Tecnología para trazar el ‘made in’: prueba y error en busca de la transparencia
De la cabra de Cachemira, al jersey listo para comprar en unos grandes almacenes. La trazabilidad es exactamente eso, la capacidad de rastrear toda la información sobre el viaje que ha tenido la prenda durante su producción. La moda lleva años ensayando cómo dar transparencia al ciclo de vida de sus productos, con pruebas piloto que no terminan de imponerse en el conjunto de la industria. Del Rfid al blockchain, LVMH, Levi’s o Nike juegan al prueba y error en busca de la transparencia.
La industria de la moda se encuentra en tela de juicio, sobre todo por la manera en la que las prendas se realizan. La cadena de valor del sector es una de las más difíciles de rastrear pero, a la vez, el consumidor cada vez demanda más transparencia sobre los productos que consume.
Trazar el viaje de la prenda aporta a las empresas de moda, primero, transparencia al proceso, ya que abre paso a un flujo de información sobre el producto nunca visto antes. Segundo, las compañías de lujo que venden productos únicos y auténticos pueden rastrear su producción para luchar contra las falsificaciones.
Ante esta realidad, los gigantes de la moda, desde el fast fashion hasta los grandes del lujo, están buscando el camino para tomar de nuevo el control de su cadena de producción y poder contárselo a sus clientes. “Las empresas necesitan soluciones para poder informar de los atributos que quieren comunicar”, explica Neliana Fuenmayor, sustainable fashion innovator, a Modaes.es.
La moda ha comenzado a testear soluciones tecnológicas para conseguir una mayor transparencia y la manera de comunicar la autenticidad de sus productos. Desde códigos QR en las prendas hasta el Rfid, un chip que nació en la Segunda Guerra Mundial y que ahora se utiliza para gestionar stock y validar la autenticidad de los productos, según indica Gabriel Farias, experto en aprovisionamiento, a Modaes.es.
“Las empresas necesitan soluciones para poder informar de los atributos que quieren comunicar”, apunta Neliana Fuenmayor, sustainable fashion innovator
Moncler es uno de los pioneros. La compañía italiana aplicó la tecnología Rfid a las prendas de la colección primavera-verano 2016. Gracias a su código alfanumérico, el chip confirmaba la autenticidad del producto. Con este método, Moncler utiliza esta herramienta tecnología para controlar las piezas en circulación y ser más transparente, tal y como ha confirmado la compañía a Modaes.es.
Pero, actualmente, los expertos consultados coinciden en que la tecnología más disruptiva de todas es el blockchain. Esta herramienta se basa en una secuencia de datos, repartidos en bloques, que garantiza que la información que guarda es real y eterna en el tiempo.
Martine Jarlgaard, diseñadora británica, colaboró hace tres años con Provenance, un proveedor de servicios blockchain. Esta tecnología aportaba la información de toda la cadena de producción de las prendas, desde la procedencia de la alpaca hasta los centros de fabricación.
Los expertos coinciden en que la tecnología más disruptiva de todas es el blockchain
“La industria de la moda es muy conservadora, pero muchas personas dentro del sector estamos intentando crear valor, empoderando al consumidor ofreciéndole este tipo de información”, explica Jarlgaard.
Desde 2019, el conglomerado francés LVMH también utiliza el blockchain para contrarrestar los efectos de la falsificación. El gigante del lujo creó el programa Aura para rastrear los orígenes de las materias primas o la propiedad intelectual.
La semana pasada, Hugo Boss lanzó una colección especial de trajes trazables. La cápsula de la compañía alemana aporta al consumidor la información supervisada de la cadena de producción de dichas piezas, desde el tratamiento de la lana merino hasta la producción en Turquía.
“Esta tecnología es costosa para las pymes pero no para las grandes compañías, pioneras en introducir este tipo de novedades”, dice Farias. Como todas las tecnologías, el experto asegura que cuanto más se use más accesible será para todas las marcas.
El beneficio que implica aplicar esta tecnología en las compañías aún es más cualitativa que cuantitativo. De momento el sector está probando modelos piloto para ver qué factores pueden afectar a su variación. “Todo el mundo quiere saber cifras, pero es muy difícil cuantificarlo ahora mismo”, asegura Fuenmayor.
El blockchain y la economía circular
Los expertos subrayan que uno de los beneficios más relevantes del bockchain es la capacidad de esta tecnología para hacer realidad la economía circular. Uno de los retos a los que tiene que hacer frente la industria es el conocimiento del proceso químico de los tejidos.
La desinformación de este primer eslabón de la cadena hace que las compañías no sepan cuánta cantidad de prendas son susceptibles de ser recicladas. La tecnología del blockchain solucionaría este vacío.
“Si la prenda es trazable y la información se recoge desde un inicio, uniendo la cadena de producción con la compra del consumidor, será mucho más sencillo que la prenda vuelva a entrar en el ciclo de consumo”, señala Fuenmayor.
“Conocer la trazabilidad de la prensa ayuda mucho a modelos de negocio como la segunda mano o el reciclaje de prendas, ya que puedes conocer cantidad de materiales o su procedencia de una manera infinita, pase por las manos que pase”, asegura Farias.