Intu desinvierte: vende Puerto Venecia a Generalli por 475 millones de euros

Intu desinvierte. El grupo británico ha vendido su centro comercial en Zaragoza Puerto Venecia por 475,3 millones de euros a Generali Shopping Centre y a Union Investment Real Estate. La compañía era propietaria del complejo comercial junto con el Fondo de Pensiones de Canadá, según un comunicado de la compañía remitido al Mercado Alternativo de Valores (MAB).

El cierre de la transacción está sujeto a condiciones suspensivas, y se prevé que no se concluya la operación hasta comienzos de 2020. Esta venta reportará a la compañía unos ingresos netos de alrededor de 115 millones después de pagar la deuda a nivel de activos, los impuestos y los ajustes de capital de trabajo.

Intu Properties anunció que llevaría a cabo una estrategia de desinversión el pasado julio tras el anuncio de sus resultados provisionales, para lograr mejorar el balance general. Esta operación se suma a otras ventas de activos que de momento le ha reportado a la compañía 479 millones de libras (560,9 millones de euros).

La compañía británica obtuvo el pasado septiembre la aprobación por parte de la Junta de Andalucía para realizar su proyecto Intu Costa del Sol. Este centro comercial será el más grande de España y requerirá una inversión de 800 millones.

Falcoreni continúa ampliando su presencia en España: abre en Palma

Falconeri extiende su huella en España. La cadena del grupo Calzedonia continúa ampliando su presencia en el país después de poner en marcha esta semana su tienda en Paseo de Gracia de Barcelona. Ahora, el grupo ha abierto en Palma.

En concreto, la empresa se ha instalado en la Avenina Jaime III, uno de los principales ejes comerciales de la capital balear. La apertura del establecimiento, que cuenta con una superficie de setenta metros cuadrados, ha sido asesorada por Cbre.

Además del nuevo establecimiento y la tienda en Paseo de Gracia, su primer punto de venta a pie de calle en el mercado español, la empresa cuenta con otras dos tiendas en el país. Falconeri tiene un establecimiento en el centro comercial L’illa Diagonal, en Barcelona, y una tienda en la calle Serrano de Madrid.

La compañía está especializada en prendas de cashemere y otras fibras naturales con precios que oscilan entre los doscientos euros y los trescientos euros. La empresa fue fundada por Pierangelo Fenzi en la década de los sesenta y pasó a manos de Calzedonia en 2009. La empresa factura en torno a 250 millones de euros en España. A escala global, la facturación del grupo asciende a 2.300 millones de euros.

Los precios industriales de la moda se mantienen: subida del 0,1% en noviembre

La industria de la moda se encarece al mismo ritmo. En noviembre, el Índice de Precios Industriales (Ipri) del textil repuntó un 0,1% interanual, el mismo avance que en los dos meses anteriores, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los precios de la confección, por su parte, se situaron en negativo en el decimoprimer mes del año. El sector registró una caída del 0,2%, el décimo retroceso consecutivo. Con todo, el descenso de noviembre es menor que el de los meses anteriores, cuando cayó un 0,2%.

El calzado, en cambio, volvió a encarecerse en noviembre, con un incremento de sus precios del 0,6%. De esta manera, los precios industriales del sector sube una marcha respecto a octubre, cuando subieron un 0,5%, pero se mantienen alejados de las tasas de crecimiento de los últimos meses, cuando se eleveronun 0,8% en agosto y un 0,7% en septiembre.

Por grupos más concretos de actividad, los subsectores que más elevaron sus precios en noviembre fueron la preparación e hilado de fibras textiles, la confección de prendas de punto y la fabricación del calzado, que registraron subidas del 1,8%, del 1,4% y del 0,7%, respectivamente.

En el lado contrario, los acabados textiles descendieron un 0,8%, la confección de prendas de vestir, excepto peletería cayeron un 0,3%, mientras que la fabricación de otros productos textiles bajó un 0,1%.  

Latinoamérica desacelera: llega a 2020 en su etapa de menor crecimiento en cuarenta años

Latinoamérica se sube a la ola de la desaceleración. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que la región crezca sólo un 0,1% de media durante este año, la etapa de menor crecimiento en cuarenta años.

