El juez da un ultimátum a Kosu Nuno: medio millón en 10 días o pierde Caramelo
Continúa el viacrucis de Caramelo en los juzgados. El juez ha dado un ultimátum a Kosu Nuno, la sociedad adjudicataria de la marca, para que pague lo que ofreció por ella. De no hacerlo, la empresa perdería el derecho a hacerse con la histórica firma gallega, encallada en los juzgados desde que fue a liquidación en noviembre de 2016.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña ha emitido hoy una providencia en la que da diez días a la sociedad para desembolsar los 500.000 millones de euros que ofreció. Si no lo hace, se pasaría a la siguiente mayor oferta, aunque el tiempo ha devaluado la marca y los otros pujantes podrían no estar dispuestos a pagar lo que en su día ofrecieron por ella.
Si dentro de diez días, Kosu Nuno no abona los 500.000 euros, perderá el depósito y la adjudicación
La decisión se toma después a petición de los administradores concursales, Antonio Zamorano Fernández y Francisco García Oliva, que explican que por motivos no imputables a la administración concursal no ha podido formalizarse al día de hoy la compraventa, siendo esta la única operación que resta para concluir la liquidación. Además, los otros participantes en la subasta tienen retenido el importe consignado, de 5.000 euros, a la espera de que se formalice la compraventa. Durante este tiempo, se fijaron tres fechas para formalizar la venta, pero la firma no llegó a realizarse.
Guerra en los juzgados
Quién está detrás de Kosu Nuno es un misterio: su administrador único es el diseñador Manuel Bolaño, si bien él ha desmentido cualquier vinculación tanto con la sociedad como por el proceso.
El creativo asegura que la empresa se constituyó en 2016 para dar entrada a su entonces socia, la abogada Carmen Tarrón, a su capital, si bien finalmente Bolaño decidió venderle su participación en 2016. Por su parte, Tarrón ha defendido que ella es únicamente la abogada de esta sociedad y que el propietario es “su cliente, de quien por protección de datos no puedo desvelar la identidad”.
En un primer momento, la vencedora de la puja por Caramelo fue la vallisoletana PostQuam, especializada en cosmética profesional, que ofreció 505.000 euros. Sin embargo, Kosu Nuno se opuso a la adjudicación, argumentando que PostQuam no había presentado a tiempo su solicitud.
Kosu Nuno venció en la puja después de que se declarara nula la adjudicación a PostQuam
Cuatro meses después, en febrero de este año, el juez dio la razón a la compañía, anuló la venta a PostQuam y adjudicó la marca a Kosu Nuno. Las siguientes ofertas fueron las de Roberto do Rego, copropietario de Do Rego&Novoa (480.000 euros), y la toledana Kangaroos (362.000 euros).
Caramelo, por su parte, echó a andar en la década de los setenta. La empresa, que llegó a emplear a un millar de personas, pasó a manos de Inveravante, el brazo inversor de Manuel Jove, en 2007).
Caramelo fue a liquidación en noviembre de 2016, tres años después de superar el concurso de acreedores. La empresa, participada entonces en un 93% por Inveravante y en un 7% por la Xunta de Galicia, cerró su ejercicio 2014 con unas ventas de trece millones de euros.