Italia duplica su inversión para paliar la crisis del coronavirus: destina hasta 7.500 millones

Italia duplica su inversión para paliar la crisis del coronavirus. El primer ministro del país, Giuseppe Conte, ha anunciado que el gobierno invertirá hasta 7.500 millones de euros para apoyar a los sectores y trabajadores más expuestos.

“Estas medidas son extraordinarias y urgentes”, ha expresado Conte. El país duplica así la inversión propuesta el pasado domingo, cuando el ministro de Economía del país, Roberto Gualtieri propuso un decreto para dotar de recursos adicionales a los afectados de hasta 3.600 millones de euros.

El nuevo decreto ley contempla, entre otras medidas, la suspensión de pagos durante dos meses de las facturas de luz, gas, agua y basuras para los municipios sometidos a aislamiento obligatorio.

 

En paralelo, también se contempla la congelación durante un año del pago de los préstamos concedidos a los negocios de la zona afectada para el Desarrollo Empresarial, que depende del Ministerio de Economía, y un subsidio especial de 500 euros al mes durante un máximo de tres meses para los trabajadores autónomos que se hayan visto obligados a suspender su actividad.

La crisis del coronavirus ha puesto a Italia en el punto de mira. Esta semana, Standard&Poor pronosticó que el impacto del Covid-19 empujaría al país a la recesión en 2020, con un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,3%.

Una de las regiones más afectadas por el coronavirus en el país es Lombardía, donde hasta el jueves se habían contabilizado 1.777 afectados. En el país, el numero de contagios asciende a 3.296 personas.

La producción textil acelera su caída: inicia 2020 con un retroceso del 7,5%

La producción textil acelera su caída. El Índice de Producción Industrial (IPI) del sector inició 2020 con un retroceso interanual del 7,5%, frente a la caída del 5,2% del mismo mes de un año atrás, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La caída de la producción viene después de un año desigual. En 2019, el sector registró una evolución de dientes de sierra, combinado subidas moderadas, como la del 0,6% en septiembre y fuertes descensos, como del 13,6% en junio.

El retroceso del textil en enero se desmarca de la evolución del conjunto de la industria española, que en enero registró un incremento del 0,2%. Con esta subida, el IPI general deja atrás la caída del 1,2% de diciembre.

La confección, por su parte, también encogió su producción en enero, registrando una subida interanual del sólo el 2,5%, frente al alza del 11,4% de diciembre. El cuero y el calzado finalizó el primer mes del año con un retroceso del 0,8%.

Por grupos más concretos de actividad, la preparación e hilado de fibras textiles, los acabados textiles y la confección de prendas de vestir de punto registraron los mayores descensos, con caídas del 13,2%, del 16,6% y del 9,3%, respectivamente.

Los subsectores que mejor evolucionaron en enero fueron la fabricación de tejidos textiles, la confección de prendas de vestir, excepto peletería y la preparación, curtido y acabado de cuero, con alzas del 1,1%, del 3,4% y del 9,8%, respectivamente.  

Gap coloca al frente a la consejera delegada de Old Navy

Gap rearma su cúpula. El grupo estadounidense, cuarto mayor grupo de distribución de moda del mundo, ha nombrado a Sonia Syngal como nueva consejera delegada. Syngal estaba desde 2016 al frente de la cadena Old Navy, el concepto que mejor evoluciona del grupo.

La ejecutiva relevará en el cargo a Robert J. Fisher, que lideraba la empresa de forma interina desde la salida, el pasado noviembre, de Art Peck. Su nombramiento será efectivo el próximo 23 de marzo. Syngal se incorporará también al consejo de administración y su prioridad será “reforzar el desempeño de toda la cartera de marcas”, según ha explicado Gap en un comunicado.

“Hemos buscado a una líder dinámica que pudiese aportar un profundo respeto por los consumidores y tomar las decisiones necesarias para aportar valor a nuestras marcas a largo plazo”, apuntó Bob Fisher.

 

Con Syngal al frente, Old Navy disparó sus ventas de 7.000 millones a 8.000 millones de dólares en tres años y expandió su presencia en Norteamérica a más de 1.200 establecimientos. La directiva se incorporó a Gap en 2004 tras una carrera en grandes compañías como Sun Microsystems y Ford.

Antes de tomar las riendas de Old Navy, Syngal fue responsable del negocio de la empresa en Europa y vicepresidenta ejecutiva de supply chain, entre otros puestos. Dada la buena evolución de Old Navy, el anterior consejero delegado de Gap, Art Peck, planteó escindir la cadena en una nueva compañía cotizada. Sin embargo, el proyecto se canceló a principios de este año.

Por otro lado, Bobby Martin será nombrado presidente ejecutivo, también el próximo 23 de marzo. El ejecutivo fue consejero delegado de Walmart, consejero de Dillard’s y forma parte del consejo de administración de Gap desde 2002.

El grupo también incorporará otros dos miembros a su consejo de administración: Elizabeth Smiths, ex consejera delegada de Bloomi’ Brands, y Amy Miles, ex primera ejecutiva de Regal Entertainment Group.

De los gallegos de Inditex a los escoceses de Primark: los ‘ejércitos’ que arman las tiendas de la moda

Es mediodía y en el corazón de Barcelona un grupo de hombres hablan inglés con acento de Escocia. No son turistas, sino una armada de obreros que han volado directamente desde Reino Unido para dar forma al próximo flagship store de Primark en pleno centro de la ciudad: Plaza Cataluña.