En el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2019, el organismo revela que las economías de la región registrarán un avance del 1,3% en 2020. “El menor dinamismo de la demanda interna se ha visto acompañado por una baja demanda agregada externa y mercados financieros internacionales más frágiles”, apunta la entidad.

Además, la Cepal destaca que las turbulencias políticas que han sufrido regiones como Chile o Bolivia no han contribuido a mejorar la situación. “A este escenario se suman las crecientes demandas sociales y presiones por reducir la desigualdad y aumentar la inclusión social que han detonado con una intensidad inusual en algunos países”, señala el organismo.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) subraya que el entorno económico global tampoco va a servir de ayuda a causa de su “bajo dinamismo y su creciente vulnerabilidad”.

Sin embargo, la Cepal señala que, a diferencia de épocas anteriores, “la mayoría de los países de la región se encuentran hoy con niveles de inflación históricamente bajos y reservas internaciones relativamente elevadas”.

Además, la entidad destaca que “las economías siguen teniendo acceso a los mercados financieros y las tasas de interés internaciones se encuentran en niveles históricamente bajos”. Según los expertos de la Cepal, estos factores favorecen la capacidad de implantar políticas macroeconómicas para estimular la demanda agregada.

El precio de las materias primas, que en 2019 cayó un 5%, las exportaciones, o la mediocridad en cuestiones laborales son algunos de los principales problemas que tendrán que afrontar las economías de la región durante el próximo año, según la Cepal.

2019, el año en que Mango tomó aire para volver a empezar

Todo listo para volver a empezar. Mango, que en 2018 dio marcha atrás en la estrategia de la última década para volver a su público y posicionamiento originales, finaliza 2019 con las bases asentadas para retomar el ritmo de crecimiento. La compañía ha sofisticado sus fuentes de financiación, ha engordado su músculo logístico, ha reforzado su equipo directivo, ha vuelto a desarrollarse en el extranjero y, sobre todo, se ha volcado en el márketing para recuperar su imagen original. Todo listo para volver a crecer y recuperar el negro, mientras los rumores sobre una posible venta o salida a bolsa planean constantemente sobre la empresa, que los niega una y otra vez.

Texto premium

2019, el año en que Inditex consiguió vender más con menos

“La diferenciación de Inditex se hace cada vez más clara”. “Seguimos teniendo potencial de crecimiento”. “Nuestro liderazgo en el sector conlleva una responsabilidad”. Estos son sólo algunos de los titulares que deja Pablo Isla, presidente de Inditex, sobre la estrategia del grupo en 2019. Si en algunos ejercicios la discreción de Inditex hace que se haga difícil buscar cambios más allá de los resultados, en 2019 la compañía gallega cierra un ejercicio ajetreado. Inventario, márgenes, nuevo consejero delegado, sostenibilidad, digitalización y, por supuesto, nuevas tiendas.

Texto premium

2019, el año en que la moda española perdió el miedo a la concentración

El sector ha comenzado, tímidamente, a ganar tamaño a través de adquisiciones. Tendam se ha hecho con Intropia, Pronovias ha continuado comprando y Pepe Jeans se lanza a analizar operaciones. Black Toro y su hub de empresas fallido demuestran que no es tan fácil como parece.

Texto premium

Objetivo 2020: Los fenómenos de la década

En el negocio de la moda, nada es para siempre. La transformación acelerada del sector en la última década ha dinamitado el mapa de la moda, que ha visto cómo nuevos operadores tomaban el relevo de los últimos fenómenos de la distribución. Ni Benetton, ni Esprit, ni Forever21, ni Abercrombie&Fitch están hoy entre los mayores grupos del sector. Victoria’s Secret, un fenómeno de masas a principios de los 2000, ha perdido el sex appeal, y la moda surfera ha quedado relegada a un nicho deportivo. En cambio, han irrumpido nuevos modelos, con el low cost de Primark a la cabeza, que han sacudido el ránking y continúan creciendo mientras sus rivales encaran una reestructuración.

