Pronovias, nuevo comité de dirección con Ohayon: sale operaciones y asciende sistemas

Amandine Ohayon estructura su equipo de confianza. Desde el nombramiento de la ejecutiva como consejera delegada de Pronovias en 2018, la compañía ha ido construyendo un comité ejecutivo en el que figuran los principales directivos de la empresa. El órgano está compuesto por doce personas, tras la salida de Paco Sánchez, director de operaciones, y la incorporación de Marcos Contreraschief information officer (CIO).

Según han confirmado a Modaes.es fuentes de Pronovias, Sánchez abandonó la empresa el pasado viernes. Responsable de operaciones, Sánchez era un directivo histórico de la compañía y miembro del equipo de confianza de Alberto Palatchi, presidente de la empresa hasta su venta a BC Partners. El ejecutivo ha dejado Pronovias, según las mismas fuentes, por motivos personales.

El hasta ahora responsable de operaciones de la compañía (cuyas labores se repartirán, de momento, entre otros departamentos) ha abandonado el comité ejecutivo, al que se ha incorporado, en cambio, Marcos Contreras, que ha fichado por Pronovias este año. El ejecutivo cuenta con experiencia en puestos similares en la central de Kiko Milano en Milán y en las oficinas de Urban Outfitters en Philadelphia.

El comité ejecutivo está compuesto por doce miembros, incluyendo a la propia Ohayon. Darío Roca, recursos humanos; Eva Ziegler, márketing; Frederic Pellegrin, finanzas; Jo-Anne Bour, merchandising y producto; Juan Brendle, comercial; Lucilla Talamazzi, legal; Carlo Marco Cavallo, director de Italia, Grecia, Oriente Próximo y África; Dave Zhou, director de Asia; Ingrid van den Brink, directora de marca de Ladybird, y Olaf van den Brink, director del norte y el este de Europa.

 

De todo el comité ejecutivo creado alrededor de Ohayon, sólo Darío Roca, Juan Brendle y Lucilla Talamazzi formaban parte del equipo de Pronovias antes de la venta a BC Partners. A lo largo de los últimos meses, la empresa se ha reforzado con talento procedente del lujo. Dave Zhou, por ejemplo, era director general de Lanvin en China hasta mayo de 2019, cuando se incorporó a Pronovias.

La compañía española de moda nupcial también ha introducido este año una nueva estructura para el área de diseño. Al frente de la dirección artística de todo el grupo está desde el pasado septiembre Alessandra Rinaudo, fundadora de Nicole (adquirida por Pronovias en 2018), como chief artistic director de la empresa. La compañía ha incorporado a Nicole Cavallo para Nicole; Riccardo Serravalle para St. Patrick, y Thomas Vasseur para Party Edit (la línea de fiesta). Con White One, Pronovias colabora con Zac Posen.

Detrás de esta reorganización se encuentra la vocación de Pronovias de volcarse en el crecimiento internacional a lo largo de los próximos años. Mientras en Europa está apostando por las adquisiciones, en Estados Unidos y China la compañía está desarrollándose de forma orgánica.

Pronovias no facilita datos económicos. Según los últimos datos disponibles, el grupo cerró 2017 con una facturación de 166 millones de euros, una cifra que podría haber avanzado hasta entre 170 millones y 180 millones de euros en 2018. Esta previsión, elaborada por Moody’s, contempla una integración “exitosa” de Nicole, la firma italiana de moda nupcial que el grupo compró en 2018.  

El resultado bruto de explotación (ebitda) de 2018 se situó en 35 millones de euros, lo que supuso una caída del 22% respecto al año anterior, mientras que el margen bruto osciló entre 17% y el 20%, frente al 24,7% de 2017. La deuda del grupo, por su parte, está engordando, pasando de una tasa de apalancamiento de 6,8 veces ebitda a entre 7 y 7,5 veces ebitda.

