OPS pide 95 millones para usar en América Latina y el Caribe por COVID_19

Un llamamiento a donantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca obtener 94,8 millones de dólares para ejecutar medidas de salud pública prioritarias que ayuden a los países de América Latina y el Caribe a enfrentar la pandemia por la enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19).

Los fondos se destinarán a la Estrategia de Respuesta de la OPS, que está alineada con la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tiene por objetivos salvar vidas y desacelerar la transmisión del virus a fin de mitigar el impacto que éste puede tener en los servicios y en la salud de la población, principalmente en los países que más necesitan ayuda. Los recursos apoyarán la estrategia hasta septiembre de 2020, pero a medida que el brote evolucione, es probable que las necesidades aumenten.

“Necesitamos invertir más para proteger los más vulnerables, incluidos los trabajadores de salud, y salvar vidas”

“La propagación de la COVID-19 en la región se está acelerando y debemos intensificar las acciones para frenarla”, afirmó la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. “Este nuevo virus ha demostrado que puede sobrecargar los servicios de salud hasta en los países más desarrollados”, indicó Etienne y agregó: “necesitamos invertir más para proteger los más vulnerables, incluidos los trabajadores de salud, y salvar vidas”.

El primer caso en Latinoamérica y el Caribe fue reportado en Brasil el 26 de febrero del 2020 y en menos de un mes se dispersó a 48 países y territorios en la región. Hasta el 1 de abril, 51 países y territorios de las Américas registraron 216.912 casos confirmados y 4,565 muertes por la COVID-19. En los últimos diez días, los casos confirmados se multiplicaron por diez. Actualmente, Estados Unidos es el país con la mayoría de los casos en el mundo y el 86% de los casos en el continente.

Las cinco líneas de acción prioritarias de la estrategia de la OPS buscarán apoyar la detección temprana de casos a través de los sistemas de vigilancia existentes; asegurar la capacidad de diagnóstico oportuno de los laboratorios con las pruebas y los reactivos necesarios; prevenir y el controlar infecciones por la COVID-19 en los servicios de salud; optimizar la capacidad de los sistemas de salud locales para manejar los casos y atender en forma segura, y aportar a la difusión de información a la población para que pueda conocer sus riesgos y tomar medidas para protegerse y proteger a sus seres queridos.

¡Dejen de comprarlas!” o “mascarillas para todos”

En las primeras etapas de la expansión del COVID-19 en Europa y el continente americano las autoridades de la salud insistieron en que las mascarillas no eran necesarias. “En serio, gente: ¡DEJEN DE COMPRAR MASCARILLAS !”, tuiteó en mayúsculas exclamatorias el titular de Salud Pública estadounidense, Jerome Adams, y la Organización Mundial de la Salud insistió en que los protectores faciales sólo tenían sentido para el personal de salud, los enfermos con síntomas del nuevo coronavirus o aquellos que los cuidasen. Un enfoque que se diferenció del que tuvieron los países asiáticos: el director general del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades en China (CCDC), George Gao, dijo que las naciones occidentales cometían “un gran error” al no indicar que la población llevase las mascarillas además de lavarse las manos y mantener la distancia social. 

Mientras se superaba el millón de infectados en el mundo, con casi la cuarta parte en los Estados Unidos, las indicaciones cambiaron en ese país. Pocas horas antes del anuncio, el director del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), Robert Redfield dij que ya se analizaba si convenía que la gente sumase el uso de una mascarilla, quirúrgica o de tela, a los hábitos de prevención de la pandemia: “Estamos estudiando los datos y ahora mismo revisamos activamente la cuestión de si  va a contribuir”. Se excluían las N95, reservadas a los trabajadores de la salud.

También el presidente de esa nación, Donald Trump, aconsejó en una de sus conferencias de prensa diarias que la gente se cubriera la nariz y la boca con sus propios textiles, dada la escasez de N95 y barbijos necesarios fundamentalmente en los hospitales: “Se pueden usar bufandas, otras cosas”, dijo. A su lado, la coordinadora de la respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, Deborah Birx, agregó que el grupo especial discutía en ese mismo momento si se cambiaría la recomendación a la ciudadanía.

