La industria española del algodón se ralentiza: prevé crecer un 1,8% este año
El algodón se ralentiza en España. La industria española del proceso algodonero prevé cerrar este ejercicio con una facturación de 2.168 millones de euros, un 1,8% más que el año anterior. La subida contrasta con el alza del 3% de los dos años anteriores.
El sector prevé incrementos similares y también más moderados que el año anterior para el consumo, la producción y el empleo, según datos hechos públicos hoy por la Asociación Industrial Textil del Proceso Algodonero (Aitpa).
En concreto, las previsiones para el consumo de algodón en la hilatura para 2018 ascienden a 33.330 toneladas métricas, un 1% más, frente a la subida del 7% del ejercicio anterior. La organización estima que la producción se incremente un 2,1% este año, hasta 71.481 toneladas métricas, aupada por la producción de tejidos, y que el empleo aumente un 2,2%, hasta 5.703 de trabajadores.
La organización argumenta que “la ralentización está siendo un fenómeno global y europeo; los principales organismos internacionales prevén una desaceleración de la economía y nuestro país y nuestro sector no van a quedar inmunes”.
En concreto, Aitpa subraya que los intercambios internacionales crecen a un ritmo mucho más lento, la inversión en maquinaria ha caído “en picado” y la ocupación está creciendo a un ritmo inferior que en ejercicios anteriores.
En concreto, la asociación prevé que las exportaciones se incrementen este año en un 2,6% y las importaciones en un 0,2%. Los principales mercados de destino continúan siendo Marruecos, Italia, Portugal, Francia y Alemania. En la lista de proveedores, Pakistán ha avanzado a China y copa ya el 25% de las compras al exterior. Les siguen Turquía, Italia y Portugal.
Aitpa apunta que “las previsiones del sector textil han de ser muy prudentes; existen un cúmulo de circunstancias que nos llevan a la situación actual”. “La coyuntura económica y los retos a los que se enfrenta el sector textil, como el cambio en los patrones de consumo, la sostenibilidad, la digitalización y la cuarta revolución industrial hacen que las empresas una vez más tengan que adaptarse a una nueva realidad”, explica la organización, que llama a que las empresas demuestren “su capacidad para continuar siendo competitivas en un mundo global”.