Objetivo 2020: Sobrevivir al algodón, década de vértigo en las materias primas

El mercado global de las materias primas ha vivido una de sus décadas más agitadas. El algodón, una de las principales materias primas de la industria de la moda, llegó a máximos históricos en 2011 y volvió a tocar mínimos tan solo tres años después. La lección que extrajeron de estas sacudidas los grandes de la distribución fue que es necesario estabilizar el mercado de las materias primas y darle continuidad en el tiempo. Parte de la respuesta a este cambio de paradigma es la circularidad.

Entre 2010 y 2011, el algodón se puso por las nubes. Aquel año, los precios de esta materia prima superaron sus máximos históricos, imbatidos desde 1995. Fue la primavera del poliéster y la viscosa: los grandes de la distribución diseñaron colecciones apoyadas en estas materias primas para dar oxígeno a sus márgenes ante la escalada de los precios del algodón.

Entre diciembre de 2009 y el mismo mes de 2010, el precio del algodón se incrementó un 140%. Aquella subida impulsó al alza los precios del resto de materias primas. La lana elevó su valor un 40% en un año; la seda, un 100%; el lino, otro 40%, mientras que las fibras artificiales lo aumentaron entre un 30% y un 35%.

No hubo una causa concreta que explicara aquella escalada, sino un conjunto de acontecimientos que presionaron al alza su valor en el mercado. Unas malas cosechas en Pakistán, uno de los países productores de algodón, por unas fuertes lluvias que provocaron importantes inundaciones en el país fue quizás el detonante.

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Pero a ello se sumó la decisión de los agricultores estadounidenses de cambiar los cultivos de algodón por otros más lucrativos o la especulación en el mercado de valores fueron algunos de los otros elementos que llevaron los precios a catapultarse. En este contexto, el mercado del algodón vivió la entrada de hedge funds (fondos de inversión libre) e inversores swap (intercambio futuro de bienes) en el mercado de futuros y la práctica desaparición de inversores individuales.

Otro motivo que impulsó esta inflación al alza fue el aumento de la demanda de la industria textil de países como India, China o Brasil, economías emergentes que en aquel momento se encontraban en pleno despegue de su clase media y de un mercado interno de consumo. En este sentido, India, entonces el segundo mayor productor mundial de esta materia prima, agravó la crisis al restringir las exportaciones de algodón para proteger a su industria textil.

El país asiático pasó de colocar en el mercado exterior 1,4 millones de toneladas de algodón a 950.000 toneladas. Esta medida llevó a varias organizaciones internacionales a alzar su voz en contra, como la estadounidense National Council of Textile Organizations (Ncto), Eurocotton, Istanbul Textile and Apparel Exporters (Itkib, en sus siglas en turco) o Canaintex. Varios gobiernos presentaron batalla también contra esta medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

China, por su parte, también dio un paso al frente para defenderse ante una eventual escasez de producto en el mercado doméstico e inició una política de acumulación de stocks de forma intensiva. Finalmente, a principios de 2011 India puso fin a sus restricciones a las exportaciones de algodón, pero el gigante asiático mantuvo en marcha durante los siguientes años su estrategia de retención de excedentes.

Euratex, la patronal europea del textil y de la confección, llegó a reclamar a principios de 2011 ante la Comisión Europea medidas concretas a corto y medio plazo para controlar el alza de los precios de las materias primas, en concreto del algodón. La organización empresarial consideraba indispensable entonces una intervención para garantizar el acceso a esta materia prima a las empresas textiles europeas y para controlar un mercado que la especulación también estaba distorsionando.

En marzo de 2011, el precio del algodón registró su mayor subida, marcando un ascenso del 167,8% en relación al mismo mes de un año atrás, hasta alcanzar la cota histórica de 229,7 centavos por libra. En abril de 2011, los precios iniciaron un nuevo periodo de moderación, con un descenso interanual del 5,7%. La caída de la demanda y la decisión de India de levantar las limitaciones a la exportación de esta materia prima provocó que los precios disminuyeran en los meses sucesivos con la misma rapidez con la que se habían incrementado. Otro de los factores clave en el descenso de los precios fueron también las condiciones climatológicas, que pronosticaron un aumento de la producción en países como Pakistán, India, Australia y Turquía.

