Arabia Saudí se suma a Europa y decreta el cierre de todos los centros comerciales

Oriente Próximo cierra también sus tiendas por el coronavirus. Arabia Saudí decretó el domingo el cierre de todos los centros comerciales del país, a excepción de las farmacias y las tienda de alimentación.

Alhokair, uno de los mayores grupos de retail en Arabia Saudí, ha anunciado el cierre de todas sus tiendas en el país, así como en “otros países afectados”. La empresa sí mantendrá abiertos los restaurantes, aunque sólo con servicio para llevar.

El grupo es socio en la región de compañías como Inditex, Tendam o Desigual, y opera en total con 1.267 tiendas en Arabia Saudí. La empresa ha matizado que el negocio online continuará operativo. 

La presencia de compañías españolas del sector de la moda en la región es alta. Inditex cuenta con alrededor de doscientos establecimientos repartidos en países de la región como Arabia Saudí o Kuwait. Mango, por su parte, cuenta con alrededor de cien puntos de venta en la región, mientras que Tendam opera con 252 establecimientos en África y Oriente Próximo.

La crisis del coronavirus llega a Oriente Próximo: Arabia Saudí cierra todos los centros comerciales

Oriente Próximo cierra también sus tiendas por el coronavirus. Arabia Saudí decretó el domingo el cierre de todos los centros comerciales del país, a excepción de las farmacias y las tienda de alimentación.

Alhokair, uno de los mayores grupos de retail en Arabia Saudí, ha anunciado el cierre de todas sus tiendas en el país, así como en “otros países afectados”. La empresa sí mantendrá abiertos los restaurantes, aunque sólo con servicio para llevar.

El grupo es socio en la región de compañías como Inditex, Tendam o Desigual, y opera en total con 1.267 tiendas en Arabia Saudí. La empresa ha matizado que el negocio online continuará operativo. 

La presencia de compañías españolas del sector de la moda en la región es alta. Inditex cuenta con alrededor de doscientos establecimientos repartidos en países de la región como Arabia Saudí o Kuwait. Mango, por su parte, cuenta con alrededor de cien puntos de venta en la región, mientras que Tendam opera con 252 establecimientos en África y Oriente Próximo.

Pikolinos cierra sus oficinas, fábrica y logística ante la crisis del coronavirus

Pikolinos toma medidas drásticas ante el coronavirus. La compañía de calzado ha cerrado todos sus centros de producción, logística y oficinas ante la crisis global provocada por el coronavirus.

Ello implica el cese temporal de parte de la actividad salvo los equipos de oficinas centrales, que se encuentran operativos a través del teletrabajo en sus hogares, ha explicado la empresa en un comunicado. “Se trata de una decisión muy dolorosa y drástica que busca garantizar la salud de nuestros más de 650 colaboradores, así como la sostenibilidad de la compañía”, prosigue la empresa.

Pikolinos se convierte así en la primera compañía de moda en llevar a cabo una medida de este tipo para paliar la crisis del Covid-19, que ha motivado el decreto del estado de alarma y el cierre de todas las tiendas en España.

La empresa, con sede en Elche (Alicante) fue fundada en 1984 y en 2018 facturó 129 millones de euros, según los últimos datos disponibles. 

La industria española de la moda reclama al Gobierno más medidas para paliar la crisis del coronavirus

La industria de la moda en España pide ayuda ante el coronavirus. El Consejo Intertextil Español (CIE), la Confederación de la Moda Española y la Asociación Española de Productos para la Infancia (Asepri) han trasladado sus peticiones al Ministerio de Industria para implementar medidas económicas para paliar la crisis.

“Esta nueva situación requiere que informemos urgentemente a nuestras autoridades sobre nuestra grave preocupación por las consecuencias temporales sobre mercados y empresas que está generando la actual pandemia”, han expresado en un comunicado.

La principal preocupación de la industria son la infección de algún trabajador, la falta de suministro de las materias primas necesarias, la paralización de las unidades productivas, la cancelación de pedidos o el aplazamiento de los pedidos suministrados. Ante esta situación, las patronales sugiere al Gobierno que considere tomar medidas sobre el empleo, la liquidez y la solvencia de la industria textil.

En cuanto al empleo, las patronales piden “flexibilizar temporalmente los convenios colectivos publicados a través de acuerdos extraordinarios entre las asociaciones empresariales y los sindicatos”. El sector argumenta que, con la normativa actual, “seguiríamos abocados a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte), que implicarían el pago de las cuotas de la Seguridad Social por las empresas de los empleados afectados”, explican las patronales.

