disposición de la sociedad, como puede ser Inditex con la elaboración batas, Callaghan con mascarillas o LVMH, con la fabricación de gel sanitario en sus fábricas de perfumes”, añade la experta.

En ese sentido, Plazas también destaca que la moda tiene la responsabilidad de no banalizar los mensajes que se puedan malinterpretar, y sensibilizar con colecciones y mensajes. “Esta crisis llevará a evitar cualquier atisbo de ostentación y dado que el concepto de guerra ha cambiado, afectará de una forma diferente, hacia el minimalismo”, explica. “El enfoque que las marcas tenían ahora hacia la sostenibilidad pasará también a la idea de cuidar a las personas”, detalla Plazas.

“Es difícil hacer previsiones sobre lo que va a venir”, destaca Ana Balda, profesora de la Universidad de Navarra. “Seguramente se dejará de hablar de apocalipsis porque la gente tiene ganas de salir a la calle y concentrará sus fuerzas en salir adelante”, añade la experta.

“Sería interesante tener en cuenta el papel que ocupará la industria textil y su papel en la creación de tejidos inteligentes”, explica Descalzo. “La indumentaria militar siempre ha sido muy importante en la evolución del traje civil a lo largo de la historia, a ellos les debemos todos los tejidos inteligentes que disfruta la sociedad civil”, señala la experta. “Creo que a partir de aquí la industria textil y con ellos los creadores de moda estarán ocupados en incluir un vestuario realizado con tejidos inteligentes que nos libren de estos enemigos que no vemos como son los virus”, añade Descalzo.

El aumento del entorno digital y el mercado de la segunda mano son las dos principales tendencias que identifica Plaza que despuntarán tras la actual situación. La reventa de ropa terminará de imponerse entre los consumidores, “que tras el confinamiento se darán cuenta de la cantidad de ropa que no usan”, explica Plaza.

Para Plazas, Netflix e Instagram son ahora quienes dictan las tendencias, y el mundo está más conectado que nunca. De hecho, el experto apunta a que se aumentará la inversión en esports, ya que “ahora hay millones de personas en el planeta jugando diariamente”. “Son los únicos deportistas en activo, la audiencia está ahí y va a ir a más, y las marcas le seguirán”, concreta Plazas.

Existen otras tendencias que van a afectar al sector en general según Plazas, que van más allá del diseño. Una de ellas es el impacto en el ámbito de los recursos humanos a la hora de contratación de nuevos perfiles. El experto opina que los perfiles tecnológicos serán los más demandados para trabajar en entornos digitales tras el boom después de la crisis. También en este sentido, Plazas añade que aumentará la contratación de freelances, ya que es probable que se abra una ventana a la colaboración de empresas con profesionales.

La flexibilidad laboral también será una de las consecuencias tras la crisis del coronavirus, ya que esta situación ha dejado ver que no es necesario trabajar desde una oficina, aclara el experto. Plazas también asegura que el modelo de distribución también cambiará tras el confinamiento y generará nuevos conceptos de retail. “Aumentarán las pop ups y también se dará lugar a nuevos conceptos de tiendas experienciales para compensar el crecimiento del ecommerce y generar más experiencias en el punto de venta”.

Plazas también anticipa un aumento de las colaboraciones entre marcas al hilo de la humanización de la sociedad. “Es muy probable que esta sea una de las consecuencias como respuesta a todo lo que está sucediendo”, concluye Plazas. 

Juan Duyos: “Crear una marca de moda es tirarse a una piscina sin agua, muy poca gente empieza con colchón”

Creatividad, sostenibilidad, big data o Rosalía. El diseño es la piedra angular del sector de la moda. A lo largo de 2020, Modaes.es publicará una serie de entrevistas con los principales diseñadores de moda en el país para debatir sobre las tendencias más relevantes del sector en la actualidad y analizar cómo evoluciona el papel del diseño a medida que el sector se transforma.

Tesón y foco. Estos son los ingredientes necesarios, según Juan Duyos, para poner en marcha una marca de moda. “Siempre, en todas las épocas y en todo el mundo, es tirarse a una piscina sin agua, muy poca gente empieza con colchón”, asegura el creativo. El diseñador, que pasó por el taller de Manuel Piña y el equipo de diseño de Don Algodón, comenzó su carrera en solitario de la mano de Cecilia Panigua, con la marca Duyos&Panigua. Hoy continúa con su propia firma, especializada en fiesta.