La compañía comenzó las obras a finales del año pasado para convertir el antiguo El Corte Inglés en su primera macrotienda a pie de calle en la ciudad. Tras meses de trabajo a toda velocidad, el establecimiento cuenta ya con la señalización exterior y su apertura está prevista para el 6 de abril. El establecimiento cuenta con 7.253 metros cuadrados repartidos en 6 plantas y se encuentra en un eje estratégico, en la esquina entre Plaza Cataluña y Las Ramblas.

Tras años operando principalmente en centros comerciales y a las afueras de las grandes ciudades, Primark dio el salto a un eje prime en España en 2015, con la apertura de su joya de la corona, un establecimiento de 12.500 metros cuadrados en la Gran Vía de Madrid. Ha hecho falta un lustro para que el gigante irlandés del low cost dé con un local adecuado para repetir la operación en el centro de Barcelona.

 

 

 

Todas las obras en el inmueble, propiedad de Zambal, están siendo llevadas a cabo por una equipo de obreros escoceses que se encarga de todas las aperturas de la cadena en Europa, de Bratislava a Milán.

Primark no es la única empresa que opta por confiar en un único constructor para su estrategia global. Inditex ha empleado tradicionalmente a las mismas compañías gallegas para reformar y equipar sus tiendas en los más de noventa países en los que opera, y hoy esos proveedores se han convertido en multinacionales que trabajan por todo el planeta.

Primark, rey de la moda en España

Primark es la primera cadena de moda de España por número de compradores, aunque ha perdido empuje en el último año. Según datos de Kantar, la cadena sumó en 2019 un 2,5% de compradores, hasta contar con 10,7 millones de clientes en España. Le sigue en la tabla Zara, con 9,08 millones de compradores el año pasado, un 10,4% más.

España es uno de los países en los que Primark emprendió su expansión internacional y se mantiene como uno de sus principales mercados en el extranjero. Según los últimos datos disponibles, la empresa elevó un 5% sus ventas en el país en 2018, hasta 1.546 millones de euros. 

Pompeii recupera a Cosme Bergareche y prepara su asalto a la moda

Pompeii rescata a uno de sus fundadores. Cosme Bergareche, cofundador de la marca de zapatillas, ha regresado a la empresa dos años después de fichar por El Ganso. El emprendedor será el responsable de continuar la evolución de Pompeii en producto, tanto en sneakers como en ropa, según han confirmado desde la compañía a Modaes.es. La empresa cerró 2019 con un crecimiento del 60%. 

Bergareche fue uno de los fundadores de la firma, nacida en 2014, junto con Jaime Garrastazu y los hermanos Jorge y Nacho Vidri. Los emprendedores, apodados en sus inicios los Backstreet Boys del calzado por los industriales de Elche, dieron forma (con una inversión de 18.000 euros) a una de las start ups de mayor recorrido de los últimos años.

En febrero de 2018, Bergareche abandonó la empresa para incorporarse a equipo de diseño de hombre de El Ganso, que valoró entonces su entrada como “un soplo de aire fresco” y su papel en “el éxito de una marca de zapatillas popular entre los más jóvenes”.

Tras su regreso, Pompeii quiere seguir reforzando su oferta con zapatillas y también ropa, uno de los vectores de su plan estratégico. La empresa ya ha tanteado el sector con colaboraciones con marcas como Scalpers con quien lanzó una colección cápsula de prendas y calzado. El pasado noviembre, la firma dio otro paso adelante con una colección de ocho camisetas y nueve sudaderas unisex, fabricadas en Portugal.

“Nuestro foco son las zapatillas y seguirán siéndolo”, explicaba Garrastazu a Modaes.es a finales de 2019. “Pero a medio plazo queremos continuar impulsando el desarrollo de nuevos productos como ropa y complementos”, apunta.

El otro vector de crecimiento de la empresa es el desarrollo con retail. Tras cuatro años operando únicamente online, Pompeii puso un pie en la calle en noviembre de 2018 con una apertura en la calle Fuencarral.

Desde entonces, la empresa ha aterrizado también en Valencia, donde abrió en el número 3 de la calle Jorge Juan; Sevilla, con una apertura en el número 47 de la calle Sierpes, y Bilbao, donde se acaba de instalar en el número 29 de Hermosilla. Su próximo paso sería Barcelona, donde todavía no ha concretado ubicación.

A medio plazo, Pompeii contempla tejer una red de entre veinte y veinticinco tiendas, como máximo. Para financiar su expansión, la empresa cerró en 2018 su primera ronda, en la que captó un millón de euros y dio entrada a un pool de inversores capitaneado por el ex consejero delegado de Ecoalf, José Múgica. Sus fundadores, Jaime Garrastazu y Nacho y Jorge Vitri, mantienen una participación mayoritaria en el capital.

Coronavirus: Turquía sube precios y amenaza los márgenes de la moda en 2020

Ya no sólo el ecommerce amenaza los márgenes de la industria de la moda. Un nuevo elemento sobrevenido presiona a la baja los márgenes del sector. El traslado de forma repentina de producciones a Turquía está llevando a una subida de precios y los gigantes se preparan ya para un recorte de sus márgenes en 2020. “Hay colapso de capacidad: los que ya estaban allí han conseguido espacio, pero los que hemos llegado tarde o no tenemos opción o pagamos más”, afirma un ejecutivo del sector.

La situación se repite en Marruecos, Túnez, Rumanía y Portugal, pero Turquía es el mercado por el que más están apostando los grupos de moda para hacer frente a la ruptura de la cadena de suministro por la paralización de las fábricas en China y la afectación de puertos y aeropuertos.