Algunos municipios en los Estados Unidos, como el condado de Riverside en California, publicaron antes guías para el uso de máscaras cuando se sale a realizar tareas esenciales como compras en el supermercado o visitas médicas. “Las protecciones faciales no tienen que ser de nivel hospitalario, sino que deben cubrir la nariz y la boca. Por ejemplo, pañuelos, máscaras de tela y polainas de cuello son aceptables. Se pueden lavar y volver a usar«. Según dijeron las autoridades locales a Los Angeles Times, las nuevas recomendaciones se derivan de nueva información sobre el coronavirus: “Cuando la situación cambia, el manual cambia”, dijo Cameron Kaiser, funcionario de salud pública del condado. “Vemos que nuestras cifras aumentan más rápidamente de lo que anticipábamos, y eso significa que nuestra estrategia también tiene que cambiar”.

¿Qué tipo de máscara conviene, a quién y cuándo?

En internet se ofrecen mascarillas quirúrgicas, lavables y hasta gorras y sombreros con escudo plástico transparente, mientras que grandes medios de comunicación, publicaron instrucciones para confeccionar protecciones faciales caseras.

La diferencia principal radica en qué uso se le va a dar. Un doctor  que debe practicar una intubación a un paciente de COVID-19, un cajero de supermercado que interactúa con personas durante ocho horas y un asistente de una persona mayor que sale a comprar una medicación a la farmacia tienen distintas probabilidades de exponerse al coronavirus y, si son portadores (aun si no lo saben), de propagarlo.

Porque el uso de la mascarilla tiene esas dos funciones: en una pandemia cuenta tanto no contagiar como no contagiarse. En particular cuando el patógeno causa infecciones sin síntomas, como se estima que son el 25% de las del SARS-CoV-2. Es decir que una de cada cuatro personas que ha tenido, tiene o tendrá el coronavirus podría no enterarse siquiera y, aun así, transmitírselo a otra que, en cambio, podría morir por desarrollar la enfermedad.

Los nuevos criterios sobre máscaras

Dado que no existe una manera fehaciente de saber quién es portador del virus, por la imposibilidad de desplegar kits de análisis para la población entera, lo mejor para la comunidad en su conjunto podría ser usar máscaras además de lavarse las manos y mantener la distancia social al estar en espacios públicos. “Si las personas asintomáticas pudieran usar mascarillas, sería de ayuda para reducir la transmisión en la comunidad”, dijo a VOX Elaine Shuo Feng, investigadora de enfermedades infecciosas del Grupo de Vacunas de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.

El ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Scott Gottlieb, escribió una propuesta detallada sobre cómo regresar a la normalidad social y económica en la cual las mascarillas faciales cumplirían un gran papel: “Son una capa adicional de protección”, dijo. Dio como ejemplos a Corea del Sur y Hong Kong, dos lugares que usaron —además de la identificación y aislamiento de casos, rastreo y cuarentena de contactos, análisis, lavado de manos y distancia social— mascarillas y lograron controlar sus brotes.

Dada la falta de mascarillas en los hospitales, señaló William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, sería bueno que la gente no saliera a agotar el stock de mascarillas, ya que eso podría dejar a la población sin recursos mucho más esenciales: los médicos y los enfermeros, que si se enferman no pueden atender a otros pacientes. “Máscaras caseras, chales, bufandas y cualquier cosa que se pueda hacer en la casa puede ser una buena idea”, dijo Schaffner . “No está claro que vayan a dar mucha protección, pero sí que cada pequeña protección ayuda».Por esa razón Gottlieb instó al CDC a ofrecer guías sobre cómo fabricar y usar correctamente un barbijo casero: “Las mascarillas de algodón, hechas de manera adecuada, deberían brindar un grado razonable de protección”, sintetizó.