Aquella subida desmesurada tuvo un impacto directo en los márgenes de las compañías de la moda y, en especial, en aquellas vinculadas al tejido algodonero, como las especializadas en denim. La onda expansiva de aquella subida del algodón alcanzó los valores en bolsa de los gigantes de la moda, impactando sobre todo de manera negativa en los grupos de distribución de moda instalados en la batalla de precios bajos. De hecho, las empresas de moda que cotizan en bolsa fueron apuntando en los trimestres sucesivos a esta escalada de precios en el algodón de su repercusión en su cuenta de resultados.

Las turbulencias en el precio de esta materia prima continuaron golpeando a los grandes grupos de la moda en bolsa, que en sus memorias de resultados se esforzaban en apuntar sus nuevas estrategias en diversificación de materias primas para restar dependencia del algodón. H&M, por ejemplo, cerró 2011 con una caída del 15% en su beneficio neto. En la memoria, la compañía explicaba: “ha sido un año muy complicado en los mercados donde nos proveemos, donde el aumento de precios, principalmente como consecuencia del alza del algodón, ha provocado un aumento de los precios de compra”.

Gap, por su parte, contrajo el resultado neto de aquel ejercicio un 17%; Benetton, que aquel año inició los trámites para abandonar la bolsa de Milán, pasó de ganar 120 millones de euros en 2010 a setenta millones de euros en 2011, mientras que Abercrombie&Fitch hundió su beneficio neto un 15%.

Acumulación de stocks y caída de los precios

Las consecuencias de aquella espectacular escalada de precios persistieron en los años siguientes. La incertidumbre en el mercado mundial del algodón la generó entonces China. El gigante asiático, que había iniciado una política de acumulación de stocks para proteger a su industria textil local, volvió a distorsionar su precio. El país incrementó también sus importaciones con miras a engrosar sus reservas. En 2012, el Ministerio de Agricultura estadounidense alertó ya de que el stock mundial de esta materia prima alcanzaría a cierre de año su mayor valor en 25 años por la política china.

De hecho, India llegó a bloquear por segunda vez sus exportaciones de algodón ante la voracidad de las compras de China y el temor de dejar desabastecida la industria textil local. La acumulación masiva de algodón por parte del Gobierno de Pekín le convirtió en propietario de una cuarta parte de las reservas mundiales, que llegaron a representar el equivalente al 60% del consumo anual.

Esta acumulación de stocks puso en alerta al sector que contemplaba con temor la posible venta de estas reservas, que frenarían el comercio internacional de esta materia prima y volverían a agitar su valor. El algodón, a diferencia de otras materias primas, tiene fecha de caducidad y, cuanto más se alarga su uso, más posibilidad hay que se eche a perder. Profesionales de este campo y analistas expertos empezaron a vislumbrar entonces una nueva etapa de precios bajos.

Estas previsiones pusieron en alerta de nuevo al Gobierno de Pekín, que tuvo que salir de nuevo a dar ayuda a sus productores. Entre 2011 y 2012, China multiplicó por diez las subvenciones a los productores de algodón favoreciendo que los precios de esta materia prima en su territorio estuvieran por encima de los internacionales. Pero no sólo el gigante asiático incrementó sus ayudas al cultivo de algodón. En todo el planeta, los subsidios a la producción de esta materia prima se multiplicaron por cuatro durante aquellos años para compensar la caída de los precios.

Evolución del precio del algodón en la última década

A finales de 2013, China empezó a liberar sus stocks de algodón y, en 2014, puso fin a su política de engrosar sus reservas. El volumen que llegó a acumular el país asiático llegó a ser tal que era suficiente para abastecer a toda la industria textil china durante más de un año.