La compañía irlandesa, propiedad del grupo británico AB Foods, ha acelerado su expansión en la última década a golpe de tiendas y nuevos mercados. La empresa contaba en 2009 con 191 establecimientos y facturaba en torno a 2.800 millones de libras. Cinco años después, el grupo había ya duplicado sus ventas y, a cierre de 2018, su cifra de negocio llegaba ya a 7.477 millones de libras, casi tres veces más que hace diez años. El ejercicio 2009 supuso también el inicio del desarrollo internacional de la cadena, que hasta entonces operaba sólo en Irlanda, Reino Unido y España. Ese mismo ejercicio, el grupo puso un pie en Holanda, Alemania y Portugal, y hoy opera también en Bélgica, Austria, Francia,

Italia y Estados Unidos.

En consecuencia, el grupo ha disparado su red de retail, alcanzando a cierre de 2018 un total de 360 tiendas que suman un total de 1,4 millones de metros cuadrados. La empresa ha seguido apostando por los centros comerciales, pero también ha bajado a la calle, con la apertura de flagship stores como el que puso en marcha en 2015 en la Gran Vía de Madrid. Un año antes, la empresa había arrebatado el trono a Zara como la primera cadena de moda de España por número de compradores.

¿Quieres tener todas las claves de la década?

Diez años de moda en España. Diez años de Modaes.es

Primark encontró, en los primeros años de la década, terreno abonado para seguir creciendo: con la caída del poder adquisitivo, su amazing fashionamazing prices fue una respuesta inmediata a las nuevas necesidades del consumidor. Pero, una vez encauzada la recuperación, la cadena ha continuado creciendo, aunque algunos mercados, como Estados Unidos, todavía se le resisten. En paralelo, la empresa ha comenzado a evolucionar su concepto de retail, acercándose más a la moda e introduciendo servicios como peluquería o café, como ha hecho en su mayor tienda del mundo, ubicada en Birmingham, o en su flagship store de Oxford Street. Todo este proceso de expansión ha estado liderado por Paul Marchant, quien en 2009 tomó el relevo de Arthur Ryan, fundador de la cadena, como consejero delegado.

Pero mientras Primark todavía está tomando la ola, otros fenómenos de la década como Abercrombie&Fitch han comenzado a perder fuelle. La compañía estadounidense conquistó los armarios de los adolescentes con una comunicación provocadora estudiada en las escuelas de negocio y unas tiendas que rompieron con el concepto tradicional del retail.

Sin embargo, ese sex appeal que la encumbró se ha ido desvaneciendo a medida que cambiaban los gustos y sensibilidades de los consumidores. Mike Jeffries, el encargado de esta nueva imagen que “crepitaba sexo”, como él mismo la definió, abandonó la empresa en 2014, después de once trimestres consecutivos de caída de las ventas comparables. Jeffries había sido el escogido por L Brands para reanimar la empresa tras rescatarla de la liquidación en 1988. 

En 2009, la compañía facturaba 2.929 millones de dólares, tras caer un 15,9% respecto al año anterior. En 2018, ya bajo las riendas de Fran Horowitz, la actual consejera delegada, Abercrombie superó los 3.590 millones de facturación, con un alza del 3% respecto a 2017. Los motores del grupo son hoy Hollister y su mercado local, donde concentra el grueso de su red de tiendas.

La compañía está en la segunda fase de su plan de transformación: la primera, entre 2015 y 2017, se centró en estabilizar la empresa y virar su estrategia para volver a poner el cliente en el centro; la segunda, que se extenderá hasta 2020, prevé un crecimiento moderado mientras prosigue la transformación y la tercera, a partir de 2021, pasa por acelerar el crecimiento y convertirse “en uno de los mayores operadores omnicanales de retail”, según explica el grupo en su informe anual. Sólo el tiempo dirá si esta enésima reinvención de la cadena fundada en 1892 logra llevarla de nuevo al olimpo de la distribución.

Polémica y sexo

Otro fenómeno estadounidense que, en una sola década, ha tocado techo y fondo es American Apparel. Con una publicidad polémica e hipersexualizada, una oferta de básicos, bodys, lamé y camisetas flúor y el sello del made in USA, el fenómeno creció como la espuma desde principios de los 2000, pese a que apenas sumaba un centenar de tiendas. Pero, en 2014, todo se precipitó. El año anterior el grupo había crecido un 3%, hasta 634 millones de euros, y había salido indemne de varias denuncias por acoso sexual contra su fundador y consejero delegado, Dov Charney. El consejo de administración entregó entonces al directivo una carta de despido.

