Historia de negocios: República Dominicana se sube a la patineta
Santo Domingo está en proceso de montarse, literalmente, en una tendencia tecnológica y de movilidad que está cambiando la estrategia de administración del tránsito de ciudades como Atlanta (Estados Unidos), Frankfort (Alemania), Seúl (Corea del Sur) y Tokio, la sede japonesa de los Juegos Olímpicos de Verano que empiezan el viernes 24 de Julio y concluyen el domingo 9 de agosto.
En esta década, un porcentaje importante de los 300,000 jóvenes que ingresarán a la vida adulta antes de 2025, se desplazará hacia sus centros de estudio y trabajo en patinetas eléctricas, dispositivos que combinan un menor costo –US$300 un modelo de alta calidad-, más económico que un vehículo o una motocicleta.
Además, este medio de transporte en ascenso a nivel global se corresponde con el discurso de protección del planeta, sobre el cual la Generación Z es altamente sensible. Está demostrado ya, por los casos tempranos de desplazamiento en patineta, que los ciudadanos montados sobre estas dos ruedas con un timón se ahorran una huella de carbono de 0.4 gramos por kilómetro.
Precisamente ese apoyo a la limpieza del aire hace que el Gobierno chino “sume puntos” a sus gobernados por utilizar las patinetas eléctricas, por lo que cinco millones de personas han buscado “la buena valoración” de las autoridades chinas, subidos a lo que el empresario de capital riesgo John Doerr reconoció a este método de movilidad como el “vehículo de la década del 2020”.
¿Qué fuerza internacional está inclinando a República Dominicana hacia la patineta eléctrica? Tiene que ver el giro diplomático del país hacia la República Popular China a mediados de 2018. Cuando Beijing obtuvo un Nuevo aliado para la doctrina de Una Sola China, le abrió la puerta a la Corporación Xiaomi, un desconocido fabricante de electrodomésticos, cuya apuesta por el desarrollo de la patineta eléctrica le ha hecho sacar de la chequera US$800 millones en los últimos 15 años.
Al menos en Santo Domingo, Xiaomi recoge lo que ha sembrado. Mercado Libre y Amazon coinciden en que un modelo de dos ruedas, plataforma para un pie y un timón con dos velocidades, es la patineta eléctrica más vendida de República Dominicana, con ejemplares que se han adquirido en Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, Punta Cana (La Altagracia) y Las Terrenas (Samaná). Xiaomi es una empresa pequeña con sede en el Distrito Haidian, la zona rica de Beijing. Sus acciones se desplomaron en el mercado OTC (over the counter) de Estados Unidos, de seis dólares con 41 centavos el 2 de enero (2019), hasta los cinco dólares con 18 el 2 de diciembre de 2019. Puede que la debilidad de su cotización de venta instantánea se deba a la retórica que mantiene la Casa Blanca en torno a hacer negocios con los chinos, pero en la medida en la que las patinetas eléctricas, con sus respectivos repuestos, se posicionen en el mercados aún por explorar, distintos entusiastas financieros de la nueva movilidad pudieran invertir en la patineta más popular de República Dominicana.
La patineta compartida
La firma global Techsci Research, dedicada a analizar prospectos de empresas tecnológicas para los interesados de invertir en capital riesgo en 75 países, entiende que entre 2020 y 2026 los desarrolladores de plataformas de economía compartida para alquilar patinetas obtendrán 2,000 millones dólares en ventas directas, “y esto mientras el modelo de negocios sea incipiente”.
Así las cosas, el funcionamiento, de cara al usuario, sería el siguiente: Las patinetas estarían disponibles, ya cargadas, en una barra.
El usuario retira la patineta con una tarjeta especial que lo identifica y mide su consumo.
Mientras este usuario usa su patineta, una aplicación móvil le permite monitorear su consumo, tal cual lo registra la plataforma de compartimento.
Al acercarse a su destino, el usuario entregaría la patineta a otra barra y daría por terminado el recorrido, por lo que se produciría un cargo a PayPal, a una tarjeta de crédito o débito, o tal vez la tarjeta pueda recargarse pagando en efectivo a una máquina.
El usuario está obligado a reconocer una serie de condiciones de uso; mientras que la plataforma sería propietaria de las patinetas, en adición a la responsabilidad de cargarlas de electricidad, preferiblemente con fuentes de energía renovable, con fines de completar el relato de sostenibilidad que será crucial en la conquista del mercado joven.
Retos del país para subirse a la patineta
Son cientos las patinetas eléctricas que ya se ven en universidades, el Parque Mirador Sur y la Zona Colonial, pero en la medida en la que su uso se haga más popular, la nación dominicana tendrá que manejar algunos desafíos en torno a su uso, tanto recreativo como en lo que se refiere al medio de transporte.
El país tiene que regular la manera en la que las patinetas eléctricas irán a la calle, sus bases de recarga e incluso sus espacios de parqueo o si los usuarios pueden llevarlas dentro del edificio. También hay que decidir si llevarían placa o número de chasis, la edad mínima para operarlas y si será necesaria una licencia de conducir convencional. La próxima fiebre del tránsito dominicano se conecta a la electricidad y viene sobre dos ruedas.