Por aquel entonces, el país contaba ya con más de la mitad del total mundial de reservas de algodón. La consecuencia de este nuevo escenario fue una fuerte caída de la producción y un parón del comercio internacional. Otro elemento que contribuyó a presionar a la baja el precio del algodón fue el poliéster, la fibra sintética derivada del petróleo más abundante y económica, que fue ganando protagonismo en las colecciones de moda.

La siguiente vuelta de tuerca al mercado global del algodón la volvió a dar China al incrementar los aranceles a las importaciones para proteger su algodón y a introducir cuotas adicionales. La política de acumulación de stocks y las subvenciones a la producción local habían presionado al alza los precios, favoreciendo las importaciones de algodón más barato y de mayor calidad. Sin embargo, la medida no fue suficiente para mantener la producción local y, en 2014, India le arrebató el liderazgo como el principal productor mundial de esta materia prima.

Aquel año, los precios del algodón tocaron suelo, situándose en 61 centavos por libra, su nivel más bajo desde 2009. A raíz de este nuevo escenario, completamente opuesto al de tan solo dos años atrás, provocó un desplome de las exportaciones de Estados Unidos, el principal actor en el comercio mundial de esta materia prima, que regresaron a niveles del año 2000. La producción global se encogió en 2015 hasta niveles de 2008, después de que los principales países productores a recortasen superficie cultivada

Estos altibajos en el mercado algodonero aceleraron el incremento del consumo de fibras sintéticas, que en 2013 representaban ya el 70% de la producción global de fibras textiles. En 1963, la producción de poliéster, acrílico, celulosa, poliamida y polipropileno era del 26%, frente al 65% de algodón y el 9% de lana. En 2013, las fibras sintéticas eran el 70%, mientras el algodón copaba el 29% y la lana, el 1%, según los últimos datos de la European Man-made Fibres Association (Cirfs).

Algodón sostenible y otras materias primas

En paralelo a la montaña rusa que se vivía en el mercado tradicional del algodón empezó a tomar fuerza en 2010 el del algodón sostenible. Aquel año, las ventas mundiales procedentes de cultivos sostenibles de esta materia prima rozaron los 5.200 millones de dólares, según el organismo Textile Exchange, especializado en la dinamización de esta producción. Un año después, el negocio del algodón sostenible generó 6.200 millones de dólares. Por primera vez, los gigantes de la distribución de moda estaban apostando con fuerza por este tipo de algodón. En 2011, los principales consumidores de algodón sostenible del planeta ya eran H&M, C&A, Nike, Inditex y Adidas.

 

En la temporada 2012-2013, el algodón sostenible superó por primera vez la barrera del millón de toneladas, hasta 1,14 millones de toneladas de producción y 1,75 millones de hectáreas cultivadas. Brasil, India y Pakistán fueron tres de los países que lideraron la producción de este tipo de cultivos. A pesar de no ser tan relevantes en el comercio mundial del algodón, ha habido países que también han jugado la carta de la sostenibilidad para dar competitividad a sus plantaciones algodoneras, como es el caso de pequeños productores africanos, como Zambia, Costa de Marfil o Zimbaue.

Ya en 2017, varios retailers, como Marks&Spencer o C&A, junto con el London College of Fashion o la Fairtrade Foundation, constituyeron la plataforma Cotton 2040 con miras a que en esta fecha las plantaciones sostenibles de algodón sean el nuevo normal de su cultivo. De hecho, en 2017, la plataforma Better Cotton Initiative (BCI), una de las promotoras del desarrollo de este tipo de producción, generó el 12% de la producción mundial de esta materia prima.En paralelo, desde la industria se empezó a tomar en serio la necesidad de buscar alternativas al algodón.