La compañía nombró como nueva consejera delegada a Paula Schneider, ex directiva de empresas del sector como Warnaco o BCBG Max Azria. A partir de ahí, el grupo continuó sin rumbo, dando bandazos a su estrategia, agrandando sus pérdidas y recortando su plantilla y su red de tiendas para tratar de volver a la senda de la rentabilidad, mientras mantenía una dura batalla con Charney en los juzgados. En septiembre de 2015, American Apparel fue excluida de cotización después de que sus títulos cerraran a 16 centavos de dólar la acción y, un mes más tarde, la compañía entró finalmente en los juzgados. La marca está hoy en manos de Gildan Activewear, que externalizó la producción a Honduras y Nicaragua y cerró todas las tiendas para operar únicamente a través de la Red.

Estados Unidos también tuvo, antes de la irrupción de Primark, su propio fenómeno low cost, aunque hoy se encuentra en horas bajas. Forever21 llegó a España en 2011 en medio de una enorme expectación, con una cola de 600 personas en la entrada y con la hija del fundador, Linda Chang, cortando la cinta inaugural. ¿La fórmula? Moda rabiosa a precios bajos. Su rapidez a la hora de copiar las tendencias de la pasarela le ha llevado a enfrentarse a más de cincuenta demandas de firmas como Diane von Furstenberg o Anna Sui. 

Los precios, por su parte, estaban entre los más bajos de la oferta estadounidense de moda: según un estudio elaborado por Brean Murray en 2010, Forever21 era entonces la cadena de moda joven más barata del país, con un precio medio por unidad de 15,34 dólares. Igual que muchos de sus rivales estadounidenses, la empresa tardó en abordar los mercados extranjeros, pero tampoco en su país cuenta con una red muy extensa. En 2015, Forever 21 contaba con menos de 500 tiendas, mientras que Zara había superado los mil establecimientos en todo el mundo ocho años antes.

La compañía no cotiza en bolsa, por lo que es difícil conocer su evolución. Los últimos datos disponibles, correspondientes a 2017, sitúan su facturación en 3.400 millones de dólares, un 15% menos que el año anterior, según datos de Forbes. La empresa cerró su única tienda en España en 2013 y este año se ha despedido de China con el cierre de todas sus tiendas y la salida de las plataformas Tmall y JD.com.

Otro de los fenómenos de la década llegó también de Estados Unidos y es, en realidad, un viejo conocido. New Balance, fundada en 1906, vivió una nueva juventud aupada por el boom de las sneakers y la casualización de la moda de mujer, que se convirtieron en el motor de sus ventas en la segunda mitad de la última década. Fue el segundo comeback de la firma, después del de la década de los setenta y ochenta, cuando renovó el logo y batió por primera vez en la historia la barrera de los cien dólares por una zapatilla. Aunque todavía están por explotar, todo apunta a que los próximos fenómenos tendrán también sello made in USA, donde en los últimos años se han gestado firmas como Bonobos o Warby Parker.

Fenómenos que perdieron su impulso

Mientras nuevos fenómenos irrumpían en el negocio de la moda, otros titanes, reyes en décadas anteriores, perdían progresivamente posiciones en el mapa y su conexión con el consumidor. Fue el caso de Esprit, que ha caído de la lista de los diez mayores distribuidores de moda del mundo.

Al grupo alemán, cotizado en la bolsa de Hong Kong, la crisis económica le pilló en plena crisis interna. Tras diez años con el mismo ejecutivo al frente, la empresa tuvo tres consejeros delegados, con los consecuentes cambios de estrategia, entre 2008 y 2012. El último en llegar fue el español José Manuel Martínez Gutiérrez, ex ejecutivo de Inditex, que se rodeó de un equipo de directivos procedentes también del grupo gallego para hacer Esprit más rápida, más eficiente, más enfocada a producto y con una organización integrada verticalmente.

