Colombia: Estos son os negocios que más se mueven en Semana Santa
Un movimiento atípico en la economía se registra en la temporada de Semana Santa, considerada como el puente más largo del año, que para la mayoría de colombianos empieza este miércoles.
Unas pocas cuentas a mano alzada muestran la dinámica de los negocios que más se mueven en los cuatro días, entre los cuales se destaca el turismo religioso, la compra de objetos y accesorios ligados a la fe y, por supuesto, la gastronomía alrededor del pescado.
En términos del turismo religioso, si un paquete turístico en Colombia –según ProColombia– oscila entre 720 y 1.700 dólares, implica que los números que entrarían a la economía podrían ser de alrededor de 9,7 billones de pesos, suponiendo que la ocupación hotelera en la temporada de la Semana Mayor en el 2019 se comportara igual que en el 2018: 49,3 por ciento.
Los billones de pesos movilizados salen de contabilizar solo los 9 millones de vehículos que se movilizarán por las vías del país, estimando que la mitad de ellos utilice un hospedaje.
Y es que, de acuerdo con las cifras de Anato, la Semana Santa representa el 15 por ciento del turismo en el año.
Por el lado del comercio, la dinámica es similar. Muestra de ello son las cifras de una encuesta hecha por Fenalco, gremio del comercio, según las cuales la mitad de los habitantes de Bogotá se quedará en la capital y el 35 por ciento invertirá entre 300.000 y 500.000 pesos en los planes que harán en la capital y sus alrededores.
De acuerdo con Fenalco, el 72 por ciento de las personas prefieren las viandas gastronómicas que contengan pescado, otro de los negocios que sube en la temporada.
El turismo santo, en auge
El turismo religioso está en auge en el mundo, ya genera 18.000 millones de dólares al año en promedio. Colombia intenta entrar en esa ola, por lo cual, según ProColombia, “este segmento está en el top 3 de los productos turísticos que más ofertan las agencias de viajes nacionales en el exterior”.
En el país no está establecido qué tanto de los 7.000 millones de dólares que entraron en 2018, por concepto de divisas provenientes del turismo, corresponde a la oferta religiosa. Lo que sí es evidente es que cada vez hay más. Según ProColombia, “el país cuenta con 93 destinos, entre ciudades y municipios, que conservan la tradición católica y la expresan con celebraciones santas”.
Una encuesta realizada por esta entidad muestra que el 60 por ciento de los turistas religiosos son mujeres. El promedio de edad de estos viajeros está entre los 41 y los 70 años, lo que los ubica en la franja de los mayores consumidores. Otra señal de que la mayor parte de los negocios de Semana Santa se concentra en los viajes y la comida es que 52 por ciento de los viajeros van a visitar iglesias y catedrales, las zonas históricas, y participan en las fiestas relacionadas.
Un agosto para el comercio
Velas, rosarios, imágenes de santos y accesorios similares, ligados a la tradición de la Semana Santa, son algunos de los negocios que se mueven en esta época.
Aunque en la temporada florece la informalidad en la venta de estos artículos, las cifras de producción dan cuenta del consumo. Así, por ejemplo, si en promedio la venta de rosarios logra colocar 68.000 unidades por mes, en Semana Santa la oferta se llega a duplicar.
En el caso de la industria de las velas, que tampoco está medida en su dimensión real, cuando se trata de una empresa de producción pequeña, esta puede alcanzar las 34 toneladas (medida por los insumos), frente a 20 toneladas que utiliza en otras épocas del año. Otros sectores del comercio y algunas industrias a pequeña escala también hacen su agosto en Semana Santa.
Es el caso de los que imprimen novenas, biblias y demás libros de la historia sagrada, quienes refieren que las ventas en esta temporada pueden representar el 15 y hasta el 20 por ciento de todo lo que producen al año. Lo cierto es que la Semana Santa es clave para la economía. No en vano, los trimestres que incluyen la temporada, por lo general, son los de mayor crecimiento.
El consumo de pescado sube
La dinámica de las actividades económicas obedece a la oferta y demanda. Un cálculo realizado por la firma Raddar, experta en consumo, da cuenta de que la cifra del tamaño del mercado del pescado y otros alimentos de mar, en marzo del 2018 (Semana Santa del año pasado), fue de 351.000 millones de pesos, es decir, un gasto por habitante de 7.555 pesos y un crecimiento anual de 2,62 por ciento.
Para este año, entre tanto, la Aunap (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca) indicó que el aumento porcentual en los días de Semana Santa y el resto del año puede alcanzar entre el 12 y el 15 por ciento, teniendo en cuenta la producción nacional y la importación.
Según Carlos Toro, experto en consumo proteínico de la cadena de almacenes Éxito, la evolución en la utilización del pescado en la gastronomía ha sido notoria en Colombia.
Por habitante, pasó de 2,2 a 6,5 por ciento del consumo entre las proteínas disponibles.
Para la Semana Santa, la ingesta de estos alimentos es cuatro veces más alta que en épocas normales.
El 70 por ciento del pescado que se utiliza en el país proviene del cultivo. Lo que más se consume es tilapia, salmón y trucha, a lo que hay que agregarle el pez basa que se trae de otros países. Bogotá y Antioquia representan el 42 por ciento de la venta de pescado.
El Éxito, en particular, vende 1’800.000 kilos, que representa el 7 por ciento del consumo nacional.