Al calor de la inestabilidad del mercado de las fibras, nació por ejemplo Naturally Advanced Technologies, que puso en marcha Crailar, una fibra natural elaborada a partir de heno y cáñamo. Crailar llegó incluso a aliarse con la austriaca Lenzing, especializada en viscosa, para desarrollar una nueva fibra artificial con la que sustituir al poliéster y al algodón. Sin embargo, Crailar terminó echando el cierre poco después, a pesar de tener entre sus clientes a Levi Strauss, Hanesbrands, PVH o Target, entre otros.

 

Los mayores fabricantes de fibras sintéticas

A partir de 2015, los gigantes de la moda empezaron a buscar sinergias para avanzar en este sentido. Kering y H&M entraron en el capital de la start up británica Worn Again para acelerar el desarrollo de su tecnología para el reciclaje textil y la circularidad. De hecho, el detonante de la investigación y la innovación textil en el ámbito de las materias primas ha dado un vuelco radical.

En una primera fase, se paralizó todo el desarrollo en smart fabrics, hilos conductores y tecnología aplicada al textil para volcarlo en la búsqueda de nuevos materiales sustitutivos de las materias primas naturales y sintéticas. No obstante, en 2016 y 2017 la sostenibilidad abordó una segunda etapa: la circularidad. La gran distribución abrazó este nuevo sistema de la economía para restar dependencia de materias primas procedentes de cultivos naturales (cuyas plantaciones son finitas) y de aquellas derivadas del petróleo (ante una posible escasez, que golpease con dureza el negocio). Así, en 2017, el 19% del algodón que se utilizó en la industria textil procedió ya de fuentes sostenibles.

En el caso del poliéster, el 14% que se destinó al sector ya fue reciclado, y en la viscosa, el 4,5% fue lyocell, la versión más sostenible en la producción de fibras textiles celulósicas, según un estudio de Textiles Exchange. Respecto al poliéster, la fibra reina de la industria de la moda, en 2017 alcanzó una producción récord de 53 millones de toneladas métricas. De estas, 7,42 toneladas métricas ya fueron de poliéster reciclado. El grueso de este tipo de fibra procede de botellas de plástico y del propio poliéster de uso textil.

Nuevo relevo en Brioni: nombra nuevo consejero delegado

Mehdi Benanadji es el nuevo consejero delegado de 2017.

Nuevo vuelco en la cúpula de Brioni. La compañía italiana de moda masculina de lujo, propiedad de Kering, ha nombrado a Mehdi Benabadji como nuevo consejero delegado con el objetivo de “reposicionar la marca y expandirla en el extranjero”, según ha comunicado la empresa. Benabadji tomará posesión de su nuevo cargo el próximo 1 de enero y reportará al director general del grupo, Jean-François Palus.

El nuevo consejero delegado releva en el puesto a Fabrizio Malverdi, que ha abandonado la empresa. Mehdi Benanadji, graduado en la escuela de negocios francesa Essec Business School, se incorporó a Kering en 2003 y ha ejercido de director de operaciones en el grupo y de responsable de estrategia y de desarrollo de marca en Brioni.

Brioni ha cambiado de consejero delegado cuatro veces en los últimos cuatro años. Antes de Fabrizio Malverdi, que fichó por la compañía en marzo de 2017, la empresa italiana estuvo liderada por Gianluca Flore desde noviembre de 2014 hasta febrero de 2017, y anteriormente por Francesco Pesi.

Kering es dueño de Gucci, Yves Saint Laurent, Balenciaga o Bottega Veneta. El conglomerado francés ha cerrado los nueve primeros meses del ejercicio con una facturación de 11.142 millones de euros, un 17% más que en el mismo periodo del año pasado.

La guerra comercial salpica la campaña de Navidad: dos de cada tres empresas subirán precios

La guerra comercial desembarca en la Navidad. Más del 85% de las empresas de retail en Estados Unidos estima que el conflicto entre Donald Trump y Xi Jinping provocará un aumento en los costes de los bienes vendidos durante las fiestas de Navidad. Mientras, dos tercios de los ejecutivos encuestados prevé repercutir en sus clientes la mitad de esos costes, según una encuesta realizada por la consultora Bain entre cerca de cien empresarios del sector de la moda en Estados Unidos.