Son varios los ejecutivos del sector que alertan ya de una subida de precios, principalmente en Turquía. El impacto de este movimiento de los proveedores turcos se notará, sobre todo, en la temporada otoño-invierno 2020, aunque los márgenes de todo el ejercicio están ya comprometidos.

Además de la proximidad al mercado europeo de consumo, una de las ventajas de Turquía como hub de aprovisionamiento para el sector de la moda es el desarrollo en el país de toda la cadena de valor, desde la producción de materias primas (Turquía es el séptimo productor mundial de algodón y uno de los mayores consumidores de esta materia prima) hasta la confección. Esta estructura dota al país de rapidez en la respuesta.

Turquía es actualmente el sexto mayor exportador de textil del mundo, con un 3,1% del total en 2018. El ránking está liderado por China, que en 2018 copó el 37,6% de las exportaciones totales de textil y el 31,3% de las de ropa, seguido a gran distancia por la Unión Europea, Bangladesh, Vietnam e India.

A lo largo de los últimos años, cada vez son más las compañías que están apostando por Turquía como hub de aprovisionamiento, un movimiento que ahora se está acelerando. Inditex es uno de los grupos que más está apostando por Turquía como back up en plena crisis china.

 

El gigante gallego ya tenía en Turquía su principal hub de aprovisionamiento en cercanía. A cierre del último ejercicio, la matriz de Zara contaba con 198 proveedores en el país, que sumaban una fuerza laboral de 251.277 personas.

C&A, H&M o Gap son otras de las compañías internacionales del sector que se aprovisionan en el país. La holandesa trabaja con 132 fábricas en Turquía, mientras que Gap tiene ocho proveedores en el país y H&M, tres.  

“Lo cierto es que China ya estaba dejando de ser competitiva en precios en los últimos años y ya estábamos buscando otros sitios donde aprovisionarnos: la situación actual no hace más que llenarnos de razones para volver a la proximidad”, explica un ejecutivo del sector, que agrega que “la evolución de la divisa ha hecho de Turquía un mercado hipercompetitivo”.

Turquía ha atravesado uno de sus peores momentos económicos tras la debacle de la lira en 2018, después de que Estados Unidos anunciara que duplicaba los aranceles a la importación de acero y aluminio de ese país.

En agosto de 2018, la lira turca perdió un 25% de su valor, acumulando una devaluación del 40% desde inicios de año. Tras esta situación, en Banco Central de Turquía inyectó 6.000 millones de dólares en el sistema financiero y resolvió reducir los limites de reservas de divisas permitidas a los bancos turcos para así retirar las liras del mercado, dar liquidez al sistema y estabilizar el valor de la lira. A cierre de esta edición, la lira cotizaba a 0,16 dólares.

 

El textil, muy sensible a los costes productivos, sacó punta de esta devaluación para acelerar las compras al país. En 2018, la Unión Europea elevó un 2% sus compras a la industria textil turca, que se afianza como el tercer mayor hub del sector europeo, según datos del Icex España Exportación e Inversión.

En 2019, las exportaciones turcas de moda registraron un incremento del sólo el 0,4%, hasta 17.700 millones de dólares. Antes de que estallara la crisis del coronavirus, la Asociación de Exportadores de Ropa de Estambul predijo que las exportaciones de moda del país superarán los 19.000 millones de dólares en 2020.

La industria textil de Turquía está formada por 89.085 empresas especializadas tanto en el textil, la confección, como en el cuero y el calzado, según el instituto estadístico del país. El sector emplea, además, a trece millones de personas. El salario mínimo interprofesional (SMI) de Turquía se ha incrementado un 55,3% entre 2016 y 2019, pasando de 1.647 liras a 2.558,4 liras mensuales.

La desaceleración mundial de la economía también ha afectado a Turquía. En 2018, el Producto Interior Bruto (PIB) del país creció un 2,8%. En 2019, la economía turca redujo su ritmo, hasta registrar un avance del sólo el 0,2%, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

De Alibaba a Microsoft: ¿qué mujeres mandan en los mayores consejos de administración?

Mary Barra, presidenta ejecutiva de General Motors.

Tradicionalmente un hombre siempre ha estado al frente de las multinacionales que lideran los principales sectores económicos. Pero lo cierto es que en sus consejos de administración cada vez hay más talento femenino, que evidencia que, aunque a cuentagotas, las mujeres van ganando peso en los principales órganos de gobierno. De Alphabet a ExxonMobil, pasando por Alibaba, todos han reservado asientos para contar con las recomendaciones de ejecutivas con larga trayectoria o académicas que aportan conocimiento en cuestiones clave para sus negocios. ¿Quiénes son ellas?

La mujer más influyente en el mundo empresarial es Mary Barra, que en 2014 se convirtió en la primera mujer en asumir la dirección general de uno de los grandes fabricantes mundiales de automóviles, General Motors. A ella, según Forbes, sólo la superan políticas como Angela Merkel, Christine Lagarde, Nancy Pelosi y Ursula von der Leyen. Ahora bien, Barra no es la única que ha logrado hacerse un hueco entre las principales multinacionales del mundo, que con el tiempo han ido sumando mujeres a su principal órgano de gobierno.

En los últimos cinco años, la proporción de empresas que tiene al menos una mujer en la alta dirección ha aumentado veinte puntos porcentuales en todo el mundo, doce puntos de los cuales se registraron sólo en 2018, según el informe La mujer en los negocios, realizado por Grant Thornton. Sin embargo, la proporción de mujeres en puestos de alta dirección en todo el mundo todavía está lejos de alcanzar el punto de inflexión del 30%, que abrirá las puertas a la verdadera paridad de género.

