Papiroga: los pendientes con ‘ADN’ de Inditex y Tendam saltan al retail

Los pendientes de Papiroga se refuerzan en Madrid. La compañía española, que nació hace ocho años en el canal online, continúa con su apuesta de expansión a pie de calle con la apertura de un nuevo flagship store en la capital española.

En concreto, la empresa ha subido la persiana de un establecimiento en el número 1 de la calle Francisco de Rojas, en un local donde la compañía también ha integrado sus oficinas, según ha explicado Estefanía de Oliveira, una de las fundadoras de Papiroga, a Modaes.es.

Junto a De Oliveira, Daniel Coma-Cros y Leire Urzaiz fueron los impulsores de la empresa. Los tres emprendedores tenían conocimientos previos del sector de la moda. De Oliveira inició su trayectoria como diseñadora de accesorios para Amichi, mientras que Urzaiz trabajó para grupos como Inditex o Tendam. Coma-Cros, por su parte, proviene del ámbito de la comunicación.

 

Papiroga dio sus primeros pasos en 2008 a través del canal online, y pronto saltó al canal físico con la entrada en puntos de venta multimarca, donde ya tienen presencia en 150 plazas. En España, además de su nuevo establecimiento, la empresa cuenta con alrededor de 45 puntos de venta.

Desde un inicio, los tres emprendedores apostaron por extender su presencia a mercados internacionales. En Europa, el grupo opera en Ucrania, Suiza, Italia, Bélgica, Reino Unido, Rusia, Francia, Alemania y Portugal.

Asia es uno de los focos de expansión de Papiroga. De hecho, Japón es uno de sus principales mercados, donde está presente en más de cien puntos de venta multimarca. En la región, la empresa también está presente en Corea del Sur, Tailandia, Singapur, Australia y China, donde tienen previsto reforzarse a largo plazo.

América también es otra de las regiones donde Papiroga cuenta con una amplia presencia. La empresa cuenta con un showroom en Brasil además de una red de ocho puntos de venta multimarca. Colombia, Estados Unidos y Canadá son los otros países americanos donde el grupo está presente.

La empresa, que no ha trazado un plan de negocio a corto plazo, cuenta con cinco personas en su equipo. Papiroga produce todos sus artículos en España desde su sede en Madrid, donde cuenta con un taller propio.  

Pronovias, a por EEUU: eleva su imagen con una alianza con el neoyorquino Zac Posen

Pronovias sigue apostando por Estados Unidos. La compañía española de moda nupcial da un paso más en su estrategia de crecimiento en el mayor mercado del mundo de la moda con una alianza con un diseñador reconocido. El grupo, propiedad del fondo BC Partners desde 2017, regresa al negocio de las colaboraciones con creativos de la mano del neoyorquino Zac Posen.

A través de la marca White One, la más joven del grupo nupcial, Pronovias lanzará al mercado a principios de 2020 la colección Zac Posen for White One en una selección de tiendas. Pronovias se impregnará así de la modernidad del norteamericano, lo que le permitirá dirigirse a un segmento de público diferente.

Zac Posen es uno de los diseñadores estadounidenses más aclamados, no sólo por su labor creativa sino también por su trayectoria. Posen vivió un acelerado ascenso y una caída meteórica con una posterior reinvención, tal y como se narra en el documental House of Z. Nacido en el seno de una familia judía vinculada a la escena artística, a los 16 años fue aceptado en el programa de la Parsons para preuniversitarios y con 18 comenzó a estudiar en Saint Martins, en Londres.

En el 2000, la trayectoria de Posen recibió un toque de gracia al vestir a Naomi Campbell y en 2001 puso en marcha su taller en casa de sus padres, si bien más tarde lo trasladó al barrio de Tribeca. A lo largo de su trayectoria ha realizado colaboraciones con grupos como Target o como David’s Bridal, otro de los gigantes de la moda nupcial.

La colección conjunta de Pronovias y Posen estará compuesta por veinte vestidos y diez accesorios de novia, con precios que irá de 1.200 dólares a 4.000 dólares. “Nuestra visión y experiencia compartidas prometen ofrecer diseños únicos y exclusivos para las novias de todo el mundo”, ha señalado Posen. Según Amandine Ohayon, consejera delegada de

Pronovias, la colaboración ofrecerá “un diseño de alta costura combinado con un encaje perfecto y de gran calidad en la moda nupcial, a un precio de venta asequible”.