¿Qué tipos de máscaras sirven?

Si bien el coronavirus tendría unos 100 nanómetros (0,1 micrón) de tamaño, es decir que ni siquiera una máscara N95 garantiza un bloqueo (esos modelos, como el KF-94, filtran el 95% de las partículas entre 100 y 300 nanómetros), un barbijo constituye una barrera física.

N95: “Actualmente se da un debate científico sobre el beneficio que se obtiene al usar mascarillas N95”, explicó  la microbióloga de la Universidad de California en Berkeley Adrien Burch. “Cuando se utiliza correctamente, la N95 puede ofrecer más protección, ya que filtra las partículas más pequeñas y también crea un sello más firme contra la cara del usuario que una mascarilla quirúrgica. Por otro lado, las N95 son menos cómodas, se utilizan con frecuencia de forma incorrecta y se quitan más a menudo que una quirúrgica”.

En opinión, esta clase de protección es la mejor elección para alguien que cuida de un paciente de COVID-19. “Cuando se las utilizó de manera adecuada en ámbitos médicos, las N95 resultaron más efectivas contra el SARS que las mascarillas quirúrgicas.

Fuera de un hospital, “en la vida cotidiana, esas diferencias podrían igualar” los costos y beneficios de la N95, opinó Burch. En el caso del virus de la gripe, por ejemplo, se ha comprobado que la N95 no resulta mucho más efectiva que la mascarilla quirúrgica.

Mascarillas quirúrgicas: aunque también es prioritario que el personal de la salud pueda acceder a este tipo de barbijo, se trata de un elemento mucho más común, que se suele ver en consultorios de dentista y salones de belleza, que mucha gente alérgica o inmunodeprimida utiliza, y que en muchas ciudades es un accesorio anti-contaminación bastante común.

Y los estudios muestran que, aunque los virus son extremadamente pequeños, ofrecen protección. Uno de 2008, “determinó que las mascarillas médicas detenían la propagación de los virus respiratorios de los pacientes probablemente infectados”, citó Vox. Varios estudios sobre el brote de SARS en 2003 encontraron que las máscaras por sí solas eran un 68% efectivas para prevenir el virus. Y en combinación con lavarse las manos 10 veces por día —un 55% de protección— aumentaban la seguridad. “Una combinación de medidas —higiene de manos, mascarillas, guantes y batas— fue 91% efectiva”, resumió la publicación.

Dos problemas persisten en este tipo de protección cuando se pasa al público en general. El primero es que son descartables, para lo cual hay reglas en el ámbito sanitario, y quien no las conoce podría dejarse el barbijo demasiado tiempo, con el efecto de retener microbios y finalmente absorberlos, o desecharlas de manera anticipada, desperdiciando así un recurso escaso. El segundo es que hay que saber ajustarlo a la cara.

La OMS publicó un video con instrucciones para las personas a las que desde el comienzo de la pandemia se les recomendó el uso de mascarillas, como gente contagiada o sus cuidadores. “Antes de tocar la mascarilla límpiese las manos con un alcohol en gel o con agua y jabón”, comienza. Hay que revisar que no tenga rasgaduras ni agujeros, ubicar el lado superior (que tiene un hilo metálico) y el interior y calzarla sobre la cara. Entonces hay que apretar el borde rígido para que se ajuste a la nariz y extender la parte inferior de manera tal que cubra la boca y también el mentón. “No toque el frente de la mascarilla mientras la esté usando, para evitar la contaminación. Si la toca por accidente, límpiese las manos”, subrayó el clip. Para quitársela, tampoco hay que tocarla sino tomar los elásticos que van en las orejas. Y luego de desecharla hay que volver a limpiarse las manos.