Con mayor o menor peso, las diez principales corporaciones del mundo por capitalización bursátil tienen presencia femenina en su consejo de administración, y también en sus principales posiciones del comité de dirección. Son mujeres con perfiles muy diversos, aunque con una cosa en común: tuvieron y tienen una larga carrera como ejecutivas antes de llegar al máximo órgano de gobierno de estas multinacionales.

Un claro ejemplo es Ann Mather, que desarrolló toda su carrera en Disney, primero desarrollando su negocio de distribución en Europa y después como directora financiera de Pixar, donde trabajó entre 1999 y 2004, antes de su venta definitiva al grupo de entretenimiento. Actualmente es consejera de Alphabet, hólding creado a partir de Google, pero también de los estudios MGM Holdings, Netflix y Airbnb, que de ella valoraba “su profunda experiencia técnica financiera, su pasión por la innovación y su feroz compromiso de fomentar el crecimiento dentro de las culturas creativas”.

El dueño de Google tiene a una segunda mujer en su consejo, Robin L. Washington, que desde 2014 es la directora financiera de Gilead Sciences, adonde se incorporó en 2008 procedente del sector tecnológico. Su trayectoria también le ha valido un asiento en el consejo de Salesforce, uno de los mayores proveedores de software para la gestión de clientes.

Apple, la segunda mayor empresa del mundo por capitalización, tiene en su equipo gestor a Andrea Jung, actualmente presidenta ejecutiva del banco de microcréditos Grameen en América y que entre 1999 y 2012 dirigió el grupo cosmético Avon. Licenciada en Princeton, sus conocimientos también le han valido un asiento como vocal en otras grandes corporaciones como Unilever y, aunque no renovó su mandato, también en Daimler y General Electric. La representatividad femenina en el dueño de iPhone la completa Susan L. Wagner, socia fundadora de BlackRock, uno de los mayores fondos de inversión del mundo.

Uno de los principales rivales de Apple, Microsoft, reforzó su consejo en 2014 con talento procedente del gran consumo. Se trata de Teri List Stoll, que durante veinte años trabajó en el área financiera de P&G. Desde enero de 2017, y tras un paso fugaz por Kraft y Dick’s Sporting Goods, es la directora financiera de Gap, el mayor grupo estadounidense de gran distribución de moda. La empresa fundada por Bill Gates también cuenta en su consejo con Sandi Peterson, que en 2012 se convirtió en la mujer que más alto había llegado en Johnson&Johnson.

Amazon es de las multinacionales con mayor presencia de mujeres en su consejo, pues excede las dos sillas que reservan la mayoría de las corporaciones. En su consejo están desde hace tiempo Rosalind G. Brewer, directora de operaciones de Starbucks; Jamie S. Gorelick, socia de la firma de abogados Wilmer Cutler Pickering Hale and Dorr y bien conectada con la clase política; y Judith A. McGrath, conocedora del mundo de los medios tras pasar por MTV, Viacom o Sony Pictures Television.

En 2019, Amazon avanzó en su objetivo de dar más peso a la mujer en su principal órgano de gobierno y ser la gran cotizada que mayor equiparación tiene. Lo hizo con el nombramiento de Indra K. Nooyi, después de que la directiva pusiera fin a un ciclo de doce años al frente de PepsiCo, uno de los grupos de gran consumo más importantes del mundo.

Facebook ha reservado un tercio de su consejo al talento femenino, con dos asientos. Los ocupan Sheryl Sandberg, directora de operaciones y primera mujer que logró entrar en los principales órganos de gobierno del dueño de la red social; previamente trabajó en Google y es una de las fijas en las listas cuando se habla de mujeres influyentes del ecosistema digital. A ella la acompaña Peggy Alford, con una larga carrera en compañías como PayPal o eBay, por lo que sus conocimientos son clave para algunas de las líneas de negocio que explora el grupo con tal de sacar partido a su millonaria base de usuarios.

En el top ten de gigantes bursátiles hace tiempo que se colaron dos tecnológicas asiáticas, en los que la representación de la mujer es inferior y se limita a una sola vocalía. En Alibaba es Wang Ling Martello, que entre 2005 y 2011 ocupó altos cargos en Walmart y de 2012 a 2018 estuvo en Nestlé, primero a cargo de las finanzas globales y después supervisando el negocio en Asia. En Tencent es Ke Yang, directora del Laboratorio de Genética del Hospital de Cáncer de la Universidad de Pekín y miembro internacional de la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Johnson&Johnson, que ocupa el noveno lugar entre las mayores empresas del mundo, cuenta con cuatro mujeres en un equipo formado por doce personas, y de todas ellas buscó claramente sus aportaciones en términos de conocimiento científico: Mary C. Beckerle, bióloga celular estadounidense que estudia el cáncer en la Universidad de Utah; Mary Sue Coleman, presidenta emérita de la Universidad de Michigan; Susan Lee Lindquist, bióloga y profesora estadounidense de biología en el MIT​ ​especializada en biología molecular, y Anne M. Mulcahy, ex presidenta ejecutiva de Xerox.

Son perfiles similares a los explorados por Exxon Mobil, que en su toma de decisiones cuenta con las aportaciones de Susan K. Avery, presidenta emérita de la organización de investigación Institución Oceanográfica Woods Hole; Angela F. Braly, ex presidenta ejecutiva del grupo asegurador Anthem, y Ursula M. Burns, que de 2010 a 2017 presidió el consejo de administración de Xerox y actualmente preside la teleco holandesa Veon.