Pregunta: ¿Sobran diseñadores independientes en España?

Respuesta: Cada uno tiene que encontrar su hueco. Los que hacen costura, los que hacen pret-â-porter, los que venden online, los que hacen moda rápida, etc. El exceso no existe si tú tienes tu hueco y tu target claro. Si haces algo que ya puede existir o que tiene mucha oferta, es más complicado. Ahora hay una gran libertad de combinar las prendas más baratas con las de alta costura, eso es lo sano.

P.: Muchos diseñadores españoles crearon su propia firma tras salir de la escuela. ¿Es un error?

R.: Crear una marca de moda siempre es como tirarse a una piscina sin agua, en cualquier época y en cualquier década en el planeta entero. Crear tu propia marca es empezar siempre de cero, nadie o muy poquita gente empieza con un colchón enorme. Si tú quieres crear tu marca de cero tienes que tener muchísimo tesón y luego, poco a poco, ir creciendo. Eso es lo que me ha pasado a mí en estos veintitrés años.

P.: ¿Hay hueco para vender a precio de diseñador independiente más allá de la ceremonia?

R.: Nosotros nos hemos dedicado más a la ceremonia porque es una moda lenta, artesana y muy experiencial. Cada uno tiene que saber lo que sabe hacer bien y con qué se siente cómodo. Lo que ofreces tiene que ser real porque al final todo eso se nota en las prendas y en el trato.

P.: ¿Sigue habiendo hueco para el prêt-à-porter en tiempos del fast fashion?

R.: Con el pret-â-porter no hay competencia. Inditex generó, de algún modo, una avalancha de consumo de comprar, usar y tirar: para mí es súper irresponsable. Hacer miles de colecciones para que la gente consuma y luego las tire… No estoy de acuerdo con eso. Nosotros nos hemos separado absolutamente de ese sistema porque ni me gusta, ni me siento cómodo, ni me apetece. Además, tampoco lo sé hacer. Nosotros nos hemos ido a una moda más sostenible y artesana porque es lo que sé hacer. Ellos quieren vender mucha ropa y muy rápido para que la tiras y te la vuelvas a comprar. Yo quiero que la ropa perdure en tu armario, que la puedas heredar, y que sea un objeto y una experiencia mientras la haces.

P.: ¿Tienen sentido tantas pasarelas en España?

R.: Para nosotros sí. Si vamos a enseñar la moda al norte o al sur, conseguimos que las clientas nos conozcan porque acercas mucho más tu forma de hacer las cosas en esas provincias de España. Desde luego no aceptamos todas a las que nos invitan, pero si nos conviene siempre sale bien.

P.: ¿Para qué sirven?

R.: Es una promoción enorme de tu marca. La alta costura de París sirve para promocionar la marca y crea un sueño porque haces un producto que inspira al público.

P.: ¿El low cost ha dañado a la moda?

R.: Ha dañado a la moda que existía en ese momento. La moda era un objeto deseado, en el momento que se devalúa el precio de prendas porque hay muchas, algo de daño hace. Pero ha pasado en el cine, ha pasado en la aviación, ha pasado en el periodismo, en todos los sectores.

P.: Qué le recomendaría a un diseñador que empieza, ¿irse a Inditex o crear su propia marca?

R.: Hay gente que le gusta diseñar para Inditex o para las grandes masas. A mí me parece admirable porque sus diseños llegan a muchísima gente. Pero este no es mi camino porque no es mi forma de consumir.

P.: El precio manda hoy en la compra de moda. ¿Se puede revertir?

R.: En el consumidor español hay de todo. Hay gente que se quiere gastar muchísimo dinero en ropa de usar y tirar, y hay gente que prefiere tener menos cosas en el armario. O combinarlas, para mí esto es lo sano. Yo prefiero tener una buena camisa y nos buenos pantalones, que no tienen porqué ser de costura. Si quieres, puedes y te gusta la moda, lo sano es combinarlo.

P.: ¿Diseñar de forma independiente es una cuestión de ego o de necesidad?

R.: Como yo lo vi, fue una necesidad. Cuando yo acabé de estudiar, empecé a trabajar con Manuel Piña y con él aprendí lo que me gustaba de la moda. Abrí mi propia marca, empecé a trabajar en Don Algodón y allí también vi otra industria que me apetecía menos. Yo opté por impulsar mi propia firma para poder disfrutar de mi manera de ver la moda. Soy un afortunado, trabajo en lo que me gusta y además lo he elegido.

