‘Phishing’: cuando el ‘hacker’ se viste de Prada
Un usuario recibe un e-mail de Prada avisándole de una promoción única en la que podrá acceder a los productos de la marca con un atractivo descuento. La dirección de correo es de Prada, la imagen es de Prada, incluso la web a la que redirige parece de Prada. Pero no lo es. El cliente que pica está en realidad cediendo sus datos (en el peor caso, los de la tarjeta de crédito) a un hacker malintencionado que nada tiene que ver con la firma italiana.