De Angela Merkel a Sanna Marin: las mujeres en el poder político global

Un rápido vistazo a la fotografía a la última fotografía de la Cumbre del G-20 despeja toda clase de dudas: los hombres son mayoría en los estamentos más elevados de los gobiernos. En los 194 países soberanos, sólo quince estaban dirigidos por jefas de gobierno, y, hasta junio de 2019, sólo once contaban con jefas de Estado, según ONU Mujeres, entidad de Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

En el primer semestre de 2019, las mujeres se hacían cargo de 1.414 carteras ministeriales, siendo las más habituales las de asuntos sociales, familia y medio ambiente. Economía y desarrollo, en cambio, sólo fueron ocupadas por 21 mujeres de un total de 188 países, lo que deja claro que esa responsabilidad, en la mayoría de los casos, recae sobre los hombres. España es una excepción, al contar con tres de las cuatro vicepresidencias ocupadas por mujeres y, una de ellas, Nadia Calviño, es ministra de Economía y Transformación Digital. De los 22 ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez, diez están liderados por mujeres.

También hay talento femenino al frente del poder económico. Christine Lagarde, que durante ocho años estuvo al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue nombrada presidenta del Banco Central Europeo (BCE) el pasado noviembre. El asiento que dejó libre en el FMI lo ocupa la búlgara Kristalina Georgieva, que había sido consejera delegada del Banco Mundial.

Pero, ¿cuántas mujeres son presidentas o primeras ministras en los gobiernos del resto de países? Ursula von der Leyen es la actual presidenta de la Comisión Europea, y precisamente en el Viejo Continente es donde más talento femenino hay al frente de los gobiernos, mientras que en Latinoamérica sólo tres mujeres presiden algún país.

Angela Merkel, la única mujer en el G-20

Después de que Boris Johnson relevara a Theresa May al frente del gobierno británico, Angela Merkel fue la única mujer presente en la fotografía de líderes del último G-20, organizado a finales de 2018 en Buenos Aires. Canciller federal en Alemania desde 2005, ha sido la mujer fuerte de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) del país desde 2000, momento en que asumió la presidencia del partido. Doctorada en física por la Universidad de Leipzig, trabajó en el Instituto Central de Química y Física de la Academia de Ciencias de Berlín, donde estudió química quántica. Tras militar en Juventud Libre Alemana, en 1989 debutó como diputada del Bundestag y, dos años después, fue nombrada ministra de Mujer y Juventud. Entre 1994 y 1998 fue ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear, último cargo político que ostentó hasta que fue elegida canciller.

Ana Brnabić, primera ministra que emigró desde Yugoslavia en plena guerra de los Balcanes

Ana Brnabić es primera ministra de Serbia desde junio de 2017. Al finalizar sus estudios secundarios, abandonó Yugoslavia en 1994 para estudiar en Estados Unidos y más tarde realizar un máster en la Universidad de Hull. En 2002 regresó a Serbia y trabajó en la promoción de energías renovables, hasta que en 2016 fue nombrada ministra de Administraciones Públicas y Asuntos Locales. Es la quinta persona abiertamente homosexual en presidir un gobierno nacional.

Jóhanna Sigurðardóttir, de la militancia sindical a la presidencia de Islandia

Jóhanna Sigurðardóttir fue militante sindical tras varios años como azafata en la aerolínea Loftleidir. Allí formó parte de los órganos directivos de los gremios de tripulaciones de vuelo y de exazafatas, una plataforma que le sirvió para dar el salto a la política representativa en el Partido Socialdemócrata.

Tras una larga etapa parlamentaria y ministerial, en la que llegó a ser responsable de la cartera de Asuntos Sociales entre 1987 y 1994 y entre 2007 y 2009, el 1 de febrero de ese mismo año se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de primera ministra de Islandia. Lo hizo en un contexto de crisis económica y con el país en bancarrota. El clima de protestas supuso la dimisión de su antecesor, Geir Haarde.

Sheikh Hasina, heredera política del padre de la independencia de Bangladesh

La jefa de Gobierno de Bangladesh, Sheikh Hasina, es la hija mayor del jeque Mujibur Rahman, considerado padre de la independencia de Bangladesh. Antes de ingresar en la Universidad de la capital, por la que se graduó en 1973, fue representante estudiantil. En 1996 inició su primera etapa como primera ministra de Bangladesh, cargo que ocupó hasta 2001 y al que regresó en 2009.

Mia Mottley, al frente del Gobierno de Barbados

Mia Mottley asumió la presidencia en 2018, tras ser líder de la oposición en la Asamblea de Barbados entre 2008 y 2010 y entre 2013 y 2018. En el momento de su nombramiento ya contaba con experiencia en el Ejecutivo, pues entre 1994 y 2008 ocupó una sucesión de carteras ministeriales, incluido el cargo de Fiscal General del país, una posición que hasta entonces sólo habían ocupado hombres.

Erna Solberg, jefa de gobierno en Noruega, una de las democracias parlamentarias más avanzadas del mundo

Licenciada en Sociología, Ciencias Políticas, Estadísticas y Economía, en su último año en la Universidad de Bergen dirigió la Liga de Estudiantes del Partido Conversador Noruego en Bergen. Fue su primer contacto con la política, lo que le llevó a ser miembro del consejo de la ciudad, y a presidir durante dos años la Juventud Conservadora Noruega y también el Partido Conservador de la ciudad. En 2001 fue nombrada ministra de Gobierno Local y Desarrollo Regional, cargo que combinó con la vicepresidencia del Partido Conservador Noruego. Asumió la presidencia en 2013, siendo la segunda mujer en ocupar el cargo.  