No es la primera ocasión en Pronovias apuesta por las colaboraciones. De hecho, el grupo nupcial fue uno de los pioneros en este tipo de alianzas en su segmento. En el pasado, Pronovias había contado con colaboraciones con firmas como Valentino o Emanuel Ungaro.

 

 

EEUU, China, compras y nuevo diseño

Tras la adquisición de Pronovias por parte de BC Partners en julio de 2017 por 550 millones de euros, la empresa de moda nupcial ha puesto en marcha un plan de crecimiento que pasa por la diversificación de público y el crecimiento internacional. Además, la firma está reordenando su equipo de diseño, tras la salida el pasado julio de su director creativo.

La empresa se está volcando en Estados Unidos y China como mercados objetivo. El pasado mayo, Pronovias puso en marcha su primera tienda en China: un flagship en el complejo Plaza 66 de Shanghái. En Estados Unidos, por su parte, la compañía ha trasladado su establecimiento de Nueva York al número 45 de la calle 48 de Manhattan, mientras prepara doce aperturas hasta 2020.

Mediante compras, en cambio, la compañía ha optado por ganar cuota de mercado en Europa. En julio, BC Partners se hizo con la holandesa LadyBird a través de Pronovias Group. Un año antes, en julio de 2018, la compañía había tomado el control de la italiana Nicole, uno de sus principales competidores en Europa.

Según los últimos datos disponibles, Pronovias cerró 2017 con una facturación de 166 millones de euros, una cifra que podría avanzar hasta entre 170 millones y 180 millones de euros en 2018. Esta previsión, elaborada por Moody’s, contempla una integración “exitosa” de Nicole, la firma italiana de moda nupcial que el grupo compró en 2018.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de 2018 se situó en 35 millones de euros, lo que supuso una caída del 22% respecto al año anterior, mientras que el margen bruto osciló entre 17% y el 20%, frente al 24,7% de 2017. La deuda del grupo, por su parte, está engordando, pasando de una tasa de apalancamiento de 6,8 veces ebitda a entre 7 y 7,5 veces ebitda. 

De ThredUp a Stitch Fix, ¿quién es quién en el negocio de la segunda mano y el alquiler?

¿Quiénes lideran el negocio de la segunda mano y el alquiler? ThredUp, TheRealReal o Stitch Fix fueron en su día start up disruptivas impulsadas por profesionales ajenos al mundo de la moda que vieron yacimientos allí donde el sector más tradicional no se ha atrevido nunca a mirar. Hoy en día, son negocios millonarios obsesionados por ser el nuevo front row del consumidor en moda y por ganar escala global.

ThredUp, buscando una nueva vida para una camiseta

La empresa fundada en 2009 por el empresario estadounidense James Reinhart, actual consejero delegado, nació porque su fundador ya no sabía qué hacer con las camisetas que ya no usaba de su armario. El marketplace, que se dedica a la reventa de moda de segunda mano, cuenta con una oferta de más de 40.000 piezas nuevas al día. ThredUp lleva redistribuidas hasta la fecha más de 65 millones de prendas en todo el mundo.

La compañía estadounidense tiene sus oficinas en San Francisco, y ha levantado más de 300 millones de dólares en rondas de financiación, la más reciente por un valor de 175 millones de dólares. En esta última operación, la empresa dio entrada en el capital a Park West Asset Managment e Irving Investors, entre otros. 

TheRealReal, pionero del lujo reciclado 

El marketplace de bienes de lujo de segunda mano fue fundado en 2011 por Julie Wainwright, actual consejera delegada de la empresa. TheRealReal, que salió a bolsa el pasado junio, está basada en San Francisco y cerró su último periodo, concluido el 30 de junio, con un incremento de 52% en su facturación comparado con el mismo periodo del año pasado.

La empresa, que prevee alcanzar unas ventas de mil millones de dólares al concluir el ejercicio de 2019, cuenta con un total de más de mil empleados y ha levantado más de 280 millones de dólares a través de rondas de financiación.

Vestiaire Collective, desafiando al lujo en casa

La empresa online de reventa de artículos de lujo tiene una oferta de más de 600.000 productos, como bolsos, zapatos y joyería, entre otros. Fundada en 2009, tiene presencia en más de 50 países alrededor del mundo y cuenta con más de 7 millones de usuarios. La compañía tiene oficinas en París, Londres, Nueva York, Milán y Hong Kong.