 

Es decir, convertir Esprit en el Inditex germano. En 2019, José Manuel Martínez Gutiérrez abandonó la compañía y, con él, todo el dream team de ex ejecutivos de Inditex. El español dejó la compañía un 40% más pequeña y todavía en pérdidas, aunque con una posición financiera más saludable, y fue relevado por Anders Kristiansen, ex director general de New Look.

Otro fenómeno que ha comenzado a desinflarse es Victoria’s Secret. Durante años, su desfile anual ha sido uno de los mayores eventos mediáticos del mundo y sus conjuntos de moda íntima eran el epítome de lo considerado sexy. Pero dejó de serlo. Aunque la marca continúa dominando el mercado del íntimo en Estados Unidos, sus ventas encadenan dos años en descenso, arrastrando con ellas a la matriz, L Brands, que genera con Victoria’s Secret el 60% de su facturación. ¿Los motivos? Marca, producto y sobrecapacidad instalada de tiendas.

En primer lugar, la imagen hipersexualizada, blanca y delgada de Victoria’s Secret que concibió Roy Raymond en 1977 ya no es aspiracional para las mujeres de 2019, que premian a marcas con mensajes más inclusivos. Por otro lado, el producto ha perdido sentido en el reinado del athleisure y el casual. El grupo ha llegado tarde también a la transformación del retail: hasta hace apenas unos años, sólo vendía online en Estados Unidos y Reino Unido, y sus más de 1.500 tiendas en todo el mundo se han convertido en un lastre.        

La estrategia de retail fue también uno de los motivos que hicieron que Benetton pasara de ser una de las marcas más populares de los noventa a “perder sus colores”, como reconoció el propio Luciano Benetton cuando en 2017 se puso de nuevo al frente de la empresa que fundó. El empresario tomó de nuevo las riendas del grupo cuando este llevaba ya cinco años de reestructuración y acumulaba unas pérdidas de 180 millones de euros.

Otros titanes del ránking global se encuentran también inmersos en un proceso de transformación. Es el caso de C&A que, aunque continúa siendo una de las diez mayores empresas del mundo, se encuentra en un proceso de reestructuración con el objetivo de mejorar su eficiencia, reducir su estructura de coste y retomar la senda del crecimiento en 2021. 

En el marco de este plan, la empresa anunció en 2016 una inyección de mil millones de euros para reorganizar su negocio y ha despedido a más de 230 empleados en España, Alemania y Bélgica. Su último golpe de efecto ha sido una alianza inédita con otro retailer, Bestseller, uno de los pocos gigantes que continúa apoyándose en el multimarca para comercializar los productos de denim de la compañía danesa en diez tiendas de C&A. Bestseller continúa manteniendo al alza sus ventas y en la última década ha apostado por la diversificación con el lanzamiento de nuevas marcas.

Otro gigante que continúa creciendo es PVH, aunque ha puesto en stand by su estrategia de compras tras cerrar en 2010 la adquisición de Tommy Hilfiger y, tres años después, la de Warnaco, licenciataria de Calvin Klein. Ese mismo año, la empresa anunció que paralizaría las operaciones corporativas durante dos años, para después recuperar el ritmo anterior: una cada trienio. Sin embargo, a cierre de 2018 no hay ninguna nueva compra a la vista. En cambio, la empresa sí se ha desprendido de algunos de sus activos, como GH Bass&Co, para centrar sus esfuerzos en Calvin Klein y Tommy Hilfiger.

Calvin Klein es la que más cambios ha atravesado en la última década. La empresa, pilotada desde 2014 por Steve Shiffman, fichó en 2016 a Raf Simons como nuevo director creativo, aunque el diseñador belga terminó saliendo del grupo sin pena ni gloria apenas tres años después sin lograr repuntar las ventas. En el horizonte, PVH mantiene sin embargo el objetivo de incrementar las ventas de Calvin Klein hasta los 10.000 millones de dólares.

 

Relevo en la moda ‘teen’

A principios de la década de los 2000, los institutos estaban llenos de surferos sin tabla: melenas con reflejos, collares con conchas y el sello de Quiksilver, Rip Curl, Billabong o Roxy en la ropa. Pero hace tiempo que los teens dejaron atrás las olas para abrazar otra estética, también de origen californiano, pero en la que estas marcas ya no tenían lugar. Quiksilver (que controla Quiksilver, Roxy y DC Shoes) entró en concurso de acreedores en 2015 y dejó los juzgados un año después. 