P.: ¿Qué lecciones sacó de aquellos inicios?

R.: Lo que me gusta de la moda. Esa forma de entender la moda sigue apeteciendo a muchísima gente, es como la cocina de autor. Con mis maestros aprendí lo que me gusta, y lo que no.

P.: ¿Y qué no le gusta?

R.: El fast fashion. Además, no me interesa ni como consumidor. En este momento en el que existe esta preocupación por la sostenibilidad, quién tenga dos dedos de frente se tendría que replantear porqué se tiene que comprar una camiseta o una falda cada cierto tiempo para después tirarla. Ahora está muy de moda la sostenibilidad y todo el mundo quiere ser sostenible, pero yo llevo siendo sostenible desde que tengo uso de razón.

La influenza de 1918: El rostro de otra epidemia en República Dominicana

Como pesadilla recurrente, el Covid-19 hace remembranza a la gran epidemia de influenza que azotó la República Dominicana a partir de noviembre de 1918. La “influenza española”, nombre que utilizaron las autoridades sanitarias de Santo Domingo,en realidad se trataba de una pandemia que tenía más de cuatro meses azotando el mundo entero y que se difundía tanto por vía terrestre como marítima.

En Santo Domingo, la epidemia fue esperada con pavor durante un tiempo pues los cables telegráficos daban frecuentes noticias de la progresión de la enfermedad. Esta, finalmente, llegó al país por barco a Barahona a mediados de noviembre y, de inmediato, las autoridades decretaron una cuarentena en los principales puertos del país, tanto terrestre como marítima. Igualmente los barcos procedentes de Barahona y Azua; al arribar a otros puntos del país debían mantenerse a 200 metros de la costa durante siete días.

A pesar de esas medidas, la pandemia se difundió aceleradamente. Como si fuera práctica del siglo XXI, las autoridades sanitarias prohibieron las reuniones públicas en teatros, casinos, clubes, centros de recreo y otros establecimientos análogos. De igual manera fueron clausuradas todas las escuelas públicas y se prohibieron las reuniones y velorios en las casas de los fallecidos a causa de la influenza.

Aunque fue extendida al interior del país la cuarentena para evitar que se propagara de una ciudad a otra, pronto habrían noticias de que la población de los pueblos también enfermaba masivamente y muchos morían a consecuencia de la misma.

Conociendo que el mal se trasmitía desde boca y nariz a las vías respiratorias, las autoridades sanitarias recomendaron el uso de mascarillas de gasa y tela de algodón al tratar o visitar a los enfermos. Muchas personas utilizaban las mascarillas para salir a la calle, y algunas de ellas rellenaban las con cristales de alcanfor o con dientes de ajo.

Finalizando octubre de 1919, cuando las autoridades consideraron terminada la epidemia, dijeron haber registrado unas 96,828 personas contagiadas y 1,654 fallecidas. Aunque esas cifras, en comparacion con las de otras partes del mundo, no fueron tan alarmantes, es decir el 2% de los contagios registrados, esta terrible enfermedad tomó la vida de miles de familias.

Esta historia, vivida en la República Dominicana, no debe más que hacernos conscientes de la situación que estamos afrontando y afrontaremos. Mantenernos informados, previsorios y disciplinados hará, como hace más de un siglo, que marquemos la diferencia.

Para conocer la historia en detalle, le sugerimos consulte el artículo del Dr. Frank Moya Pons: https://plenamar.do/2020/03/la-influenza-de-1918/

El coronavirus golpea las pantallas del séptimo arte

La crisis mundial que ha generado el Coronavirus también está afectando a la industria del entretenimiento, en particular, la del cine, que tenido que reprogramar los rodajes y estrenos de millonarias películas debido a las medidas que se están tomando para evitar que la enfermedad siga expandiéndose en todo el planeta.

Con miles de salas de exhibición cerradas en los países afectados por esta pandemia, el séptimo arte trata de ver cómo sobrevive a esta situación que curiosamente ha sido el tema central de muchas películas a la largo de su historia.

Además, la inesperada enfermedad está perjudicando a los festivales de cine que han tenido que tomar la decisión de posponer frente a la situación que se vive actualmente. Este es el caso del conocido Festival de Cannes, al cual acude todos los años la élite de actores y directores, pero que en esta ocasión pudiera no celebrarse.