Mascarillas de tela o caseras: dado que faltan insumos para los hospitales, los barbijos textiles y los caseros asoman como la mejor opción para la ciudadanía, al menos hasta que la cadena de suministros se normalice. «Un reciente informe de expertos en salud pública para American Enterprise Institute (AEI), de tendencia conservadora, fue inequívoco: ‘Todos, incluyendo a las personas sin síntomas, deben ser animados a usar máscaras faciales de tela no médicas mientras están en público’”, citó Vox el trabajo al que contribuyó el ex funcionario de la FDA Gottlieb.

La microbióloga Burch recordó que distintos textiles tienen tramas diferentes y cambian tanto la protección como la comodidad para respirar. Un estudio de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, comparó distintos materiales hogareños con los que se pueden hacer mascarillas  y les arrojó distintos microorganismos, entre ellos un virus de 0,02 micrones: la bolsa de aspiradora impidió el paso del 86%, la toalla de cocina del 73%, la camiseta de algodón mezcla del 70%, la funda de almohada antimicrobial del 68%, el lino del 62%, la funda de almohada del 57%, la seda del 54%, el algodón 100% del 51% y la bufanda del 49%.

En resumen: todos ofrecen al menos la mitad de la protección de una mascarilla quirúrgica (89%) y cualquiera es mejor que nada.

Un grupo de médicos de la Universidad de Oxford publicó en The Lancet un aval al uso de los barbijos: tras comparar las distintas políticas de los diferentes países y encontrar un arco enorme, Shuo Feng y sus colegas propusieron a las naciones que excluyeron las mascarillas de la lucha contra el nuevo coronavirus que reconsideren su posición. “Sería razonable sugerir a las personas vulnerables que eviten las zonas de hacinamiento y que utilicen racionalmente las mascarillas quirúrgicas cuando se expongan a zonas de alto riesgo. Como las pruebas sugieren que el COVID-19 podría transmitirse antes de la aparición de los síntomas, la transmisión en la comunidad podría reducirse si todos, incluidas las personas que han sido infectadas pero que son asintomáticas y contagiosas, usan mascarillas faciales”.

Fuente: Agencias

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Resumen de la semana: De los números de la crisis del Covid-19 al ‘plantón’ en los alquileres

La moda continúa sumida en un letargo en países como España e Italia, mientras mercados como Estados Unidos y Latinoamérica comienzan a ver como sus tiendas se cierran y sus operaciones se paralizan. Esta semana, consultoras como Boston Consulting Group y McKinsey han puesto cifras al impacto del coronavirus en las ventas de moda y han estimado cómo será la recuperación de la confianza. Acotex ha publicado, asimismo, la evolución de las ventas de moda en España en marzo, que se cerró con una caída del 70,3%. Entre expedientes temporales de regulación de empleo (Erte), la evolución de las ventas de Inditex en España o los nuevos planes de Pompeii, los retailers han comenzado a organizarse para plantarse ante sus caseros para no renegociar el pago de los alquileres.

LUNES

BCG

El coronavirus devasta la moda en España: caída de ventas de hasta el 40% en 2020.

ACOTEX

La moda reclama al Gobierno “medidas urgentes y claras” ante el desplome de las ventas offline y online.

INDITEX

El grupo recupera impulso en España: crece un 5% en 2019, el mayor ritmo desde 2016.

TEMPE

La filial de Inditex crece un 6% y alcanza 1.400 millones de euros en 2019.

 

MARTES

POMPEII

La start up da un giro al online: acerca la tienda a la Red tras el cierre del comercio.

ESPRIT

El grupo lleva a los juzgados a sus filiales en Alemania por la crisis del Covid-19.

NEXTIL

La textil extiende por el coronavirus las negociaciones para comprar un proveedor de EEUU.

MIÉRCOLES

INDITEX

El gigante dispara las búsquedas online en pleno confinamiento.

PRONOVIAS

La compañía renueva su equipo en Norteamérica en plena crisis del coronavirus.

JUEVES

MCKINSEY 

El coronavirus encañona a la moda: nueve de cada diez empresas, amenazadas.