La empresa emprendió entonces un plan que implicó una reducción de su estructura y su red comercial. Además, la compañía adoptó un nuevo nombre, Boardriders, y en 2018 se hizo con Billabong por 260 millones de euros. Rip Curl, por su parte, inició en 2012 un proceso de venta que abandonó poco después por las difíciles condiciones de mercado, que impactaron también en los resultados de la compañía. La empresa decidió entonces dar un vuelco a su estrategia y volver a apostar por una oferta de productos más técnicos, un sector en el que continúa operando hoy. 

Mientras, en el armario de los teens les ha tomado el relevo la moda californiana, pero mucho más urbana. ¿Su rey? Brandy Melville, un fenómeno en redes sociales nacido en Italia que desembarcó en Estados Unidos en 2009. La empresa factura cerca de setenta millones de euros y genera el 90% de sus ventas en el exterior. Su rival Subdued, también italiano, ha concentrado en cambio su expansión en Europa, donde cuenta con más de setenta tiendas.

Los outfits de los adolescentes los completan marcas de moda urbana. En la parte alta de la pirámide, lidera este segmento Supreme, participada desde 2017 por The Carlyle Group y que se hizo popular a raíz de una colaboración con Louis Vuitton, con quien había tenido un conflicto legal por copiar su monograma.

El auge de la moda urbana ha rescatado también compañías con gran popularidad en la década de los noventa, como Vans, Converse, Fila o Kappa, que viven una nueva edad de oro con los teens como punta de lanza.

¿Consumidor infiel? El ‘engagement’ 2.0 o cómo hacer que el cliente vuelva

La digitalización ha llegado al sector para quedarse. Modaes.es publica una serie de reportajes patrocinada por Facebook, que analiza cómo varias transformaciones tecnológicas han generado nuevas formas de funcionamiento de las empresas de moda y, especialmente, nuevas formas de relación con el consumidor en el nuevo entorno omnicanal, donde entran en juego tecnologías como la telefonía móvil, Internet de las cosas, las redes sociales o el big data.

 

El Corte Inglés, Mango o Tendam. Son pesos pesados de la moda en España y también las compañías que más han apostado por clubs de fidelización a lo largo de su historia por los que hoy cobran más importancia que nunca en el negocio de la moda.

Aplazar el pago de las compras sin intereses, descuentos, promociones y ventas especiales son el principal atractivo de esta herramienta para mantener al cliente atado a la marca. Cortefiel fue la primera cadena de moda en poner en marcha un club de fidelización en España.

Mango, por su parte, creó un nuevo club de fidelización para reflejar su posicionamiento actual. Con una inversión de diez millones de euros para los próximos cuatro años, la empresa ha puesto en marcha un servicio que premia a los clientes con likes a cambio de compras.

 

Estos likes se traducen en premios como descuentos para las para las futuras compras, o se pueden canjear por entradas de cine, ofertas de Spotify o donaciones para proyectos sociales en todo el mundo.

La tarjeta de compra de El Corte Inglés es otra de las herramientas tradicionales de fidelización del cliente. El grupo de grandes almacenes puso en marcha este servicio en 1966 con el objetivo de facilitar la compra a sus consumidores y aplazar el pago.

En el panorama internacional Asos lanzó en 2016 un plan que ofrece a sus clientes descuentos exclusivos e incluso invitaciones con el objetivo de retener a sus consumidores. Bajo el nombre de Asos A-List, la compañía otorgaba a sus usuarios cinco puntos por cada libra gastada en su plataforma que se podían usar en la siguiente compra.

En mayo, H&M puso en marcha un servicio basado en el big data para dar un paso más hacia sus consumidores y lanzar colecciones en base al análisis de datos. Con datos recolectados a partir de cookies, que siguen el patrón de los consumidores cuando navegan por Internet, el gigante sueco dispone de los gustos y las tendencias que el consumidor busca. 

