A más ‘data’, menos costes: la tecnología aupará el comercio global un 2% hasta 2030
Más tecnología y precios más reducidos. El comercio mundial se ha subido de manera definitiva al tren del siglo XXI, lo que le permitirá registrar un crecimiento anual de 2% hasta 2030. El aumento se producirá gracias al desarrollo de la tecnología, que ha acelerado la reducción del coste de los servicios y de la logística.
La consolidación del blockchain, del Internet de las Cosas, la inteligencia artificial y las impresiones en 3D ya ha generado cambios en el comercio, aunque en esta ocasión, la transformación será de mayor calado, según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Las previsiones señalan que, durante los próximos quince años, las pequeñas y medianas empresas que se encuentran en países en vías de desarrollo empezarán a ganar terreno en el campo comercial. Este tipo de compañías finalmente lograrán superar las barreras físicas gracias a la tecnología y, de paso, reducir sus costes operativos.
De hecho, la OMC considera que la participación de las economías de países emergentes en el comercio mundial aumentará año tras año y pasará del 46% que tuvo en 2015, a un 57% en 2030.
De esta manera, cada vez habrá más actores en el comercio mundial que, en 2016, movió 27,7 billones de dólares a través de transacciones electrónicas. De esa cifra, la OMC destaca que 23,9 billones de dólares se movieron a través de operaciones B2B.
Estados Unidos y Japón fueron los mayores impulsores de esas operaciones, con una participación del 28% y 10% en el comercio mundial. China, que se ha convertido en la mayor factoría del mundo, fue el artífice del 8% de esas operaciones, situándose en la tercera posición entre los dinamizadores del comercio.
En 2016, el comercio mundial movió 27,7 billones de dólares a través de transacciones electrónicas
Dentro de unos años, otros países se irán sumando al club, provocando un aumento del comercio a escala global. El ecommerce, de hecho, no sólo continuará abaratando los costes, sino que se convertirá en una herramienta que permitirá a las empresas de los países en vías de desarrollo diversificar mercados y productos.
En este contexto, el informe de la OMC hace mención a Bangladesh, un país donde el sector textil genera el 86% de las exportaciones, y que gracias a la evolución de la tecnología podría aumentar su producción para comercializarla en otros destinos.
En esta misma línea, plataformas como Alibaba ya están arrojando evidencias de hacia dónde va el comercio. En los últimos años, las operaciones B2B entre empresas textiles de Bangladesh, Camboya, Lao, República Democrática Popular, Myanmar y Nepal han ido creciendo, según la OMC.
El informe concluye que los cambios supondrán nuevos desafíos al sistema de comercio mundial, así como a las industrias y a los gobiernos, ya que las formas de realizar negocios en los próximos años cambiarán radicalmente.