Desde el pasado enero, Vestiare Collective tiene a Maximilian Bittner como nuevo consejero delegado. El ejecutivo, que proviene de Lazada, tiene como misión expandir el proyecto en Asia. La empresa, que ha levantado más de 170 millones de dólares en rondas de finciacion tiene entre sus inversores a Conde Nast y Eurazeo, entre otros.

Poshmark, creando una comunidad para el lujo de segunda mano

El marketplace de reventa de ropa ultima su salto a bolsa a finales de este año, fue fundado en 2011. La plataforma, que nació como una start-up, permite a sus usuarios comprar y vender productos en el creciente mercado de la segunda mano.

En su última ronda de financiación, la compañía levantó más de 87 millones de dólares y y la empresa ha conseguido captar aproximante 153 millones de dólares, dando entrada a su capital a Mayfield Fund y GGV Capital, entre otros.

Rent the Runaway, de Harvard a los mil millones 

Una de las pioneras en el modelo de alquiler y suscripción, fue fundada en 2009 por las estudiantes de Harvard Jenny Fleiss y Jennifer Hayman, actual consejera delegada. La empresa, que nació como una start up, ha dado también el salto offline con tiendas en Nueva York, Chicago, Washington, San Francisco y Los Ángeles.

La compañía, valorada en mil millones de dólares, ofrece principalmente dos servicios: alquilar una sola pieza por un precio fijo y un servicio de suscripción de pago mensual mediante el cual los usuarios reciben cuatro piezas de ropa al mes por un precio fijo que incluye servicio de entrega, recogida y lavandería.

Stitch Fix, la puntada por suscripción 

Es uno de los referentes de la venta por suscripción. La empresa envía una caja con cinco prendas de vestir de las tallas y estilo personal de los usuarios, que tienen la opción de quedarse con el número de prendas que deseen o devolverlas. Fundada en 2011 por Erin Morrinson y Katrina Lake, ex alumna de Harvard y actual consejera delegada, la compañía salió a bolsa en 2017 y está valorada en 2.000 millones de dólares.

Al final de su ejercicio en 2018, la empresa generó una ganancia neta de más de 33,2 millones de dólares y contaba con un total de más de 5.800 empleados.

Este fenómeno, posicionado cada vez más en el mercado internacional, entra a España para desmitificar la temida denominación de caridad o pobreza que tenía este mercado en el país. Empresas como Chicfy y La Más Mona, entre otras, son hoy algunas de los marketplaces más populares.  

Chicfy, del bar a la red 

La aplicación de compraventa de ropa usada fundada en 2013 por dos malagueños, Nono Ruiz y Laura Muñoz, antes dueños de un bar, es hoy una de las páginas webs más visitadas en España de este sector. Después del éxito de su campaña televisiva Claro que sí, guapi en 2017, la empresa cuenta con más de 100.000 usuarios y recibe 750 pedidos de media al día.

La plataforma de compraventa online tuvo en el pasado marzo un cambio de manos después de ser adquirida por la mexicana Trendier, uno de sus rivales en México, que compró el 61% del capital en manos de sus fundadores. Según los últimos datos disponibles del Registro Mercantil, Chicfy cerró el ejercicio de 2017 con unos ingresos de 3,9 millones de euros.

La Más Mona, la moda de fiesta de segunda mano en España

Esta plataforma de alquiler de vestidos y complementos para fiestas y eventos fue fundada por Polo Villamil, Angie Ibarra y Antonio Mollinedo. La oferta de la empresa, que ya cuenta con dos tiendas físicas en Madrid y Barcelona, costa en el alquiler de vestidos por un 10% o 15% del precio total de la prenda.

En 2015 ya llevaban más de 5.000 productos alquilados y tienen un catálogo de más de 1.000 vestidos de diferentes marcas como Dolores Promesas o Carolina Herrera. Además de alquilar, las usuarias también pueden vender sus vestidos usados en un servicio que ofrece la empresa llamado Club Vintage.

Netflix llega a la moda, ¿cómo funciona la suscripción?

Diez años atrás, ¿quién hubiera afirmado con rotundidad que pagaría por ver la televisión? Del mismo modo que uno se suscribe al gimnasio por una mensualidad que le da derecho a una serie de actividades y espacios, la moda envía cajas con una selección de artículos, ya sea de compra o de alquiler, de manera periódica y por un fee mensual o anual. Este modelo, que tiene como referente a Stitch Fix, ha ido evolucionando y diversificando, alcanzando desde el íntimo a la joyería.