INDITEX/H&M/FAST RETAILING

Los gigantes de la moda renegociarán más de 500 millones de alquileres por el Covid-19.

PRIMARK

El grupo irlandés complementará hasta el 100% del salario en abril en el Erte de España.

PRONOVIAS

La empresa nupcial presenta un Erte para el 100% de su personal de tienda.

VIERNES

 

INDICADOR DEL COMERCIO DE MODA

El coronavirus hunde un 70,3% las ventas de moda en España en marzo.

SEGURIDAD SOCIAL

Coronavirus: el empleo en moda se hunde un 4,5% en el peor mes de la historia de España.

AMICCA

La rebelión del retail: las marcas hacen lobby en WhatsApp y Zoom para impagar alquileres.

TEXTIL LONIA

El grupo gallego presenta un Erte sobre el 75% de los empleados de fábrica.

EL CORTE INGLÉS

La compañía firma un crédito de 1.311 millones para hacer frente a la crisis del coronavirus.

Luz verde al Erte en El Corte Inglés para 25.900 trabajadores

Luz verde al Erte en El Corte Inglés. El grupo de grandes almacenes ha comunicado hoy a los cuatro sindicatos de la empresa, CCOO, Fasga, Fetico y UGT, que la autoridad laboral ha aprobado el expediente de regulación temporal de empleo (Erte) presentado, que afecta a 25.900 trabajadores.

La empresa va a comunicar por correo electrónico a cada empleado afectado sus condiciones concretas en cuanto a la fecha desde la que está afectado, según ha explicado Fetico en un comunicado.

El grupo pagará la nómina extra de abril íntegra, pero no se ha pronunciado acerca de si en la nómina de abril se seguirá complementando el salario al 100% a los incluidos en el Erte, algo que han reclamado los sindicatos.

El de El Corte Inglés ha sido el mayor Erte en España por la crisis del coronavirus. De los trabajadores afectados, 22.000 trabajadores corresponden al grupo de grandes almacenes, 2.000 empleados a Sfera y 1.900 más a Viajes El Corte Inglés.

Spartoo lleva la cadena de calzado André a concurso por la crisis del Covid-19

La cadena gala de calzado André entra en los juzgados. El grupo de comercio electrónico Spartoo anunció ayer que lleva al equivalente francés al concurso de acreedores a su filial André, adquirida en 2018. Esta decisión se produce en plena crisis del coronavirus.

Según ha explicado Spartoo, las tiendas de André acumulaban pérdidas de entre tres y cuatro millones de euros después de quince días de crisis por la pandemia. Las 120 tiendas de André se encuentran actualmente cerradas por las medidas tomadas por Gobierno francés para contener el avance del virus.

André cuenta con una plantilla de alrededor de 600 personas. La empresa, anteriormente propiedad de Vivarte, pasó a manos de Spartoo hace menos de dos años. En 2019, registró una cifra de negocio de alrededor de cien millones de euros, pero perdió diez millones de euros, según la prensa francesa.

Spartoo se hizo con André con intención de relanzar la empresa, fundada en 1896. El grupo de ecommerce anunció a mediados de 2018 una inversión de trece millones de euros en la empresa de calzado.

Arcadia prescinde de 14.500 empleados de su sede central por la crisis del coronavirus

Arcadia toma medidas ante el avance del coronavirus. El grupo británico, dueño de cadenas como Topshop o Topman, ha prescindido de 14.500 empleados de su sede central y de toda la plantilla de su red de tiendas.

Además, la compañía ha reducido entre un 25% y un 50% el salario de los miembros del consejo de administración de la empresa, así como del equipo directivo. Ian Grabiner, consejero delegado del grupo, no percibirá ningún salario.  

El grupo ya tomó medidas a finales de marzo sobre la plantilla. La semana pasada, el grupo comunicó a sus empleados la suspensión de los contratos temporales. “Esta pandemia es una crisis que afecta a todas las empresas del Reino Unido, y el comercio minorista ya se ha visto significativamente afectada por los altos niveles de incertidumbre”, explicó entonces la empresa.