Jacinda Ardern, de asesorar a Tony Blair a primera ministra de Nueva Zelanda

Graduada en Estudios de Comunicación por la Universidad Waikato, Jacinda Ardern emigró a Reino Unido para trabajar como asesora de política del primer ministro Tony Blair y, en 2009, fue elegida presidenta de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas. En 2017 asumió el cargo de primera ministra, una función que compagina con el liderazgo de los departamentos de Seguridad Nacional e Inteligencia, Arte, Cultura y Patrimonio, y Reducción de la Pobreza Infantil.

Sanna Marin, la primera ministra más joven del mundo

Licenciada en Ciencias Administrativas, Sanna Marin asumió la presidencia de Finlandia el pasado diciembre a los 34 años, convirtiéndose en la primera ministra más joven del mundo. Entre junio y diciembre de 2019 fue ministra de Transportes y Comunicaciones. Antes, lideró el Ayuntamiento de Tampere. En 2014 fue elegida vicepresidenta del Partido Socialdemócrata y un año más tarde se convirtió en parlamentaria.

Zuzana Caputova, de luchar por la transparencia del poder judicial a la presidencia de Eslovaquia

Tras licenciarse en Derecho en la Universidad Comenius de Bratislava en 1996, Zuzana Caputova empezó a trabajar en el gobierno local de Pezinok y más tarde fichó como jurista en Via Iuris, una organización dedicada la lucha por la transparencia en funcionamiento del poder judicial, la responsabilidad de los funcionarios públicos, la propiedad pública y el fortalecimiento del control público sobre las autoridades gubernamentales. En 2017 irrumpió en la escena política como fundadora del partido Eslovaquia Progresista y en enero de 2018 fue elegida vicepresidenta del partido, cargo al que renunció para presentarse a las elecciones, que ganó en marzo de 2018 con el 58,4% de los votos.

Salomé Zurabishvili, una diplomática en la presidencia de Georgia

Presidenta de Georgia desde diciembre de 2018, Salomé Zurabishvili es hija de exiliados y nació en París. Se diplomó en el Instituto de Estudios Políticos de París en 1972 y posteriormente realizó un máster en la Universidad de Columbia, una formación que le permitió incorporarse al ministerio francés de Asuntos Exteriores. Tras ocupar varias secretarías en embajadas de Francia en Roma, Estados Unidos y la ONU, regresó a Georgia, donde llegó a ser ministra de Asuntos Exteriores, diputada y, finalmente, presidenta del país.

Mujeres que han roto el techo de cristal en la política

Entre las estadistas que han derribado barreras están Bidhya Devi Bhandar, que en 2015 se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia de Nepal. Previamente, desarrolló su interés por la política durante su juventud como política estudiantil. También están Tsai Ing-wen, primera mujer en presidir Taiwán, y Kersti Kaljulaid, que en 2016 se convirtió en la primera en ostentar la jefatura de Estado en Estonia.

Halimah Yacob, graduada en derecho, se convirtió en presidenta de Singapur en 2017 y posteriormente también presidió el parlamento del país. Yacob no pasó por las urnas para ser elegida, ya que sucedió de manera automática a Tony Tan como presidente, al ser la única candidata que reunía las condiciones establecidas por ley para presentarse.

En África sólo dos mujeres ocupan la primera línea del poder político. Se trata de Saara Kuugongelwa Amadhila en Namibia y de Sahle Work Zewde en Etiopía. Sahle Work Zewde es diplomática y ha sido embajadora en Senegal y Francia, entre otros países. Tras desempeñar varios cargos en la Unesco y en la oficina de la ONU en Nairobi, fue elegida presidenta de la República de Etiopía por unanimidad en 2018.

 

Ese mismo año, Paula-Mae Weekes fue elegida sin necesidad de votación como presidenta de Trinidad y Tobago. Fiscal y juez de profesión, en los últimos años formó parte de la oposición parlamentaria, hasta que fue propuesta como cargo de presidenta. Al ser la única candidata nominada el día de las elecciones, fue elegida sin necesidad de celebrar elecciones. 

Tampoco fue elegida en las urnas Jeanine Áñez, presidenta interina de Bolivia. Abogada y senadora, se autoproclamó presidenta del país tras la crisis política que desembocó en la salida del país de Evo Morales. Áñez ha anunciado su candidatura para las próximas elecciones bolivianas, que se celebrarán el próximo 3de mayo. 

El talento femenino que llega

Estados Unidos está a poco más de ocho meses para celebrar elecciones presidenciales y, en la actualidad, dos mujeres están participando en las primarias para ser las candidatas elegidas para disputar la presidencia al republicano Donald Trump. Se trata de la senadora y abogada Elizabeth Warren y la política y voluntaria militar Tulsi Gabbard, que en la actualidad es congresista por el estado de Hawái.

La otra cara de la moneda son las políticas que han dejado de estar en la primera línea en los últimos meses. Se trata de Dalia Grybauskaitė, que presidió Lituania desde julio de 2009 hasta el mismo mes de 2019; Viorica Dăncilă, primera ministra de Rumanía hasta el pasado 4 de noviembre y Hilda C. Heine, que fue presidenta de las Islas Marshall hasta el 13 de enero de 2020.

Más presencia femenina: una de cada tres empresas está soportada por una mujer

Empresarias en España. Un 36,3% de las compañías españolas cuentan como una mujer como representante legal en España, según datos según datos del Directorio Central de Empresas (Dirce), publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En total, en 2019 había 1,8 millones de empresas en el mercado español, y de ellas 1,1 millones estaban soportadas por hombres, aproximadamente, dos de cada tres compañías, frente a las 671.464 organizaciones dirigidas por mujeres.

Este es el primer año que el INE realiza una estadística referente a las empresas con soporte legal de persona física, por sexo, y actividad principal. 