“En esta situación excepcional, las circunstancias mencionadas serian especialmente perjudiciales para la economía de las empresas, pues además de perder la producción en el periodo de paro, tendrían que soportar cotizaciones sociales”, añaden las patronales. “Nos tememos que ante este escenario muchas empresas acaben cerrando”, confiesan.

Por otro lado, las patronales explican que “dada la situación que se está generando por la cancelación de pedidos o el aplazamiento en pagos, entendemos que sería oportuno el establecer unas líneas o avales específicos para la refinanciación del circulante”, expresan desde las patronales.

Otra de las cuestiones que preocupa a la industria es la gestión del stock debido a su carácter estacional. “Para que nuestra industria pudiera hacer frente a este último escenario entendemos que deberían arbitrarse medidas extraordinarias en el corto y mediano plazo”, han explicado desde las patronales. 

Primark mide el impacto del coronavirus: 190 millones de libras en cuatro semanas

Primark mide el impacto del coronavirus. El gigante irlandés de moda low cost ha cerrado temporalmente todos sus establecimientos en Francia, España y Austria, que representan el 20% de su red comercial y generan alrededor del 30% de las ventas.

En concreto, el grupo tenía previsto que el conjunto de establecimientos en estos tres países generara unos ingresos de 190 millones de libras (210 millones de euros) durante las próximas cuatro semanas.

El resto de la red comercial de Primark, incluidos los establecimientos en Reino Unido, representan el 41% de las ventas totales de la compañía. La empresa ha señalado que también en estas tiendas se ha experimentado un descenso de los ingresos durante las últimas semanas, que se acelerará en los próximos días.

“Estamos administrando el negocio de manera adecuada, pero no esperamos mitigar el impacto en los próximos días”, ha explicado Primark en un comunicado. El grupo ha añadido que como consecuencia de la situación y del impacto del Covid-19 en las ventas del grupo, todavía es demasiado pronto para realizar previsiones para el año completo.

En cuanto a su aprovisionamiento, el grupo ya alertó en febrero de la situación en China. Con todo, Primark ha señalado que “desde entonces, la situación en China ha mejorado y la mayoría de las fábricas que abastecen a Primark han reabierto”. “Como resultado, se espera que la escasez de oferta sea mínima”, ha añadido. 

Asos avanza con su reestructuración: estudia el despido de 150 personas

Asos da otro paso más en su reestructuración. El grupo británico de ecommerce prevé despedir un total de 150 empleados que trabajan en la oficina de atención al cliente en Leavesden (Reino Unido), según avanza Drapers.

En concreto, el grupo tendría pensado prescindir de quince equipos integrados por diez personas que prestan servicios en horario nocturno. Ahora, el objetivo de Asos pasa por subcontratar el servicio de noche a una empresa externa. A cierre de 2018, la plantilla total de Asos ascendía a 4.386 personas, según el informe anual de la compañía.

El grupo, inmerso en un proceso de reestructuración, emitió una carta a sus trabajadores en la que les hablaba del “trabajo que realizamos el verano pasado para alinear nuestro negocio y asegurar que fuera lo más eficiente y efectivo posible”. En este sentido, la misiva indicaba que “la continua expansión global ha llevado a más debates sobre cómo gestionamos nuestra operación de atención al cliente, especialmente de noche, requiere ayuda de nosotros en diferentes franjas horarias” y que esto significaba que “un número adicional de roles en Leaversden están potencialmente en riesgo de redundancia”.

Asos hundió su beneficio en el ejercicio 2019 (cerrado el 31 de agosto) un 68%, hasta 90,5 millones de libras (100 millones de euros) después de encadenar tres profit warnings en el último año. Las ventas de Asos ingresaron 2.733 millones de libras (3.020 millones de euros), un 13% más que en 2018.

Caleres factura un 3,1% más en 2019 y alerta del impacto del coronavirus

Caleres sigue al alza. El grupo de calzado ha facturado un 3,1% más durante el ejercicio 2019, con cierre en febrero. Durante este periodo, también ha elevado su beneficio un 2,4% más. La compañía también cita la crisis del coronavirus para el ejercicio 2020.

 

La compañía ha engordado sus ventas hasta 2.921 millones de dólares (2602 millones de euros), en comparación con la facturación de 2019, que reportó 2.834,8 millones de dólares (2.524,7 millones de euros). El beneficio ha alcanzado 1.184,8 millones de dólares (1.055,2 millones de euros), frente a los 1.156,3 millones de dólares (1.029,8  millones de euros) del ejercicio anterior. 