Los cimientos de estos negocios son los datos y la analítica de datos. De la misma manera que Netflix es capaz de predecir cuáles serán los siguientes contenidos audiovisuales que un suscriptor querrá ver a partir de todo aquello que ya ha consumido o por lo que ha mostrado interés en el pasado, las empresas de venta o alquiler de moda por suscripción pueden llegar a anticipar lo que sus clientes van a querer vestir.

El valor de este modelo de negocio no radica en las cajas ni en la periodicidad de las entregas, sino en su poder de saber qué es lo que van a querer sus suscriptores. Hay expertos que se muestran escépticos ante este modelo por la incapacidad de la analítica de datos de dar siempre la respuesta correcta ante un consumidor impredecible. Sin embargo, Stitch Fix, uno de los pioneros en la venta a través de la suscripción, cerró 2018 con ventas de 1.200 millones de dólares y 2,7 millones de suscriptores.

La compañía, que es rentable desde 2014 y cotiza en bolsa desde 2017, realiza una selección de cinco piezas para cada suscriptor según sus preferencias por una mensualidad fija. El usuario dispone de tres días para decidir qué se queda y qué no y paga (con un importante descuento) por aquello que finalmente se queda. Stitch Fix, cofundada por un exdirectivo de J.Crew, somete a sus futuros suscriptores a una exhaustiva encuesta sobre gustos, estilos y preferencias, además de analizar las redes sociales para afinar al máximo con los envíos.

Le Tote, por su parte, dio una vuelta de tuerca a esta fórmula, introduciéndole el elemento del alquiler. A diferencia de Stitch Fix, la suscripción a Le Tote es de alquiler: permite usar las prendas que envía en la caja las veces que se quiera para devolverlas después. Una de las ventajas de este modelo es que tiene seguro para cubrir cualquier desperfecto por el uso e incluye los costes de lavandería.

Gigantes de la distribución como Gap, Urban Outfitters o Bloomingdale’s también se han sumado a la ola de la suscripción. La primera de ellas ha tomado el modelo de Stitch Fix, de venta por suscripción, a través del servicio Style Passport que sólo disponible por ahora en Banana Republic. Las otras dos han optado por el de Le Tote, de alquiler por suscripción. En ambos casos, sus nuevos servicios, Nuuly (Urban Outfitters) y My List (Bloomingdale’s), todavía no se han activado pero cuentan ya con lista de espera.

La suscripción se ha colado también en subsectores cuyo crecimiento parecía estancado con miras a dinamizarlos, como es el caso del íntimo, muy concentrado en la gran distribución, o la joyería, que ve tambalearse un negocio aún tradicional. En España, si bien Pislow o Loquiero vienen a cubrir el negocio de la moda por suscripción en general, La Muda o Verone quieren sacudir estas otras categorías menos evolucionados.

Luis Feliu, consejero delegado de Verone, explica que a la joyería este concepto le va como anillo al dedo, no sólo porque el propio concepto de joyas ha cambiado radicalmente, sino porque se enfrenta a una sociedad que ha bajado el poder adquisitivo, ha modificado sus hábitos de consumo y ha terminado por trasformar al propio sector. Si la joyería no puede entrar en el negocio low cost, ¿cómo abordar entonces el mass market?

“La gente quiere joyas, pero tiene otras prioridades”, sostiene Feliu, quien a lo largo de su trayectoria ha trabajado para el gigante de los diamantes DeBeers y ha desarrollado su propia marca de joyería. “La única manera de aproximar la experiencia de lujo es tener un joyero ilimitado en la nube”, sostiene el ejecutivo. Verone alquila joyas por un fee mensual y, según el importe, se reciben joyas de diferente valor.

La Muda, por su parte, comercializa calzoncillos mediante la fórmula de la suscripción. Por un importe fijo trimestral, la empresa se compromete a enviar con una frecuencia pactada unos calzoncillos nuevos. “Pusimos sobre la mesa un problema: que los hombres no compran calzoncillos”, afirma Pedro Botija, uno de sus cofundadores. “Hasta los 18 años los compra la madre y, a partir de los treinta, la pareja, pero ¿qué ocurre entre los veinte y los treinta?”, apunta.

La compañía, que aún no tiene el primer año de vida, echa a andar fabricando en España y produciendo bajo demanda. “La base de este negocio es que tenemos la producción vendida, no tenemos riesgo de stocks”, explica Botija. Sus impulsores tomaron como referente la plataforma estadounidense MeUndies, una compañía que lleva vendidos más de diez millones de calzoncillos desde 2011 y que espera cerrar 2019 con ventas de 75 millones de dólares.