El estudio asegura que la incertidumbre que se cierne alrededor de los aranceles estadounidenses aumentará los precios un 4%, a la vez que provocarán una contracción en el volumen de ventas de un 2%. En el caso de los productos chinos, los empresarios tienen la intención de trasladar el aumento de sus costes a los clientes, incrementado el precio final del producto. Un hecho que podría repercutirles directamente si no toman medidas adicionales, según apunta la consultora.

Tras cerca de 18 meses de guerra comercial, Estados Unidos mantiene aranceles del 25% a importaciones chinas valoradas en 250.000 millones de dólares (224.418 millones de euros), junto con unos gravámenes reducidos del 7,5% a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares (107.721 millones de euros).

El acuerdo alcanzado el pasado fin de semana entre Estados Unidos y China deja sin efecto las tarifas de 156.000 millones de dólares (140.037 millones de euros) previstos y reduce también los aranceles existentes. Las nuevas tasas iban a afectar a productos estratégicos como móviles, ordenadores, juguetes y ropa, e implicaban la guerra total, ya que prácticamente el cien por cien de las importaciones chinas pasarían a estar gravadas con nuevos aranceles.

Inditex nombra un nuevo director de sostenibilidad en pleno giro ‘eco’

Inditex da forma a un nuevo equipo para liderar su giro hacia la sostenibilidad. El grupo gallego, número uno de la distribución de moda del mundo, ha nombrado a Javier Losada como nuevo director del área de sostenibilidad del grupo, según ha podido confirmar Modaes.es. Miguel Díaz, director financiero de Zara, asumirá también la dirección de sostenibilidad de la cadena.

Estos nuevos nombramientos se enmarcan en un giro estratégico de la compañía gallega. En la última junta general de accionistas, el presidente del grupo, Pablo Isla, dio a conocer la nueva hoja de ruta de la empresa en materia de sostenibilidad, que pasa por aumentar el uso de materiales reciclados o sostenibles y reducir progresivamente los residuos antes de 2025.

Como es habitual en el grupo gallego, Inditex ha recurrido a ejecutivos de la casa para asumir nuevos cargos dentro del área de sostenibilidad. Díaz es un histórico del grupo, al que se incorporó en 1989 como director financiero de Zara. Losada, por su parte, es un hombre de máxima confianza de Isla y hasta ahora estaba al frente de control de gestión. En esta última área le sustituirá ahora Lorena Lema, responsable de control de existencias.

Dentro del equipo de sostenibilidad, la compañía también ha nombrado a Luis Coloma, hasta ahora al frente de infraestructuras, como nuevo director de medio ambiente, en sustitución de Antonio Álvarez. Por su parte, Félix Poza se ha hecho cargo del área de diversidad, inclusión y política de igualdad, encuadrada dentro de la división de recursos humanos que dirige Begoña López.

Inditex también ha creado este año una nueva comisión de sostenibilidad en el consejo de administración, presidida por Denise Patricia Kingsmill, y con José Arnau, Pilar López Álvarez, Anne Lange y José Luis Durán como vocales.

La matriz de Zara es, junto con H&M, uno de los grandes grupos de distribución de moda que está liderando la apuesta por la sostenibilidad. La compañía mantiene acuerdos con universidades de todo el mundo para investigar en nuevos materiales, cuenta con un programa para recoger prendas usadas para ser recuperadas y con un plan de tiendas ecoeficientes que ya se ha implantado por completo en mercados como China.

Entre las metas que se ha fijado el grupo este año se encuentra que toda su red de tiendas esté adaptada al modelo ecoeficiente a cierre de 2019, que en 2020 el 25% de los productos estén etiquetados con el sello Join Life y que, en 2025, todas sus colecciones estén fabricadas con materiales orgánicos, sostenibles o reciclados antes de 2025.