 

Caleres también hace alusión al coronavirus en su informe, asegurando que están activamente monitorizando la situación, con reuniones regulares entre directores para evaluar el impacto en la cadena de producción y el sentimiento del consumidor, adaptándose con estrategias a corto plazo a la crisis sanitaria. 

 

“A corto plazo, anticipamos algo de disrupción relacionada con el coronavirus, pero no podemos prever los impactos a largo plazo para los resultados del año 2020”, ha confirmado Diane Sullivan, consejero delegado de la compañía, en el informe.

Under Armour, Columbia y Lululemon cierran temporalmente todas sus tiendas en Norteamérica

Los principales retailers deportivos cierran. Under Armour y Columbia han optado por bajar la persiana de sus establecimientos en Estados Unidos, mientras que Lululemon, además de hacerlo en Norteamérica, lo hace extensivo a Europa, igual que Nike.

“Vivimos tiempos inciertos y debemos dar un paso más para ayudar a proteger a la comunidad mundial y asegurar la prevención frente al Covid-19”, ha asegurado Calvin McDonald, consejero delegado de Lululemon. “Durante este período, todos nuestros empleados mantendrán su sueldo por sus horas de trabajo”, ha añadido. La empresa canadiense anunciará el impacto que tendrá el coronavirus en su ejercicio fiscal el 28 de marzo, cuando presente sus resultados anuales.

Under Armour, por su parte, también ha asegurado que todos sus trabajadores recibirán su sueldo habitual y la renuncia a hacer EREs temporales, como ya ha sucedido en otras compañías y entidades deportivas. La compañía estadounidense cifró en 50 millones de dólares (27,4 millones de euros) el impacto que podría tener el coronavirus y no ha actualizado dicha previsión. Es una cuantía que hoy parece quedar muy distante del golpe que han sufrido otras empresas como Adidas, que perdió 1.000 millones de euros en China sólo en el primer trimestre de 2020.

Nike, por su parte, también anunció el cierre de sus establecimientos en Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Al igual que Columbia, espera que puedan reabrir el 27 de marzo, cuando se cumplan los 14 días reglamentarios de cuarentena. En algunos países como España e Italia estos establecimientos ya estaban cerrados debido a las medidas de sus respectivos gobiernos

Este movimiento se produce después de que otras compañías como Urban Outfiters o Abrecrombie&Fitch, Everlane o Patagonia también decidieran cerrar sus establecimientos ante el avance del coronavirus hasta el 28 de marzo.

Recuperación, desaceleración o recesión: los tres escenarios ante el Covid-19

La crisis del coronavirus deja tres posibles escenarios para el mundo. Rápida recuperación, desaceleración de la economía mundial o recesión son algunos de los escenarios que se barajan ante el avance del coronavirus, que desde esta semana ya es pandemia.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ya ha rebajado en cinco décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, al 2,4%, la menor alza desde 2009.

Bruselas, por su parte, prevé que la Unión Europea entre en recesión por el coronavirus y ha pedido más gasto público, mientras que Christine Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que la pandemia puede provocar una crisis como la del 2008.

McKinsey propone en el informe Covid-19: Implications for business cómo se desarrollaría la situación ante los tres posibles escenarios. En el caso de una recuperación rápida, como ha sucedido en China, el informe apunta que el crecimiento global mundial del PIB será del 2% en lugar del 2,5% previsto.

 

En China, la economía también se ralentizará, pasando de crecer un 4,7% frente al 6% previsto anteriormente. En el resto de Asia, el PIB se elevaría un punto porcentual menos que las anteriores previsiones mientras que en las grandes economías de todo el mundo ralentizarían su crecimiento hasta en 0,5%.

En paralelo, de darse este escenario, Estados Unidos se recuperaría hacia finales del primer trimestre y China reanudaría gran parte de la producción de todas sus fábricas. Sin embargo, la confianza de los consumidores de todo el mundo no se recuperaría hasta finales del segundo trimestre.

Otra de las situaciones que propone el informe es qué pasará si el resto de países no logra recuperarse de la pandemia tan rápido como lo ha hecho China. De darse este escenario, la consultora explica que las economías menos desarrolladas sufrirán más que las avanzadas y que las pequeñas y medianas empresas son las que peor lo pasarán.

 

El sector servicios, la aviación y el turismo serán los más afectados. La caída de la demanda del consumidor penalizará a los resultados de las empresas, y el PIB mundial caerá unas décimas ante el cambio de los comportamientos.

