España desafía al ‘efecto Japón’: más población y 30 millones de trabajadores activos hasta 2050
Menos, más viejos y más dependientes. Este es el escenario a la japonesa que las principales agencias estadísticas dibujaban para la población española. Las predicciones apuntaban a un descenso progresivo de la población, con tres millones menos de personas en edad laboral y una caída en picado de la natalidad.
Hasta ahora. Un nuevo informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) apunta que España todavía está a tiempo de darle la vuelta a los datos y escapar al destino de Japón, la nación más envejecida del mundo.
Según la entidad, la llegada de inmigrantes permitirá compensar la caída de la natalidad. El estudio apunta, además, a que la población activa se mantendrá como hasta ahora, en torno a 30 millones de personas, lo que supone un balón de oxígeno para la economía, ya que los dependientes seguirán creciendo. El organismo prevé que la población residente en España crezca entre cuatro y trece millones hasta 2050, superando las proyecciones de entes como el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Eurostat.
Inmigración, la tabla de salvación
En la primera década del nuevo milenio, el crecimiento de la economía española y las fuertes tasas de creación de empleo actuaron como impulsor de la llegada de inmigrantes extranjeros, principalmente procedentes de Latinoamérica, el norte de África y la Europa del Este.
Las altas tasas de fertilidad de los países de origen de los nuevos habitantes del país ayudaron a mitigar la caída de la natalidad que España arrastraba desde la década de los noventa. El fenómeno fue un revulsivo para el negocio de compañías de moda infantil como Mayoral, Tuc Tuc o Neck&Neck, aunque estas continuaron apostando por la internacionalización para reducir la dependencia de su negocio del mercado doméstico.
Sin embargo, con la llegada de la crisis, el crecimiento de la población extranjera en el país se frenó y, en 2011, comenzó a registrar un saldo negativo. A 1 de enero de 2018, España contaba con 4,72 millones de ciudadanos de origen extranjero y encadenó su sexto año en descenso, según datos del INE. Desde 2011, el país había perdido 1,18 millones de residentes extranjeros.
La Airef prevé que España cuente en 2030 con 5,56 millones de residentes extranjeros, un 22% más que en 2017
Para los próximos años, la Airef vaticina un fuerte impulso de la población extranjero en España. En concreto, el organismo prevé que el país cuente en 2030 con 5,56 millones de residentes extranjeros, un 22% más que en 2017. En 2050, el incremento será del 82% respecto al año pasado, hasta 8,3 millones de personas de origen extranjero.
Aunque no da previsiones sobre la población extranjera a años vista, el INE sí prevé saldos migratorios positivos para los próximos años y con una tendencia al alza. Si en 2020 se estima que lleguen 32.100 nuevos extranjeros al país, el dato prácticamente se duplicará en veinte años. En 2050, el INE vaticina que residan España 80.449 inmigrantes más.
La llegada de inmigrantes no sólo daría nuevos impulsos al mercado de trabajo, gracias a los potenciales nuevos cotizantes para las arcas públicas, sino también a la natalidad, de cuya evolución también depende en buena parte el mercado futuro de la moda en España.
Fertilidad, rumbo a los dos hijos por mujer
Otro de los factores que tendrá un impacto decisivo en la radiografía del consumidor español de mediados de siglo serán las tasas de fertilidad. España está desde hace años lejos de los umbrales de reemplazo generacional, que se sitúa en 2,1 hijos por mujer, derivando en un cada vez más abultado número de habitantes en la parte alta de la pirámide.
Eurostat prevé que esta brecha entre la tasa de fertilidad española y la que registran algunos países del norte de Europa, donde sí se alcanza el umbral de reemplazo, se vaya estrechando. En 2050, las mujeres españolas tendrán 1,8 hijos de media, frente a los 1,5 hijos de 2020.
El INE distingue la tasa de fertilidad prevista entre las mujeres de nacionalidad española y las extranjeras. En 2050, el organismo estima que las primeras tendrán 1,3 hijos de media, frente a los 1,28 hijos actuales. En el caso de las mujeres de nacionalidad extranjera, la tasa de fertilidad pasará en el mismo periodo de 1,66 hijos a 1,9 hijos, ayudando en mayor medida a paliar el envejecimiento poblacional.
¿Quién sustentará la economía?
En la actualidad, España cuenta con unos treinta millones de habitantes en edad de trabajar (entre los 16 años y los 64 años), lo cual representa el 65% de la población total. Airef prevé que, apoyado en el crecimiento de la población extranjera y la implementación de políticas para mejorar la tasa de fertilidad, el país mantendrá estable el peso de la población en edad de trabajar.
El INE, en cambio, vaticina una fuerte reducción de este segmento poblacional de cara a las próximas décadas. En 2050, el organismo estima que habrá 22,9 millones de personas en edad de trabajar en el país, lo cual supondrá un 52% de la ciudadanía. La evolución vaticinada para España está en línea con la del conjunto de la Unión Europea (UE).
Mientras que en 2016 la región contaba con 333 millones de personas en edad de trabajar (el 65,3% del total), Eurostat estima que el número caerá hasta 288,4 millones de personas en 2080. La presión sobre la clase trabajadora se incrementará y, previsiblemente, se requiera incrementar la recaudación mediante impuestos para poder sustentar a ese segmento de población dependiente cada vez más abultado. En seis décadas, Europa tendrá menos de dos personas en edad de trabajar por cada individuo de edad avanzada.
La población, baile de cifras
El número de habitantes, junto a su distribución geográfica, gustos y poder adquisitivo, determina en parte el atractivo de cualquier mercado para una empresa de moda. España cuenta hoy con alrededor de 46,5 millones de habitantes, según los últimos datos disponibles.
Sin embargo, no hay consenso sobre cómo evolucionará la población del país en las próximas décadas. El INE aboga por una paulatina reducción: en 2030, el organismo anticipa una caída del 1,1% en el número de habitantes, hasta 45,94 millones de personas.
Diez años más tarde, en 2040, España contaría con 45,32 millones de ciudadanos, un 2,4% menos respecto al dato actual. El retroceso será aún más acusado en 2050, cuando el país sume 44,27 millones de habitantes, un 4,7% menos que en 2017.
Por otro lado, los pronósticos de Eurostat apuntan a una tendencia alcista. En la próxima década, España ganará unos 600.000 habitantes, hasta 47,1 millones de personas en 2030. El crecimiento de la población seguirá en 2040 y 2050, con alzas del 3,7% y del 5,9% respecto al año 2017.
A cierre del periodo, el país contaría con 49,26 millones de habitantes. Eurostat cuenta con previsiones de población hasta 2080, año en el que España rozaría los 51 millones de residentes, frente a los 49,83 millones previstos en 2070.
Eurostat apunta que España experimentará, junto a Bélgica, Dinamarca, Chipre, Luxemburgo, Malta, Holanda, Austria y Finlandia, una mezcla de factores positivos y negativos en la evolución de su población, con la inmigración como factor que puede decantar la balanza en la estructura de edad de la sociedad.
Un crecimiento poblacional mucho más acelerado que el de Eurostat es el que maneja Airef en su Documento Especial sobre Previsiones Demográficas: Una visión integrada. Dicho informe contempla en su escenario medio que España llegue a los 49,07 millones de habitantes ya en 2030. Veinte años después, la cifra ascendería hasta 55,4 millones de personas.