El gigante coreano Amorepacific entra en el capital de la ‘start up’ Milk Makeup

Amorepacific saca la chequera. El gigante surcoreano de cosmética ha adquirido una participación minoritaria en la start up neoyorkina Milk Makeup por un importe que no ha trascendido. Milk Makeup fue fundada en 2015 en Estados Unidos y está especializada en cosmética natural. Desde su nacimiento, ha realizado dos rondas de financiación y se estima que este año facturará 60 millones de dólares (53,86 millones de euros).

La empresa también está participada por Main Post Partners, que entró en el capital en 2017, y Alliance Consumer Growth, que invirtió a principios de 2019. Actualmente, Milk Makeup se distribuye en cadenas especializadas como Sephora o Cut Beauty. Con Amorepacific en su capital, la estadounidense aterrizará en Corea del Sur a través de la red de tiendas del grupo y con establecimientos independientes.

En paralelo, Amorepacific se encuentra en un proceso de expansión internacional apostando por los canales multimarca y online. Amorepacific cerró 2018 con unas ventas de 5,28 billones de wones (4.043 millones de euros).

Desigual gana fuerza online: la Red copa el 13,7% de las ventas hasta octubre

Desigual afianza su presencia en el online. En los diez primeros meses del ejercicio, las ventas a través de la web del grupo de distribución de moda representaron el 13,7% de la facturación total, según ha explicado la empresa en un comunicado.

Entre enero y octubre, los ingresos online del grupo se han elevado un 7,5%. Europa y Japón son los mercados donde Desigual cuenta con una mayor penetración de su canal online. El objetivo de la empresa pasa por que las ventas a través de la Red supongan el 60% del total de su facturación en cinco años.

Con en objetivo de continuar ganando presencia en el canal digital, la empresa acaba de lanzar una nueva web, disponible en veintiún mercados y ocho idiomas. Desigual ha puesto en marcha la nueva plataforma en el marco de la renovación de su imagen corporativa.

“Es nuestra tienda número uno y nuestro escaparate internacional veinticuatro horas al día 365 días al año”, ha señalado Lucía Gómez, digital director de Desigual. “Nuestro objetivo es ser más relevante para cada uno de nuestros consumidores a través de personalizar la experiencia, y para ello hemos introducido mejoras en los contenidos, mayor agilidad en los procesos omnicanales y nuevas funcionalidades”, ha explicado la directiva.

Ted Baker incorpora al ex director financiero de Sports Direct al consejo tras lanzar un ‘profit warning’

Ted Baker apuntala su consejo en plena reestructuración. Menos de un mes después de que Ted Baker lanzase un profit warning y anunciara la salida de su consejera delegada, Ted Baker da vuelta a la página y fortalece su cúpula financiera con el fichaje de Jon Kempster, ex director financiero de Sports Direct, como nuevo consejero no ejecutivo.

Kempster asumirá el papel de presidente del comité de auditoría y riesgos, además de unirse al comité de remuneración. La noticia llega después que Ted Baker informara que prevé ganancias antes de impuestos de entre 5 millones de libras y 10 millones de libras (entre 6 millones y 12 millones de euros), además de haber suspendido el pago de dividendos a sus accionistas.

 

Kempster fue director financiero y consejero ejecutivo de Sports Direct desde Septeimbre 2017 a Julio 2019.

 

La carrera de Kempster incluye puestos en el consejo de Delta, Fii Group, Sports Direct International, Wincanton, entre otros. Kempster ha sido consejero no ejecutivo y presidente del comité de auditoría en Redcentric desde enero de 2017 y es administrador del plan de pensiones Delta.