En la actualidad, la fidelización se ha convertido en un reto debido a la gran competencia y oferta de marcas que existen, aupadas por el auge de Internet y la eliminación de barreras de entrada en el sector.

Con un consumidor saturado ante tantas opciones, su volatilidad es mucho mayor y su fidelidad más débil. Ante este reto, Internet puede ser un aliado de las empresas del sector de la moda.  

Con la digitalización es indudablemente más fácil fidelizar ya que el ecommerce permite acercar la marca al cliente, dándole facilidad para que encuentre un producto en el momento que más le convenga”, señala Iago Oro, director de retail y customer centric en Prodware. “Una buena estrategia digital, que se base en la omnicanalidad va a contribuir a esa fidelización”, prosigue el directivo.

Una experiencia personalizada online aumenta en un 40% las probabilidades de que el consumidor gaste más de lo que había planeado en un principio, según se explica en el informe The Next Level of Personalization in Retail, elaborado por la consultora Boston Consoulting Group.

Según la consultora, los retailers ya han empezado a tomar posiciones para aumentar su nivel

de personalización, aunque todavía se encuentra en una fase inicial. Actualmente, las empresas invierten un 0,7% de sus ingresos en personalización.

Además, la consultora diferencia entre los niveles que ofrecen las empresas, que puede ir desde herramientas de márketing digital para personalizar la experiencia de compra, como el paid search marketing, mientras que otros hacen uso de canales más tradicionales, como su propia web o correo electrónico.

 

Sin embargo, la moneda de cambio de la fidelización es el dato del cliente. Este servicio no es desinteresado, sino que se convierte en un win win tanto para la empresa, que de esta manera gana en ventas y recursos, como para el cliente, que gana en servicios y encuentra en este equilibrio algo de interés.

Tener más proximidad con la marca está vinculado en la mayoría de las ocasiones a que el consumidor exponga su privacidad. “Por supuesto que fidelizar incluye siempre compartir datos”, afirma Oro.

“La fidelización se alcanza por experiencia, y la experiencia no se puede entregar sólida, consistente y homogénea si no es desde el conocimiento”, añade el directivo. “Una visión 360º sólo se puede conseguir desde una eficaz captura y gestión de los datos ya que ayuda a conocer mejor al cliente”, concluye Oro.

Fulham desafía a la crisis del multimarca: abre en Serrano su tercera tienda

Fulham, a contracorriente. Mientras el sector multimarca se resiente de la caída de las ventas de moda, Fulham acelera y pone en marcha su tercera tienda doce años después de abrir su primer establecimiento.

El nuevo local se ubica en el número 94 de la calle Serrano, una de las zonas con mayor actividad comercial de la capital. El espacio ha sido diseñado por el estudio de arquitectura de Luisa Olazábal.

El nuevo punto de venta de este multimarca madrileño distribuye marcas como Crockett&Jones, Breuer, Hartford, Circolo 1901, Sonrisa o Woolrich. En Madrid, Fulham también tiene tiendas en el número 36 de la calle Monte Esquinza y el número 72 de la calle Velázquez.

Fulham fue fundada por Pelayo Olazábal en 2007 tras pilotar la expansión del multimarca Apia en Madrid. El primer establecimiento de este multimarca se abrió en el número 36 de la calle Monte Esquinza de Madrid.

A pesar de nacer a las puertas de la crisis económica en España, Fulham aguantó el temporal y creció a lo largo de los años en que otros se vieron obligados a echar el cierre por el retroceso del consumo. En 2015, la empresa puso en marcha su segunda tienda en la capital española.

Además de sus tres tiendas físicas, desde 2013 Fulham también distribuye sus prendas a través de la Red. En 2018, la plataforma ecommerce de la empresa representó en torno al 6% de las ventas totales.

¿Necesitas Ayuda?

Llamanos a + 57 (4) 4480095

Grupo Mercadeo en USA

DICO CUSTOM LLC es miembro de DICO EXHIBICION Y DISENO COMERCIAL S.A.S. - GRUPO MERCADEO, empresa de arquitectura comercial, fabricante de mobiliario comercial.

Comencemos a trabajar, dinos tu proximo proyecto para cotizar y acompañar