Los organizadores de este evento ya informaron que debido a la crisis de salud y ante la evolución de la situación que se vive con el coronavirus, el 73º Festival de Cannes no podrá celebrarse en las fechas programadas del 12 al 23 de mayo de 2020.

Asimismo se indicó que la decisión definitiva respecto a su realización se daría a conocer el 16 de abril tras la reunión de la comitiva. Sin embargo, dada la crisis de salud a nivel internacional, la organización del Festival de Cine de Cannes anticipó el anuncio de que el encuentro no se realizará en la fecha que estaba originalmente prevista.

“Tan pronto como la evolución de la situación sanitaria francesa e internacional nos permita evaluar la posibilidad real, daremos a conocer nuestra decisión, en el marco de la consulta actual con el Estado y la ciudad de Cannes, así como con el Consejo, la Administración del festival, profesionales del cine, y todos los socios del evento. Hasta entonces, el Festival de Cine de Cannes unirá su voz a todos aquellos que piden firmemente que todos respeten el confinamiento general y muestren solidaridad en estos tiempos difíciles para el mundo. Hasta muy pronto”, refiere un mensaje publicado en la cuenta oficial del festival.

Hay que destacar que unas 60 mil personas asistieron a esta importante cita del séptimo arte en 2019, entre actores, actrices, directores, productores, prensa y turistas. Pero una aglomeración de este tipo en el contexto actual resultaría imposible por el alto riesgo de contagio que supone la temida enfermedad.

“Será muy difícil por no decir imposible seleccionar películas procedentes de China, Corea, Irán, Italia y, sin duda, de unos cincuenta países más sabiendo que sus actores y los realizadores no podrán moverse”, dijo un miembro de la junta directiva del Festival de Cannes en conversación con el medio francés Le Point.

Temporada en riesgo

Igual suerte que el Festival de Cannes pudiera vivir la esperada temporada de los principales premios que se entrega Hollywood a las mejores películas del año.

Al respecto, la Academia de Hollywood encargada de realizar los Oscar explicó en un comunicado que por ahora su prioridad es ayudar a los miembros de la industria cinematográfica durante la crisis generada por el coronavirus, por lo que no descartan cambios en los premios debido a los efectos ocasionados por esta de esta pandemia.

“Estamos en el proceso de evaluar todos los aspectos de este incierto panorama y qué cambios quizá tengan que hacerse. Estamos comprometidos a ser ágiles y previsores, mientras discutimos qué es lo mejor para el futuro de la industria. Haremos más anuncios en los próximos días”, añadió un portavoz de la academia a los medios.

La 93° edición de los Oscar está prevista para celebrarse el 28 de febrero de 2021 en el Dolby Theatre de Los Ángeles, pero esta fecha está en duda debido a las consecuencias generadas por el coronavirus en la industria del cine y que podrían modificar los requisitos para que una película pueda optar por las doradas estatuillas.

Esto se debe al requisito relacionado con la obligatoriedad que tiene que cumplir una cinta de exhibirse al menos durante una semana en un cine comercial del condado de Los Ángeles, a lo largo del año que precede a la gala. No obstante, con las salas de cine cerradas por ahora y con los retrasos que se están dando en el estreno de cintas, cumplir con esta regla es casi imposible.

Por: David Rodríguez Andara

Iniciativas empresariales para contribuir a la prevención del COVID-19

Ron Barceló y Cervecería Nacional Dominicana anunciaron recientemente que, ofreciendo su apoyo a las autoridades, se unen a los esfuerzos para ayudar a reducir el riesgo de contagio entre la población dominicana con el COVID-19.

Donarán una parte importante de su producción de alcohol para convertirlo en alcohol etílico al 75%, de modo que pueda ser utilizado como sanitizante. El producto se hará llegar de forma gratuita en distintas localidades del país, apoyándose en la fuerza de distribución de Cervecería Nacional Dominicana.

En coordinación con el Gobierno nacional para apoyar sus esfuerzos se entregará el alcohol donde más sea necesario y ayudar así a la población más vulnerable ante la actual situación. Este sanitizante tendrá distribución a nivel nacional, dando prioridad a hospitales, centros de atención sanitaria y los puntos que dispongan las autoridades.