La compañía ha reorganizado su equipo en lo que va de año, tras la salida de la consejera delegada Lindsay Page a principios de mes, y la del presidente David Alan Bernstein, por lo que la compañía fichó a la consultora Korn Ferry para encontrar su reemplazo.

La empresa, que cotiza en la bolsa de Londres, cerró el último ejercicio con una facturación de 617,4 millones de libras (679 millones de euros), un 4,4% más que el año anterior, pero hundió un 26,1% su beneficio.

El coste laboral en el textil sube otro escalón con un alza del 3,8% en el tercer trimestre

La mano de obra se encarece en la industria de la moda en España. El coste laboral en el textil continuó con su senda alcista en el tercer trimestre, con un alza del 3,8% frente al mismo periodo de 2018. En concreto, cada trabajador supuso a las empresas del sector un coste de 2.220 euros al mes. De esta manera, el sector acelera en su subida, después de que en el segundo trimestre creciera un 2,1%.

La confección fue el sector donde el coste laboral más se incrementó en el tercer trimestre. El coste por trabajador en este segmento se situó en 2.283 euros entre julio y septiembre, un 4,4% más. Con todo, el sector frenó el ritmo frente al trimestre anterior, cuando registró un avance del 10,1%.

El coste laboral en el cuero y el calzado, por su parte, frenó el ritmo de subida, con un alza interanual del sólo el 1,3%, frente al incremento del 7,7% del segundo trimestre. En la industria del cuero y el calzado, cada trabajador supone a la empresa 2.009 euros.

En términos intertrimestrales, todos los subsectores de la industria textil registraron un descenso de su coste laboral entre julio y septiembre: del 8,1% en el caso del textil, del 13,1% en el de la confección y del 3,3% en el cuero y el calzado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El grueso del gasto en el sector de la moda corresponde al coste salarial, que copó en torno al 73% del coste en los tres sectores. El resto corresponde a percepciones no salariales, cotizaciones obligatorias y subvenciones y bonificaciones a la Seguridad Social.

Según la Encuesta trimestral de coste laboral (Etcl), el coste medio en las compañías españolas se situó en 2.553,6 euros por trabajador y mes en el tercer trimestre, un 2,2% más que en el mismo periodo del año anterior.

Amazon rompe con Fedex: prohíbe a sus vendedores usar el servicio de paquetería

Amazon gestionará internamente sus envíos urgentes. El gigante tecnológico ha prohibido a las empresas que venden a través de su portal utilizar los servicios de la empresa estadounidense de paquetería exprés FedEx para el envío de los pedidos a los clientes Prime, según ha informado la compañía de paquetería en un comunicado.

En junio, el gigante tecnológico no renovó el contrato que tenía con FedEx para el envío, a través de avión, de entregas de pedidos urgentes que ofrecía en Estados Unidos. La decisión tomada en plena campaña de Navidad se enmarca en la guerra abierta que mantienen ambas compañías por el liderazgo en el sector de las entregas a domicilio.

Hasta ahora, los terceros que venden sus productos online a través de Amazon podían elegir qué empresa de paquetería se encargaría de gestionar el envío a domicilio, siendo FedEx, UPS, USPS y los propios servicios de mensajería de Amazon las alternativas. La ruptura con FedEx da más fuerza al titán del ecommerce, que lleva tiempo construyendo su propia red de entregas a través de aviones, camiones y furgonetas.

“Aunque esta decisión afecta a un número muy reducido de vendedores, limita las opciones de esos pequeños negocios durante algunos de los días de más demanda de paquetería de la historia, y puede poner en jaque su capacidad para dar respuesta a los consumidores”, han valorado desde FedEx.

La prohibición de usar los servicios de FedEx por el momento no tiene fecha de caducidad. Amazon, por su parte, se ha limitado a señalar que el acuerdo no se retomará hasta que las entregas de FedEx “mejore”. Las previsiones de la compañía logística pasan por llegar a entregar hasta cien millones de paquetes al día en el mercado estadounidense en 2026.

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