Del Rastro a Wallapop o cómo la nueva economía catapultó la ropa de segunda mano

Sophia compró en una tienda del Ejército de Salvación una chaqueta Chanel por ocho dólares y la vendió por mil en eBay. Así arrancó el imperio Nasty Gal una joven de veinte años llamada Sophia Amoruso, que llegó a ser una de las multimillonarias más jóvenes en Estados Unidos comprando ropa de segunda mano y revendiéndola más tarde en eBay. La emprendedora no hizo otra cosa que apoyarse en Internet para dar escala al negocio de un puestecillo de cualquier rastro.

El Rastro en un mercado al aire libre con cuatro siglos de historia que se celebra domingos y festivos en el popular barrio de La Latina, en Madrid. Todas las ciudades cuentan con su particular rastro. En Barcelona, els Encants; Londres tiene algunos de los más emblemáticos, como Camden o Portobello; París, el popular Mercado de las Pulgas, y Nueva York, numerosos flea markets. La irrupción de la Red en este subsector lo despojó de sus límites físicos y locales para darle una magnitud global.

La sofisticación del comercio minorista con estructuras de cadenas de tiendas ya arrojó en su día fenómenos como el de la empresa australiana Cash Converters. Pero Internet ha dado gasolina a este negocio, permitiendo que un ciudadano de cualquier población remota del planeta pueda comprar o vender desde una lavadora hasta un coche y, por qué no, una blusa, unos vaqueros o un bolso. Cash Converters pasó de facturar 23,3 millones de dólares australianos en 2004, cuando ya tenía más de 500 tiendas en todo el mundo (ochenta de ellas en España), a 260,3 millones de dólares australianos en 2018.

La segunda mano tiene todos los ingredientes de la nueva economía: tiene Internet en el centro del negocio; se centra en los datos antes que en el producto; tiene magnitud global y elimina las fricciones propias del mundo físico. Y la moda es uno de los puntales de su desarrollo: ha sido en los mercadillos tradicionales de segunda mano y lo es ahora en su versión sofisticada y global en la web.

De este modo, la ropa, el calzado y los complementos, junto con la categoría de deporte, tienen un lugar destacado en marketplaces de segunda mano generalistas como eBay o Wallapop. También ha sido de los pocos sectores que se ha aventurado a tener sus propios actores, desde TreadUp o RealReal en Estados Unidos a Chicfy en España.

La relojería, por ejemplo, es el único segmento donde el mercado de la segunda mano supera ya al convencional, con la irrupción de una nueva generación de consumidores que buscan modelos exclusivos, series raras o piezas descatalogadas. El gigante helvético del lujo Richemont, propietario de firmas como Cartier o VanCleff&Arpels, compró en junio de 2018 el ecommerce de segunda mano Watchfinder para no dejar perder este negocio.

Tampoco es nuevo el negocio de la compraventa de piezas vintage del lujo. Hasta ahora, muy pocos conocían las tiendas en las que poder dar con un vestido Courrèges, una gabardina Thierry Mugler o un Gaucho de Dior de la etapa con John Galliano. Algunas de ellas eran Emmanuelle en Madrid, Le Swing en Barcelona, Gabrielle Gepert en París o Rellik en Londres.

Todas ellas formaban un grupo reducido de establecimientos sólo conocidos entre conocedores de la moda, el equivalente en decoración a la compraventa de piezas históricas. Con la irrupción de plataformas como RealReal o Vestiarie Collective se desveló el tamaño real de este negocio, que durante décadas parecía reservado a unos pocos.

También el alquiler se enmarca en esta fórmula. Antes de la llegada de Internet, era habitual alquilar un piso o un coche, pero pocas prendas más allá del traje de boda o un frac para ceremonias. La Red imprimió aquí también escala y magnitud global, creando un mercado masivo a partir de lo que antes era suplir una necesidad puntual. En la misma órbita se sitúa el carsharing, el coliving o el coworking, nuevos conceptos que se apoyan en la Red para dar escala a micro intercambios que antes se resolvían, en la mayoría de los casos, entre familiares, amigos y conocidos.

La moda vuelve a estar también en la punta de lanza de este negocio, con empresas como la estadounidense Rent the Runaway. En España, uno de los fenómenos en este sentido ha sido La Más Mona, donde poder alquilar desde un vestido de Amaya Arzuaga a uno de fiesta de Pronovias.