 

Por número de empleados

Conforme más trabajadores tienen las compañías, menos mujeres hay como soporte principal. Donde se encuentran más mujeres como soporte de la empresa, es en aquellas con entre uno y dos empleados, con un 39,1% de las compañías.

Por el contrario, las empresarias tienen una menor representación en las empresas de entre veinte y 49 trabajadores, donde de las 970 empresas 270 están soportadas por mujeres, un 27,8% de las compañías, casi diez puntos por debajo de la media general.

Un 69,2% de las empresas censadas en el directorio no cuentan con ningún asalariado. En esta categoría las mujeres son el soporte legal de la compañía en 35,3% de los casos. Entre las compañías de tres a cinco trabajadores, las empresarias representan el 37,5%.

A su vez, entre las empresas de entre seis y nueve trabajadores, el 35,8% de los empresarios son mujeres, mientras que en las compañías de entre diez y diecinueve trabajadores las mujeres representan el 29,7% de los empresarios.

El INE ha actualizado la metodología de elaboración del Directorio Central de Empresas, con una redefinición del concepto de compañía, así que los datos no son estrictamente comparables a los de años anteriores.

Primeras espadas

También en las grandes compañías hay mujeres al frente. Entre las 35 compañías cotizadas del mercado español, sólo dos están encabezadas por una mujer.

Ana Botín se puso al mando del banco Santander tras suceder a su padre, Emilio Botín, en 2014. La empresaria fue nombrada por primera vez consejera del banco en 1989, y desde 2010 fue consejera delegada de la filial británica de la entidad. Por su parte, María Dolores Dancausa es consejera delegada de Bankinter desde 2010.

Otra gran compañía encabezada por una mujer es Coca-Cola European Partners, liderada por Sol Daurella. Daurella también es consejera del banco Santander. Una mujer que también ocupa la presidencia de uno de los mayores grupos de España es Marta Álvarez, al frente de El Corte Inglés desde junio de 2019.

Otra compañía que ha mantenido dos generaciones de liderazgo femenino es el de Galletas Gullón. Lourdes Gullón se puso al mando de la compañía de galletasal suceder a su madre, María Teresa Rodríguez, en 2019.

Las mujeres también están presentes en el ecosistema emprendedor. Carlota Pi es la directora y fundadora de la compañía energética Holaluz, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil desde noviembre del pasado año. Por otro lado, Lupina Iturriaga es fundadora y directora general de la proptech Fintonic.

Por sectores

En el sector inmobiliario, se registraron 21.317 empresas, y de ellas 9.482 compañías estaban soportadas por mujeres, lo que representa un 44,5%, frente a las 11.835 compañías que cuentan como un hombre como principal empresario.

En la fabricación de productos farmacéuticos, sólo se registraron ocho compañías en España durante 2019, y el 50% de ellas contaba con una mujer como empresaria principal, es decir, cuatro de las empresas del sector están soportadas por mujeres.

En las empresas del negocio de la moda hay más paridad. En el segmento de confección de prendas de vestir, un 73,5% de las compañías están soportadas por una mujer, en total se registraron 4.999 en 2019. Por otro lado, en la industria textil el 50,6% de las 3.137 firmas que operaban en España en 2019 contaban con una mujer empresaria. Mientras que en la industria del cuero y el calzado las el 34,3% de los empresarios son mujeres, dos décimas por debajo de la media nacional.

Mar Oña (Tendam): “La falta de igualdad es una brecha por la que se pierde talento”

Es una de las mujeres más fuertes en la moda en España. Mar Oña, secretaria general y del consejo de administración de Tendam, afirma que aunque el sector de la moda está más avanzado que otros, “no podemos sacar pecho” y tenemos que seguir mejorando en cuestión de igualdad. La directiva defiende que tanto el Gobierno como las empresas tienen que tomar medidas para impulsar este cambio, que “esperábamos que fuera más rápido”, ya que “la falta de igualdad es una brecha a través de la que se pierde talento”.

Pregunta: ¿Ha cambiado algo desde el inicio del movimiento Me Too?

Respuesta: Este movimiento hizo aflorar una situación que estaba hasta cierto punto oculta y la pone en el centro de la agenda pública. Sí que es verdad que, aunque genera más conciencia social de la existencia, en este caso, de conductas abusivas en círculos de poder determinados, en términos prácticos no sé hasta qué punto en un entorno profesional o empresarial tiene efectos muy inmediatos. Lo que sí que creo, más allá de si es consecuencia del movimiento Me Too o de esa conciencia social generada, es cierto que cada vez hay más grupos, foros de discusión o de ideas que inciden en la promoción de la igualdad de las mujeres. Creo que al final el volumen, el mayor número de iniciativas, tendrán una capacidad de influencia práctica más significativa.

P.: ¿Tiene repercusión empresarial?

R.: Todo lo que tiene alcance universal, como el movimiento Me Too, incide de forma más directa o indirecta. Aunque es verdad que compañías como Tendam, o muchas otras, ya hace años que trabajan y tienen en marcha iniciativas en materia de igualdad de mujeres. Promover la igualdad, generar oportunidades de carrera, iniciativas de conciliación o de flexibilización, en un contexto como el nuestro, no es que sea nada nuevo. Hace muchos años que trabajamos en ello.

P.: En moda, la mujer es la principal consumidora, quien toma las decisiones de compra y es el grueso de la fuerza laboral, ¿por qué está en un segundo plano en la dirección?