En el caso de que los contagios continúen en el segundo y tercer trimestre del año, saturara los sistemas sanitarios de todo el mundo y hundiera la demanda de los consumidores, el planeta estaría abocado a una recesión, según la consultora. El informe señala que de darse este escenario, la economía mundial caerá entre un 0,5% y un 1,5%.

Coronavirus: ¿Y si ni el ecommerce salva a la moda?

Comercios cerrados, trabajadores en casa, ciudades aisladas. Sobre el papel, la crisis del coronavirus presenta una gran oportunidad para el ecommerce de moda. Clientes cómodamente sentados en su sofá, limitados para comprar offline, clickando en masa en Asos, Zara, Zalando o Mango. Pero tampoco el online es ajeno a la situación de excepción: con un estrés generalizado entre la población e interrupciones logísticas, ¿y si ni el ecommerce salva a la moda?

En Italia, el mercado maduro donde más ha impactado hasta ahora el coronavirus, la primera reacción de los consumidores sí provocó un pico de ventas. Sin embargo, a medida que las restricciones iban aumentando, sus compras online se desplazaron progresivamente hacia bienes de primera necesidad como alimentos o medicamentos. En plena crisis, a pocos les apetece comprarse faldas. Quizás la situación cambie si la situación de excepción se alarga pero, mientras tanto, toda la moda, online y offline, va a sufrir.

Al sector le pilla en horas bajas: tanto en enero como en febrero, las compras se han reducido. Tras el estado de alarma decretado el sábado en España, todas las tiendas en el país deberán permanecer cerradas al menos durante quince días.

Las ventas de moda a través de la Red copan un modesto 7,4% de las ventas de moda en España. En Francia, la tasa asciende al 13,4%; en Alemania, al 24% y en Italia, el país europeo más afectado por la pandemia del Covid-19, se sitúa en el 11,7%, según datos de Kantar. Reino Unido es el mercado europeo con mayor penetración del canal y uno de los primeros del mundo, con una cuota del 28,2%.

 

Durante la crisis, gran parte de la población tiende a evitar espacios públicos concurridos. En el caso de China, un 85% de los usuarios de Internet siguieron esta medida para prevenirse del coronavirus, según un estudio de YouGov elaborado el 3 de marzo, antes de que la pandemia llegase a Europa.

La cuota llegaba al 83% en Hong Kong, el 76% en Taiwán y el 73% en Malasia, mientras que en Estados Unidos se situaba entonces en el 27% y en Reino Unido, en el 14%. El estudio preguntaba sobre la actividad de los encuestados en las dos últimas semanas de febrero.

Preguntados sobre la posibilidad de evitar las tiendas si la crisis se agravaba en Estados Unidos, el 74,6% respondían que dejarían de asistir a los centros comerciales y el 52,7% que evitaría el comercio en general, según un estudio de Coresight.

 

Pero lo cierto es que el impacto de esas medidas preventivas en el comercio electrónico ha sido escaso, al menos en moda. “En China, el propio Gobierno impulsó un sentimiento de culpabilidad del consumo”, explica una directiva de un grupo español de distribución de moda con presencia en el país.

Aunque ahora el Gobierno está transmitiendo el mensaje contrario, para reactivar la economía, entonces el discurso caló y el consumo se paralizó. “Hubo un pico del ecommerce, pero después ha ido moderándose”, continúa la ejecutiva, que recalca que, en

Europa, los gobiernos “no tienen tanta fuerza” para influir en el sentimiento del consumidor.

En Italia, el tráfico en la calle se redujo al comenzar la crisis, provocando un repunte de la venta online. Pero, según otro directivo del sector, “cuando la ansiedad llega a otros niveles el gasto se desplaza a comida, farmacia…”. “Va a sufrir el retail, y el online también va a acabar cayendo”.

En este sentido, desde Seur apuntan que, en España, el mayor pico se ha vivido en alimentación. “Hemos notado impacto en la línea de negocio de Now (entregas urgentes en 1 o 2 horas), en concreto el e-grocery que ha incrementado su producción en un 50%”.

“La crisis puede suponer una oportunidad para que la gente se acostumbre a comprar online, pero en moda impactará muy poco”, coincide Jaume Hugas, experto en logística para ecommerce y profesor de Esade. “Para la alimentación, en cambio, será un pico similar a lo que el Black Friday es en moda y requiere mucha planificación”, añade.