En paralelo, el grupo también ha decidido cancelar todos los pedidos y aplazar el pago a sus proveedores y ha pedido a sus caseros una reducción del 50% del arrendamiento de sus establecimientos.

El PMI de la zona euro se hunde a mínimos de siete años por el coronavirus

Europa hunde su capacidad productiva en marzo por el coronavirus. El Purchasing Managers’ Index (PMI) ha registrado el mayor retroceso de los últimos siete años, retrocediendo hasta los 44,5 puntos, según datos de IHS Markit.

Italia fue el país donde más se redujo el PMI, situándose a niveles de once años atrás. En marzo, la producción en el país cayó hasta los 40,3 puntos. En España, la producción se situó en 45,7 puntos, la mínima en 83 meses.

“Los retrasos en el suministro normalmente se perciben como una señal de aumento de la demanda, pero en este momento los retrasos casi récord son una indicación de que las cadenas de suministro mundiales están siendo diezmados por el cierre de fábricas en todo el mundo”, ha explicado Chris Williamson, chief business economist de IHS Markit, en un comunicado.

La organización, además, estima que la industria todavía se encuentra lejos del pico de caída. “Es probable que en las próximas semanas disminuya notablemente el gasto empresarial y de consumo de bienes, ya que las medidas para contener el coronavirus resultan en una dramática reducción de los nuevos pedidos recibidos en las fábricas que aún no se encuentran operativas”, explica la entidad.

Los precios de las exportaciones textiles avanzan en febrero con una subida del 0,3%

Los precios de las exportaciones textiles avanzan en febrero. El Índice de Precios a la Exportación (Iprix) de la industria textil registró una subida del 0,3% en el segundo mes del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La inflación del sector se desmarca así de la evolución de enero, cuando descendió un 0,1%. En el último trimestre de 2019, los precios de las exportaciones textiles registraron incrementos del 0,2%, del 0,4% y del 0,5% en octubre, noviembre y diciembre, respectivamente.

El Iprix de la confección, en cambio, se situó a la baja en febrero, registrando una caída interanual del 1,1%. En el caso del calzado, los precios de las exportaciones registraron un descenso del 0,6% en el segundo mes del año.

Los precios de las exportaciones textiles evolucionaron en línea con el Iprix general. El precio del conjunto de las exportaciones españolas registró en enero una caída del 0,2%, tres décimas por debajo que el dato de enero.

El Índice de Precios de Importación (Iprim) de la industria textil cayó un 0,4% en febrero, mientras que en la confección subió un 0,7% y el cuero y el calzado un 0,1%.

La producción textil modera su caída en febrero con un descenso del 2,2%

La producción textil modera su caída en febrero. El Índice de Producción Industrial (IPI) de la industria textil registró una caída interanual del 2,2% en el segundo mes del año, frente al descenso del 7,5% registrado en enero.

La producción del sector encadena así cinco meses consecutivos en descenso, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Desde octubre, el sector ha encadenado una caída del 2,2% en el décimo mes de 2019, del 7,6% en noviembre y del 5,2% en diciembre.

El textil se desmarca así de la evolución del conjunto de la industria española, que cerró febrero en plano.

La confección, por su parte, fue el subsegmento de la moda que más encogió su producción en febrero, marcando un retroceso del 8,1%, frente al incremento del 2,5% del pasado enero. El cuero y el calzado finalizó el segundo mes del año con una subida del 1%.

Por grupos más concretos de actividad, la confección de prendas de vestir de punto, los acabados textiles y la preparación e hilado de fibras textiles fueron los subsectores donde más retrocedió la producción en febrero, con descensos del 13,8%, del 9,2% y del 7,2%, respectivamente.

En el caso contrario, la preparación, curtido y acabado del cuero registró un incremento de su producción del 19,8% en el segundo mes del año, mientras que la producción de tejidos textiles creció un 1,2% en el periodo.