R.: Ojalá tuviera la respuesta mágica, pero creo, o intuyo, que porque más allá de la moda como el producto o servicio desde el punto de vista del consumo, como negocio o industria no es muy distinta de cualquier otro sector. Al final la infravaloración de mujeres en puestos directivos se ve influenciada por un montón de factores distintos, sean históricos, personales o socioculturales. Venimos de donde venimos, y el tiempo que lleva al cambio es más o menos ágil. En la moda, tras años en los que el cambio se apreciaba y era relativamente ágil, hemos pensado que el cambio ahora iba a ser mucho más rápido. Al final las cosas no han cambiado tanto como esperábamos en el espacio de tiempo en el que la mayor parte nos remitimos. Este parón no nos lo esperábamos. Lo que sí que es cierto es que más allá de la rapidez con la que surgen las cosas, lo que hay que hacer es persistir en buscar ese cambio. También es cierto que cada vez hay más mujeres en puestos directivos y altos rangos de influencia, tanto en moda como en otros sectores. Además, el hecho de que haya más mujeres genera nuevos referentes y normaliza la situación, y hace que el ascenso para nuevas generaciones sea más natural.

P.: ¿El sector de la moda es más avanzado que otros en cuestión de igualdad?

R.: En mi trayectoria profesional he trabajado en diferentes sectores, y creo que el sector de la moda es más avanzado. Comparado con otros tiene mucho recorrido, no digo que la representación femenina en puestos directivos sea la ideal, pero lo cierto es que, comparado con otros, es más alta.

 

P.: Entonces, ¿no existe una brecha mayor en la moda que en otros sectores?

R.: No. En cuanto a sector, creo que, comparado con otros, la moda iría ligeramente por delante, aunque no estamos como para sacar pecho. También es cierto que, en el sector de la moda, las mujeres hemos estado tradicionalmente más presentes en puestos más creativos y comerciales. Teniendo esa base en la que cuantitativamente las mujeres representamos tanto, esto hace que el acceso a puestos directivos sea numéricamente superior.

P.: ¿Tiene consecuencias económicas la desigualdad?

R.: Sin ninguna duda. La falta o la ausencia de igualdad de oportunidades es una brecha a través de la que se pierde talento. No generar estas oportunidades hace que ese talento se pierda por el camino. Además, la diversidad, tanto de género, como de orígenes, como de raza o de edades, genera valor. Y esa generación de valor es creación de riqueza. Así que en la medida en que esa diversidad no exista, la consecuencia es que conlleva un coste.

 

P.: ¿Qué medidas tienen que tomar las empresas para cambiar esta situación?

R.: La situación actual no está mal, pero no podemos darnos por satisfechos. En Tendam vamos a poner en marcha este año un proyecto para poner un foco y actuar en medidas específicas por la formación y promoción interna del talento femenino. Es un reto que es ambicioso, porque nuestros objetivos son que en 2025 las mujeres representen el 60% de mandos intermedios, frente al 55% actual, y el 50% en la alta dirección, frente al 30% de ahora.

 

P.: ¿Y los gobiernos?

R.: Por supuesto, el Gobierno tiene que ser cabeza de lanza y tomar medidas. Pero sobre todo servir de ejemplo y predicar con él. Es cierto que las administraciones trabajan y seguirán trabajando en esto. En España hay dos medidas relativamente recientes muy positivas: la extensión de los permisos de paternidad para igualar a los de maternidad y otras más intangibles, como que existan hoy obligaciones para las empresas que nos obliga a hacer públicos información de tipo sociolaboral, retratándonos en materias de iniciativas, evoluciones o ratios. Tener que hacer pública esa información es también un aliciente para hacer cosas. Además, este Gobierno, que tiene una iniciativa especifica en esta materia, se espera que sea especialmente activo.

 

 

P.: ¿Cómo será el escenario en el futuro?

R.: Espero que sea mejor, sobre todo eso. La presencia de mujeres en entornos profesionales es cada vez mayor, y esto hace que el cambio sea cada vez más fluido en lo que es el modelo social, porque hay un componente social muy importante en el que hay que vencer ciertas resistencias. Estamos viviendo un momento histórico en el que la velocidad del cambio, en un montón de facetas, es probablemente más rápida de lo que ha sido nunca. Las cosas cambian mucho y muy rápido, sobre todo más rápido de lo que ha sucedido antes. Podemos ser optimistas y pensar que en esta materia el ritmo de cambio se acelerará. En este sentido, las nuevas generaciones, que viven en la incertidumbre del cambio, gracias a su contexto, tengan reticencias menores y contribuyan a acelerar el cambio.

 

P.: ¿Qué reto tienen las mujeres en el ámbito laboral?

R.: Lo primero es que aquellas mujeres que quieran hacerlo deben formar parte de la toma de decisiones en el mayor nivel empresarial. Y digo aquellas que quieran porque es importante señalar que no hay un modelo único que pueda considerarse válido. Cada una somos muy libre de fijar nuestros propios objetivos y fijar el punto de equilibrio entre nuestras inquietudes de cualquier esfera. Lo importante es que tengan la oportunidad de hacerlo. También aquí hay una cosa importante que intento transmitir, y vale tanto para hombre como para mujeres, que es pedirlo. Es verdad que acceder a nuevas responsabilidades y retos conlleva incertidumbre, es natural que genere cierto miedo y falta de confianza, pero estos son barreras que hay que vencer, pero no podemos dejar que nos paralice. Vemos mujeres súper válidas a las que le falta dar ese paso adelante y decir, “lo quiero yo”. Los hombres tienden más a desarrollar confianza en sí mismos y a postularse para puestos, mientras que las mujeres son más reactivas. El mundo es de los valientes, si quieres algo, levanta la mano y pídelo alto y claro.

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