Lo mismo opina otro directivo de uno de los mayores pure players de Europa. “Conceptualmente, la gente no va a salir comprará más online, pero depende el sector”. El ejecutivo apunta que en su compañía no han percibido ningún impacto y que “si dura poco la crisis, va a ser malo para todos, a excepción de la comida”. En cambio, si la crisis se alarga y la situación de excepción pasa a ser la norma sí podría tener repercusión positiva.

Tras el decreto de cierre de comercios en Cataluña y la Comunidad de Madrid, algunos retailers españoles se apresuraron a subrayar que su web sí continúa activa. Tendam explicó el viernes que, tras cerrar todas sus tiendas en Madrid, País Vasco y La Rioja, incrementaría sus capacidades de servicio online, ofreciendo a los clientes envíos gratuitos y ampliando los plazos de devolución de las prendas hasta 60 días.

Desde Tous, subrayaron que “para seguir ofreciendo el mejor servicio posible a aquellos clientes que lo deseen, Tous gestionará su servicio online con envíos gratuitos y ampliación de los plazos de cambio o devolución”. También Pikolinos se ha manifestado en la misma línea, subrayando que el ecommerce continuará disponible mientras estén cerradas las tiendas.

La compañía de calzado Magrit también remitió un comunicado recalcando que “mantendrá 100% operativa su tienda online” y que los pedidos se distribuirán semanalmente desde su sede central en Elda (Alicante). La tienda de la marca en Madrid permanece cerrada hasta nuevo aviso. 

Otras empresas más pequeñas, como el pure player de cosmética Laconicum, también han enviado comunicados a sus clientes precisando que “continuamos abiertos y enviando pedidos”. “Todos estamos teletrabajando y hay unos servicios mínimos, muy mínimos y por turnos”.

Sin embargo, los grandes grupos de ecommerce de moda en Europa no anticipan un aumento del negocio con la crisis, sino todo lo contrario. En su presentación de resultados, el pasado 27 de febrero, Zalando matizó que sus previsiones para 2020 “excluyen un potencial impacto negativo causado por el coronavirus”. Asos no se ha manifestado al respecto.

 

Operaciones 

Desde el punto de vista operativo, la crisis no presenta tantas complicaciones como para el retail físico, salvo en las zonas confinadas, donde no puede entrar ni salir la mercancía. “El ecommerce debería tratarse como un servicio mínimo”, apunta un directivo del sector.

Desde Seur, apuntan que se han preparado planes de contingencia en todos los ámbitos y que la compañía está preparada para escenarios más complejos como el cierre de carreteras o el cierre temporal de hubs.

Asimismo, se han intensificado las comunicaciones con los repartidores para que cumplan una serie de medidas de higiene cuando hagan entrega de los envíos a los destinatarios. En este sentido, Hugas subraya que en países como China, donde las entregas automatizadas están más extendidas, la última milla se ha podido cubrir sin problemad.

“En China, JD.com ha tenido un éxito brutal gracias al reparto mediante plataformas automatizadas con ruedas”, apunta el experto. “El que no esté preparado con tecnología y software bueno es el que más va a sufrir esta crisis”, añade.

En los centros logísticos, la mayoría de operadores logísticos y de ecommerce han tomado medidas de protección, pero la actividad continúa con normalidad. “En un centro mediano o grande trabajan unas trescientas personas, pero por turnos, por lo que no debería presentar problemas”, apunta un directivo de ecommerce de un grupo español.

Compañías como Logisfashion, especializada en el sector de la moda, puso en marcha el 9 de marzo una política de prevención que mayores medidas de higiene, la suspensión de movilidad entre centros y la reorganización de las jornadas de trabajo para minimizar la confluencia de personal en un mismo lugar. En Seur se ha desarrollado un plan de contingencia que incluye la intensificación de las medidas de higiene y la flexibilización de la jornada.

En China, la crisis llegó justo después del Año Nuevo Chino, la mayor festividad del país durante la cual los almacenes ya permanecen cerrados, igual que la mayor parte de centros de trabajo. A su regreso, los trabajadores se encontraron con fuertes controles y el Gobierno limitó la vuelta al trabajo, pero hoy la actividad está ya al 80%.

En España, la declaración del estado de alarma, que entró en vigor el sábado, restringe el tránsito de pasajeros pero excluye a los de carga, según precisó el viernes Puertos del Estado en un comunicado.

El mayor problema reside en los envíos internacionales, especialmente a Estados Unidos. La semana pasada, el Gobierno estadounidense suspendió todos los vuelos desde Europa, a excepción de Reino Unido, lo que impacta directamente en las compañías europeas que envían la mercancía en vuelos comerciales. 

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