Roberto Verino crece en el extranjero: entra en Rusia y se refuerza en México
Roberto Verino agranda su huella en el extranjero. La compañía gallega de moda femenina y masculina ha comenzado una nueva etapa de expansión internacional que pasa por desembarcar en un nuevo mercado, así como reforzarse en los países donde ya opera.
Además de en España, donde está presente con 106 establecimientos propios, la empresa cuenta con cuatro tiendas en Portugal, tres Oporto y un corner en El Corte Inglés de Lisboa, y doce puntos de venta en México.
El país latinoamericano se ha convertido en uno de los focos de expansión del grupo para ampliar su presencia en mercados internacionales. En México, el grupo tiene previsto subir la persiana de diez nuevas tiendas a corto plazo, según ha explicado Dora Casal, directora adjunta de Roberto Verino, a Modaes.es.
Roberto Verino cuenta con cuatro puntos de venta en Portugal
La primera de estas diez aperturas se realizará en las próximas semanas en el centro comercial Plaza Cibeles, en la localidad de Irapuato, una de las ciudades más importantes del estado de Guanajuato del país azteca.
En paralelo, la estrategia de la compañía gallega también pasa por desembarcar en un nuevo mercado internacional. Roberto Verino tiene previsto entrar a corto plazo en Rusia, donde se encuentra en búsqueda de locales para abrir un establecimiento.
En Portugal, por su parte, Casal explica que “todavía hay margen para expandirse”. La empresa dio sus primeros pasos en el país en 1998, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha convertido en uno de sus principales mercados.
La empresa abrirá próximamente un establecimiento en el centro comercial Plaza Cibeles de la ciudad mexicana de Irapuato
Roberto Verino concluyó 2017 con una cifra de negocio de 33,5 millones de euros. La empresa, que cuenta en la actualidad con una red comercial de 150 puntos de venta, hizo borrón y cuenta nueva hace unos años después de restablecer su situación financiera en 2014.
La empresa, que cuenta con una plantilla de alrededor de 400 trabajadores, fue una de las protagonistas del boom de la moda gallega de la década de los ochenta, junto con Adolfo Domínguez o Florentino, entre otras.
La compañía inició su recorrido mediante la expansión a través del multimarca y tiendas propias, hasta que en 1992 decidió prescindir del multimarca para centrarse únicamente en el retail.
Roberto Mariño Fernández puso en marcha la empresa después de estudiar Bellas Artes en París y entrar en contacto con el negocio textil a través de la firma Bolly Bonny, que introdujo en España.