COVID-19: ¿Cómo daña al bolsillo del deporte?

El Comité Olímpico Internacional (COI) se encuentra en una encrucijada. La celebración de los Juegos Olímpicos, previstos para Tokio entre julio-agosto de 2020, enfrenta con grandes brechas de probabilidad una cancelación producto de la ya escalada crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 o coronavirus, que alcanza a fecha actual en 185 países unas 11,012 muertes y 267,013 casos sospechosos.

Dicha cancelación ha sido presentada al Comité Olímpico por esfuerzos conjuntos de poderosas federaciones del deporte, conscientes del aumento exponencial del riesgo infeccioso que podría traer consigo masivas aglomeraciones de fanáticos y deportistas de diferentes naciones del mundo en estadios o centros deportivos.

El número de organizaciones deportivas preocupadas por los posibles peligros que implicarían dichas Olimpíadas y que han hecho llamados de atención al Comité Olímpico Internacional (COI) ha aumentado por día; pero dicho comité aún se ve escéptico ante la cancelación de dichos juegos a unos 4-5 meses de su celebración.

En el mismo sentido diversas organizaciones deportivas estadounidenses, sumadas a la Federación de Atletismo de los Estados Unidos, alarmadas por la rápida y letal expansión del COVID-19, han solicitado al Comité Olímpico Internacional (COI) la postergación de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

La fórmula de la crisis que se entrevé para el bolsillo del deporte no se limita a amenazas de contagio masivo ni a insistentes llamados de organizaciones deportivas. Uno de los mercados que podrían verse severamente afectados por la pandemia en curso y que hasta ahora no ha presentado a nivel global una picada notable, es el de fichajes para clubes de fútbol profesional y agentes.

Dicho mercado de fichajes, en el que se manejan cuantiosas sumas de dinero, consiste en la transferencia de jugadores profesionales de club a club en un período específico del año, dividido entre mercados de invierno y de verano.  La pandemia de COVID-19 traerá consigo un límite en los traspasos de jugadores profesionales, la penalización de clubes y agentes, contratos finalizados, jugadores en la pista de despegue y clubes carentes de recursos para reforzar. Entradas fijas como el acceso diario a museos de estadio y actividades pedagógicas se deberán cancelar.

Sobre las cancelaciones de eventos deportivosque se han venido materializandose debe hablar con mayor prontitud al representar pérdidas enormes para clubes y centros de recreación deportiva. La Federación Italiana de Fútbol, país que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado el de mayor número de muertes, sobrepasando incluso a China (foco primario de infección), ha cancelado todo tipo de actividades hasta el 3 de abril de 2020. Dicha medida afectará cerca del 75% de clubes profesionales del país y traerá consigo pérdidas valoradas en 600 millones de euros por derechos televisivos y 200 millones de euros de perjuicio por patrocinadores.

Se han suspendido Ligas en España al menos por dos semanas, en Reino Unido (hasta el 30 de abril), en Alemania (hasta el 2 de abril), en Portugal y en Francia. El total de pérdidas estimadas para las cuatro grandes Ligas de fútbol de Europa: España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, suman unos 4,000 millones de euros (4305.4 millones de dólares). Los duelos de Octavos de Final de la Champions League fueron también suspendidos.

La UEFA ha decidido posponer la Eurocopa para el mismo período en curso del año próximo. En el mismo sentido, los directivos de clubes de renombre como el Barça, para el que un 70% de su presupuesto representa el salario de sus jugadores, evalúa reducciones salariales en las semanas o meses que dure el “paro” deportivo. Los directivos aguardan la cooperación indiscutible de sus jugadores para afrontar esta crisis.

Los partidos de la Selección Mexicana programados para marzo en los Estados Unidos, República Checa y Grecia, han sido cancelados. El Mundial de Qatar y la Copa Libertadores fueron también suspendidas. La Copa América fue pospuesta para el próximo año.

Diversas ligas en los Estados Unidos han cancelado todo tipo de actividades, como: NBA (que estima pérdidas solo en derechos de taquilla, unos 500 millones de dólares y en total 1.2 billones de dólares); NHL, MLS por 8 semanas y Nascar (que combinados estos tres perderían alrededor de 900 millones de dólares; MLB (que estima pérdidas de 2 billones de dólares); NCAA (con pérdidas estimadas en 1 billón de dólares). Ligas de tenis retomarán actividades el 7 de junio de 2020, como: la ITF, la ATP y la WTA.  Eventos como el Moto GP, Medio Maratón de Madrid y GP de la Fórmula 1 han restringido y/o suspendido actividades.