El pasado agosto, el negocio del alquiler online de moda alcanzó una nueva dimensión después de que la compañía Le Tote, especializada en el alquiler de ropa por suscripción, alcanzase un acuerdo con los grandes almacenes canadienses Hudson’s Bay para comprar la cadena Lord&Taylor por cien millones de dólares.

En el momento de la firma, se desveló que, si bien Lord&Taylor había cerrado su flagship store de la Quinta Avenida de Nueva York junto con otras localizaciones que no le eran rentables, la marca se apoyaba aún en su popularidad y, en particular, en la de sus vestidos de fiesta, que han encontrado un nuevo filón en las plataformas de alquiler de ropa.

Javier Plazas (IED): “Saltarse a la marca y al retailer en la compra está cada vez mejor visto”

“Ir a los retailers clásicos es lo fácil”, sostiene Javier Plazas, consultor y profesor, quien asegura que “saltarse la marca y al retailer en la compra está cada vez mejor visto”. La transformación en el consumo da una dimensión enorme a un nicho de mercado hasta ahora residual con la entrada en este negocio de profesionales con MBA con visión de analítica de datos. Plazas, que imparte clases en IED Madrid y en Esic Business&Marketing School, afirma con rotundidad que se está ante un cambio de paradigma.

Pregunta: ¿Después de la costura, el prêt-à-porter y el fast fashion, el próximo sistema de la moda será la segunda mano o es un fenómeno coyuntural?

Respuesta: No es coyuntural. Los datos y las previsiones lo refuerzan. Este es un mercado que va a crecer cada año y es un nicho, de un tamaño enorme. Es un cambio de paradigma.

P.: También mal visto…

R.: Depende. Lo cool siempre ha sido irse a Berlín o a Nueva York y traerse algo especial de segunda mano. Lo especial de aquella prenda sin duda era el apellido: no era lo mismo traerlo de Londres que de un Humana. Siempre ha sido cool descubrir prendas de gran valor. No sólo está aceptado sino que es visto como una compra inteligente. Pero de unos años a esta parte, saltarse la marca y al retailer en la compra está mejor visto. Ir a los retailers clásicos es la opción fácil.

P.: ¿Va a ir a más?

R.: En los próximos diez años va a desarrollarse con fuerza, pasando de ser algo residual a competir con las firmas.

P.: ¿Ha sido Internet el principal detonador?

R.: Internet es el acelerador, porque es el que permite el acceso. El consumidor se salta la colección, que le impone la industria de la moda, y la estacionalidad. Quizás el detonador fuese Amazon porque no impone ni colección ni temporada sino que da libertad total de elección al consumidor. Estamos ante la supermarket generation.

P.: ¿Es un nuevo perfil de consumidor?

R.: Básicamente son los Z, pero alcanza otras generaciones porque terminan normalizándolo. Es una generación que asume todas las subculturas y las mezcla, algo que antes era impensable. Son muy flexibles a las estéticas y huyen de las etiquetas de las tribus. Lo vemos en las series, que son hoy las que muestran e imponen las tendencias, mucho más que la calle o las pasarelas. También tiene que ver con una mayor consciencia sostenible, hacia la no acumulación de prendas.

P.: ¿Es esta una tendencia que va más allá de la moda?

R.: La no posesión es un fenómeno transversal y la moda no puede darle la espalda. La gente joven es nómada, le es difícil saber dónde va a estar el día de mañana, comparte vivienda, convive en espacios reducidos, en habitaciones, con armarios pequeños.

P.: ¿Tiene que ver con los ingresos?

R.: El precio puede influir, pero no es determinante. También es importante la experiencia de compra. En la segunda mano se busca y se personaliza. También es una prenda única, porque en el mercado de la segunda mano es difícil coincidir con otro, a diferencia de lo que puede ocurrir en el fast fashion. Se huye también del visual merchandising y de toda la estética que despliega la marca porque la experiencia está en la búsqueda. La recompensa está en encontrar algo especial. Hasta ahora, la marca imponía y el consumidor elegía. Pero ahora esto cambia: el consumidor elige, se convierte en estilista. Se puede elegir unas zapatillas Balenciaga de 600 euros y un vestido de segunda mano de tres.

P.: En todo caso, el precio influye…

R.: Sí, pero porque está reconocido socialmente y además es visto como algo sostenible. ¿500 euros por un vestido? ¿Estás loco? ¡Haz un viaje!

