Liasa salta a por el público final: lanza una marca de accesorios y complementos

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Otro industrial da el salto hasta el cliente final. Liasa, especializada en cordones, acaba de lanzar una nueva marca de complementos dirigida al público final, Cord-on. Para su distribución, la compañía ha lanzado también una plataforma de ecommerce, Cordonshop, según ha explicado Jaime Cabré, director general de Liasa, a Modaes.es.

El objetivo es alcanzar una facturación de 200.000 euros en tres años con esta línea de negocio y superar el millón de euros en un plazo de cinco años. “El punto de partida es el cordón, que es nuestro ADN, pero hemos hecho un producto de moda que permita ir a conjunto de pies a cabeza”, explica Cabré. La colección incluye cordones, cinturones, tirantes, gemelos, pulseras y diademas, entre otros accesorios.

Liasa se encarga de la producción de los cordones y todos los productos que incluyen un cordón, como las pulseras y los collares. “Otros productos como los cinturones están fabricados por terceros pero incluyen cordones elásticos que producimos nosotros”, dice el ejecutivo.

Liasa facturó cinco millones de euros el año pasado y Cintasa, un millón y medio

En total, Liasa facturó el año pasado cinco millones de euros, y Cintasa, su filial especializada en cintas, registró unas ventas de un millón y medio de euros. La previsión pasa por crecer un 9% este año.

Para este año, la compañía prevé lanzar una nueva línea de cordones de papel. “Lanzamos un artículo nuevo cada semana: en 2019, el 35% de la facturación ha sido con productos lanzados en los últimos tres años”, apunta Cabré.

Además, Liasa renovará su plataforma de ecommerce para público profesional e introducirá un sistema de identificación de productos sostenibles, con etiquetas que permitan saber si un cordón es reciclado, biodegradable, reciclable o fabricado con materiales procedentes de la naturaleza.

La compañía invertirá medio millón de euros para digitalizar la fábrica y actualizar los sistemas

Otro de los vectores estratégicos para este año es la digitalización de la fábrica, con un nuevo software que permitirá saber en cada momento qué hacen las máquinas, así como un nuevo sistema de contabilidad. Para todo este plan, la compañía prevé una inversión de 500.000 euros.

Los orígenes de La Industrial Algodonera (Liasa) se remontan a finales del siglo XIX, cuando Amparo Cogul, bisabuela de los actuales propietarios, puso en marcha la compañía. Hoy, la empresa conserva su sede en LA Selva del Camp (Tarragona), donde cuenta con una planta de 15.000 metros cuadrados y empela a cincuenta personas.

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