La industria del deporte, uno de los soportes esenciales de la industria del entretenimiento, se enfrentará también a las terribles consecuencias de la pandemia COVID-19 o coronavirus. La respuesta a una crisis de tal magnitud, conllevará objetividad, cooperación y estrategia.

Primark paraliza su producción y cancela todos sus pedidos

Primark paraliza su producción. La cadena irlandesa de moda low cost ha pedido a sus proveedores paralizar toda la producción actual y ha cancelado todos los pedidos, según Drapers.

Todas las tiendas del grupo fuera de Reino Unido están actualmente cerradas, y estas últimas lo harán esta misma noche. “Nos hemos quedado sin ninguna otra opción que tomar esta medida”, apunta Paul Marchant, consejero delegado de Primark, al medio británico en relación a la cancelación de pedidos.

“Tenemos grandes cantidades de stock en nuestras tiendas, almacenes y en tránsito, que está pagado, y si no tomamos esta acción ahora estaríamos asumiendo la llegada de stock que simplemente no podemos vender”, añade el ejecutivo. “Es una acción sin precedentes para unos tiempos sin precedentes y, honestamente, inimaginables”, concluye el ejecutivo.

La semana pasada, la empresa estimó que sólo en las tiendas de Francia, España y Austria, las primeras en cerrar, se preveían unos ingresos de 190 millones de libras (210 millones de euros) en las próximas cuatro semanas.

Las 189 tiendas de Reino Unido, que cierran hoy, generan el 41% de la facturación total de la cadena, que en 2019 generó unas ventas de 7.792 millones de libras (9.022 millones de euros).  

El retailer británico New Look también ha paralizado toda la producción actual y futura mientras analiza el avance de la situación. Además, ha ofrecido a sus 13.000 empleados una reducción voluntaria de jornada o el uso de sus vacaciones. 

Precios antiacopio, la ejemplarizante medida de un supermercado danés

Un gel de mano 5,50€, 2 geles 134€, un supermercado danés está llevando a cabo un interesante medida para evitar el acopio de bienes de primera necesidad.

Uno de los problemas que más se ha hecho visible estos días a raíz de la crisis del Coronavirus es que en cuestión de minutos se agotan productos desinfectantes y de primera necesidad, como, por ejemplo, el papel higiénico o los geles desinfectantes de manos. Por eso, algunos establecimientos están llevando curiosas medidas para evitarlo.

Es el caso, por ejemplo, de Hellerup en Dinamarca, que ha incrementado de forma desorbitada el precio de la segunda unidad de varios productos de primera necesidad.

A pesar de que pueda parecer una medida extrema ha sido muy aplaudida por clientes y usuarios de redes sociales.

comercios-innovadores-bilbao-pricing-antiacopio-2.png

El Gobierno prorrogará el estado de alarma quince días más

España seguirá confinada quince días más. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado hoy a los presidentes autonómicos su decisión de prorrogar el estado de alarma durante quince días más. Para ello, el Gobierno tendrá que pedir autorización al Congreso de los Diputados.

En un discurso institucional el sábado por la noche, Sánchez ya a adelantó que “lo peor está por llegar” y que “estamos en un momento muy crítico y van a llegar días muy duros”. Con la ampliación del estado de alarma, España quedará confinada durante toda la Semana Santa, hasta el 12 de abril.

El Consejo de Ministros decretó el estado de alarma el pasado sábado, 14 de marzo. Es la segunda vez desde la reinstauración de la democracia que se adopta esta medida excepcional, que permite limitar las libertades personales.

El Real Decreto incluye el cierre de todo el comercio no esencial y la limitación de movimientos salvo en ocho supuestos, como ir al supermercado o a un centro de salud. 

¿Necesitas Ayuda?

Llamanos a + 57 (4) 4480095

Grupo Mercadeo en USA

DICO CUSTOM LLC es miembro de DICO EXHIBICION Y DISENO COMERCIAL S.A.S. - GRUPO MERCADEO, empresa de arquitectura comercial, fabricante de mobiliario comercial.

Comencemos a trabajar, dinos tu proximo proyecto para cotizar y acompañar