P.: Estamos pues en línea con los descuentos y la pérdida de valor de la moda…

R.: La moda ha dejado de ser un referente social. Da más likes en Instagram aquello que se visita que aquello que se viste.

P.: ¿El futuro de la moda pasa por la segunda mano?

R.: Son modelos de negocio que van a convivir. Dependerá de la ocasión.

P.: ¿Es una amenaza?

R.: Es una amenaza para aquellas que no reaccionen. El consumidor siempre percibirá como una empresa ágil aquella que sea flexible e incorpore nuevas experiencias, como el alquiler. Es una amenaza para todas aquellas firmas que sean lentas en reaccionar.

P.: ¿Y del lujo?

R.: Tengo mis dudas. El lujo sin duda tiene localizado este nicho, pero si una marca de este segmento se abre a ello pierde parte de la exclusividad. Va en contra de la esencia del lujo. Pero en otro tipo de bienes funciona, como son los yates, las mansiones o los jets. En todo ello, ya está bien visto el alquiler, ¿por qué no en moda?

P.: ¿Transformará en todo caso al sector?

R.: El lujo deberá ser más flexible de lo que ha sido en sus orígenes. Ahora, su principal problema es que no domina el canal y se le escapa este mercado.

P.: ¿Le teme, como en su día temió a eBay?

R.: Todos los grandes grupos del lujo están invirtiendo muchísimo en analítica de datos y en blockchain. No sólo les ayudará en la predicción de tendencias y en la detección de nuevos nichos de mercado, sino también en la trazabilidad del producto. Todo indica que se están equipando para orientarse hacia el alquiler, no sólo para dominar el canal sino también para generar otras experiencias y dinamizar el sector. Sin embargo, será un modelo compatible con el tradicional porque continúa existiendo un consumidor que quiere ir a la tienda.

P.: ¿Es este un fenómeno de la nueva era digital?

R.: Internet ha hecho de un negocio residual un nicho de mercado enorme. Cuando hay profesionales con MBA, con visión de analítica de datos, este subsector se profesionaliza y se digitaliza, con una experiencia de compra brutal y servicios. La oportunidad que ofrece este mercado es bestial porque triangula el bajo precio, lo digital y una buena causa.

Douglas llega a un preacuerdo con los sindicatos tras dos jornadas de huelga

Douglas llega a un principio de acuerdo con los sindicatos. La cadena alemana de perfumerías ha firmado un preacuerdo con los sindicatos USO, CCOO y UGT después de dos jornadas de huelga, en las que han permanecido cerradas gran parte de las 317 tiendas del grupo en España.

El pacto contempla que no se le modifique el contrato a ninguno de los trabajadores que no tenían obligación de trabajar los domingos, según ha explicado USO en un comunicado.

 

El sindicato destaca también que no se modificará el salario de ningún trabajador y que se establecerá un sistema de incentivos. Además, con el preacuerdo se limita el número de domingos y festivos que puede trabajar un empleado, se garantizan al menos once fines de semana completos libres y se hacen otro tipo de acotaciones sobre los turnos, variaciones y preavisos.

El pacto pone así fin al conflicto laboral que comenzó cuando, el pasado julio, la compañía anunció su intención de unificar jornadas y salarios en España tras absorber Perfumerías IF y Bodybell.

Resumen de la semana: Del primer semestre de récord de Inditex a la salida de Meire de Desigual

Semana marcada por la presentación de resultados del gigante Inditex. La compañía gallega ha finalizado el segundo trimestre con los mejores datos desde 2017, si bien la nota negativa la ha puesto la evolución del margen. Las empresas han continuado reordenando sus cúpulas con dos nuevas salidas: Sephora se ha despedido de su directora general en España y Desigual de David Meire, hasta ahora director general de cliente. Y, en paralelo, Primark sigue apostando por España: la empresa abrirá en Sevilla un flagship a imagen y semejanza del que opera en Birmingham, que incluye cafetería y salón de belleza.

LUNES

SEPHORA

La directora general en España abandona la compañía.

WONDERS

La compañía refuerza su estructura: crea un consejo para formalizar el relevo generacional.

TRÉNDICO

La empresa exprime el fenómeno athleisure: roza las cuarenta tiendas con Foot on Mars.

ADIDAS

El grupo pierde el negocio del retail del Real Madrid y Fanatics le toma el relevo.

 

MARTES

 

PRIMARK

La compañía reproduce en Sevilla su flagship de Birmingham.

STUDIO F

El español Alfonso María Gómez deja la dirección de la empresa colombiana.