La rebelión del retail: las marcas hacen ‘lobby’ en WhatsApp y Zoom para impagar alquileres

 

ID de reunión de Zoom: 644-436-5555. Participantes 60. Activar audio. Iniciar vídeo. Un grupo de sesenta retailers de todos los sectores se conectaron ayer a un encuentro a través de la plataforma Zoom para acercar posturas en la negociación con los propietarios de los locales que ocupan. Esta particular rebelión del retail lleva semanas gestándose, pero en el grupo de WhatsApp superan ya los cien participantes y cada vez son más. La conclusión, de momento, es que no se paga.

Vips, Mango, Adolfo Domínguez, Enrique Tomas, El Ganso, Chiqui Park, Uno de 50, Aristocrazy, Parfois, Lola Rey o Munich son algunos de los grupos que se conectaron ayer alrededor de las 10 de la mañana a la reunión. “Salvo cuatro, todos hemos optado por no pagar marzo”, explican fuentes presentes en la reunión. “Por primera vez, el retail va por delante del centro comercial”, explica otro.

Desde hace varias semanas, la asociación de retailers Amicca, que llevaba varios años sin actividad, ha vuelto a la actividad movilizando a operadores de sectores como la restauración, la electrónica, la moda y el ocio. Amicca llegó a contar con más de cincuenta asociados.

La declaración del estado de alarma y el consecuente decreto del cierre de tiendas ha hecho que antiguos asociados y otras compañías lleven semanas comunicándose “para poner en común posturas respecto a los locales comerciales”, señalan fuentes del grupo. En el grupo de WhatsApp, denominado Asociación Amicca, participan directores generales, consejeros delegados y directores de expansión o retail de un gran número de empresas.

“El objetivo de las reuniones es, de momento, compartir información, pero también analizar si podemos trabajar de forma conjunta, especialmente ante los centros comerciales”, señala una empresa del sector de la moda. La postura por la que han optado la mayoría de marcas es dejar de pagar las rentas durante el estado de alarma y, después, negociar la introducción de rentas variables, pues la recuperación del consumo y las ventas no será inmediata.

En el grupo figuran compañías como Grupo Alsea, que ha presentado el hasta la fecha segundo mayor expediente temporal de regulación de empleo (Erte) en España, con 22.000 personas afectadas, por detrás de El Corte Inglés. Aunque de momento no se ha planteado crear una asociación que agrupe a grandes y pequeños, los miembros del grupo sí que analizan cómo actual de forma conjunta.

Pese a que es el más relevante, este no es único grupo de retailers que se ha unido para homogeneizar posturas respecto a las rentas. En centros comerciales como L’illa Diagonal, en Barcelona, los inquilinos han formado también un grupo para negociar con la propiedad.

En España, no existen cálculos sobre la cantidad que los propietarios dejarán de ingresar como consecuencia de la crisis del coronavirus. En Reino Unido, dice la British Property Federation, los propietarios deberían haber ingresado 2.500 millones de libras por el primer trimestre, pero, según estimaciones de Knight Frank, han recibido sólo un tercio. El gigante de los centros comerciales Intu, por ejemplo, sólo ha recibido un 29% del importe de sus alquileres.

Algunos operadores internacionales han anunciado ya la condonación de sus alquileres. Los primeros movimientos han llegado de Estados Unidos, donde Unibail Rodamco Westfield ha ofrecido una moratoria de hasta tres meses a sus inquilinos.

En Europa, Value Retail también perdonará las rentas de abril, mayo y junio, como ya hizo a principios de año en China, mientras que en España Castellana Properties no cobrará la renta de abril, aunque sí los gastos comunes ya que los centros siguen abiertos.

Intu, en cambio, ha anunciado en Reino Unido “acciones contundentes” si los operadores no pagan las rentas y los costes comunes firmados en los contratos de alquiler.

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