H&M

El gigante sueco aprieta a sus caseros: negocia nuevas rebajas en el alquiler de las tiendas.

NYLSTAR

El dueño de Meryl sale al mercado en busca de socios para impulsar su negocio.

 

MIÉRCOLES

DESIGUAL

Nuevo vuelco en la cúpula: David Meire abandona la empresa.

VALENTINA

La firma de moda femenina planea dos aperturas en 2019.

MOLLY BRACKEN

La compañía gala vuelve a apostar por España y tantea abrir un flagship en Madrid.

BIMBA Y LOLA

La empresa crece un 12% en el primer semestre apoyada en la expansión internacional.

INDITEX

El grupo inicia en Reino Unido la integración online de Zara Home con Zara.

 

JUEVES

INDITEX

El gigante resiste a las dudas sobre el modelo con los mayores crecimientos trimestrales desde 2017.

DON ALGODÓN

La empresa vuelve a la moda: ocho licencias y desarrollo con franquicias.

PARFOIS

El grupo portugués abre en París su tienda número mil.

MEERMIN

La firma abre en París su segunda tienda en el extranjero.

POÈTE

La empresa se refuerza en España con una apertura en Fuencarral.

 

VIERNES

ROBERTO VERINO

La compañía crece en el extranjero: entra en Rusia y se refuerza en México.

VEEPEE

El grupo online crece un 12% en 2018 y alcanza 3.700 millones de euros en su último año como Vente Privee.

ALMATRICHI

La compañía de moda femenina entra en concurso de acreedores.

DOUGLAS

Los trabajadores activan la huelga contra el cambio de las condiciones laborales.

Aristocrazy se hace fuerte en el extranjero: abre en París su quinta tienda en Francia

Aristocrazy sube una marcha en el extranjero. La compañía española de joyería ha dado un paso más en su estrategia de expansión internacional con la apertura de un nuevo establecimiento en Francia.

El grupo, que ya opera con cinco tiendas en el país, ha subido la persiana de un punto de venta en el número 19 de la calle Francs Bourgeois, en el barrio de Le Marais en París. Además, la empresa ha anunciado en un comunicado que tiene previsto realizar otra apertura en la capital francesa el próximo noviembre.

Aristocrazy opera con una red de 87 puntos de venta, incluyendo tiendas y corners. De ellos, en torno a sesenta se encuentran en el mercado español, donde el grupo ha ganado penetración a través de El Corte Inglés.

Aristocrazy, que no comunica su cifra de negocio, emplea actualmente a unos 55 empleados. La empresa echó a andar en 2010 como un spin off del grupo Suárez dirigido a un público más joven y con un posicionamiento inferior de precio.

Ifema toma la gestión de Gran Canaria Moda Cálida por 630.000 euros

Ifema toma la gestión de Gran Canaria Moda Cálida por 630.000 euros. Esta es la dotación del concurso público con el que se hizo la institución feria para pilotar la próxima edición del evento, que tendrá lugar del 3 al 6 de octubre en el recinto de Expomeloneras, en Gran Canaria.

Esta será la primera vez que gestiona el evento una institución ajena al Cabildo de Gran Canaria, impulsor de este evento, con más de dos décadas de trayectoria. El concurso que ganó Ifema tiene sólo una duración de un año, aunque la voluntad de la institución ferial madrileña es volverse a presentar en las próximas convocatorias.

Nuria de Miguel, que recientemente ha asumido la dirección de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, asume ahora también las riendas de la pasarela canaria. Por primera vez, se ha constituido un comité de moda para la selección de participantes. En su próxima edición, el certamen contará con 39 marcas y diseñadores, de los cuales 23 son de las islas Canarias, nueve de la península y otros siete, internacionales.

El Cabildo de Gran Canaria puso en marcha esta pasarela para promocionar la industria textil local, muy focalizada en la moda baño. Con el tiempo, el programa del encuentro ha ido especializándose cada vez más en el baño, a la vez que ha ido abriéndose a otras marcas del sector nacionales e internacionales. Desde 2017, la pasarela cuenta además con el asesoramiento de la Asociación de Creadores de Moda de España (Acme).

Con la gestión de Gran Canaria Moda Cálida, Ifema se refuerza como organizador de eventos profesionales de moda en España. En Ibiza, por ejemplo, la institución ferial está detrás de la pasarela específica para las colecciones crucero. En el ámbito feria, Ifema es también propietario de ShoesRoom by Momad o Bisutex, entre otras.

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