El Corte Inglés supera el bache tras cerrar filas con el nuevo cuadro directivo

El Corte Inglés pone de nuevo el contador a cero. Con el cuerpo directivo alineado con la nueva presidencia, el grupo madrileño de grandes almacenes, el tercero en el mundo por cifra de negocio, da gas ahora a la implantación de la nueva estrategia empresarial con la que recuperar el tiempo perdido y ponerse a la altura de sus competidores en una carrera que estaba ya en marcha.

La compañía ha vivido unos doce meses de vértigo desde la anterior junta de accionistas en la que se cesó del cargo de presidente a Dimas Gimeno. El pasado domingo, en la última asamblea de accionistas, la nueva presidenta expuso por primera vez las líneas generales de la nueva estrategia de crecimiento de la compañía sobre las que la empresa ha venido trabajando en el último año.

Así, mientras El Corte Inglés ponía fin a dos años de pugna interna por el liderazgo y avanzaba en un complejo plan para reducir su abultada deuda, Sears se hundía en Estados Unidos y en Reino Unido Marks&Spencer anunciaba el cierre de un centenar de establecimientos. Un año después de la salida de la vieja guardia del grupo, que culminó con la marcha de Gimeno, la compañía ha activado un alud de proyectos para no quedarse atrás y desconectarse de las nuevas generaciones de consumidores.

Marta y Cristina Álvarez no sólo han dado un vuelco a la tradición hereditaria del grupo sino que deben encarar una transformación mucho más profunda de la compañía: la de la digitalización. Tras un año de transición, el nuevo cuadro directivo está alineado en un proyecto consensuado y cohesionado.

En los últimos doce meses la empresa ha reorganizado su equipo directivo, ha reestructurado su deuda y ha sentado las bases de su camino hacia la digitalización. En este sentido, se ha fortalecido y consolidado el triunvirato compuesto por Marta Álvarez, Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo.

El pasivo es aún uno de los grandes lastres del grupo. En 2018, la compañía logró situarlo en 3.367 millones de euros después de reducirlo en 467 millones de euros. Adelgazar la deuda comportó la ejecución de distintas desinversiones, como la venta de 96 activos inmobiliarios o la del negocio de Optica2000.

Por otro lado, El Corte Inglés realizó por primera vez una emisión de bonos para refinanciar parte de un crédito sindicado. La operación ascendió a 800 millones de euros y ha indexado a la compañía en la bolsa de Dublín, obligándola a mantener una política mucho más aperturista y transparente que la llevada hasta ahora.

Por último, el mayor acelerón que ha dado el grupo ha sido en la operativa. Una de las primeras decisiones que tomó el nuevo cuadro directivo en la nueva etapa fue la creación de un canon mínimo para las marcas si no llegan a los objetivos de ventas marcados. Con esta medida, no exenta de polémica en el sector, El Corte Inglés garantizaba mejorar sus márgenes.

En este sentido, la compañía reordenó también su cartera de marcas de mujer centrándose en una sola: Woman. Esta reorganización supuso también el fin de firmas como Antea, Zendra y Yera.

El grupo también dio sus primeros pasos en omnicanalidad llevando las entregas en menos de dos horas a toda España haciendo uso de su capilaridad en el territorio y selló un pacto de grandes magnitudes con la tecnológica china Alibaba para acelerar en su internacionalización y también en digitalización. En este pacto se sellaba la entrada de las marcas de El Corte Inglés en China a través de Tmall y Aliexpress, a la vez que cedía su estructura para apoyar a Aliexpress en su operativa en España. Por otro lado, Alibaba dotaba de tecnología al grupo de grandes almacenes para su despegue en la digitalización.

A raíz de este pacto, en junio, El Corte Inglés inició la comercialización de siete de sus marcas de moda (Easy Wear, Fórmula Joven, Green Coast, Free Style, Boomerang, Mountain Pro y Unit) a través de todas las plataformas de Aliexpress.

La compañía también ha empezado a dar vueltas a nuevas formas de negocio más allá del complejo comercial tradicional. El primer centro en el que experimentar con el formato de futuro de El Corte Inglés será el de Arroyosur, en Leganés (Comunidad de Madrid). La empresa invertirá cien millones de euros en su remodelación y contará con la participación del arquitecto Lázaro Rosa-Violán.

“Estamos más cerca de ganarnos el futuro”, afirmó la nueva presidenta en la última junta de accionistas. Y es que después de dos años de litigio interno y uno de transición, la tarea más difícil, la de consolidar el nuevo liderazgo, está ya solventada. Queda ahora por delante una tarea no menos ardua: actualizar un concepto de retail que en el exterior está más que en entredicho.

De Inditex a Matchesfashion, ¿quiénes son los firmantes del Fashion Pact?

Everybody&Everyone, Fashion3, Ruyi o Matchesfashion también firmaron el Fashion Pact. En España, estas compañías no tienen la popularidad de Inditex, H&M, Adidas o Carrefour, pero su peso en el futuro de la moda será tan determinante como el de los gigantes del sector con los que firmaron el documento.

La relevancia del Fashion Pact, más allá de estar apadrinado por el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, es que dicta la hoja de ruta de la sostenibilidad en la industria de la moda, el abc de la estrategia a seguir para cualquier grupo, sea del tamaño que sea, en esta materia. ¿Quiénes son, por tanto, los 32 que han definido la moda eco?

Adidas

La compañía alemana ha sido uno de los abanderados en esta cuestión, investigando en el desarrollo de nuevos materiales sustitutos de la piel. En 2016, la empresa desarrolló junto con Parley for the Oceans unas zapatillas elaboradas con desechos plásticos del mar. En paralelo, el grupo ha ido incrementando el uso de algodón sostenible, poliéster y nylon reciclado. Adidas fue de las primeras empresas en eliminar el uso de PVC y, en 2013, trazó un plan para erradicar de su cadena de valor el uso de químicos tóxicos, como el PFC. En el punto de venta, el gigante de la moda deportiva dejó de entregar bolsas de plástico de un único uso.

Bestseller

Este gigante danés de la moda, con ventas de 3.300 millones de euros en 2018, ha afianzado su crecimiento a través del canal multimarca, con marcas como Vero Moda, Name It o Jack&Jones. En esta última etapa, la compañía ha reforzado su expansión a través del monomarca con aperturas de tiendas propias. La compañía, que sigue en manos del empresario Anders Holch Povlsen, trabaja en los principales lobbies globales de la moda eco, como la Sustainable Apparel Coalition, Ellen McArthur Foundation o la incubadora Fashion for Good.

Burberry

Dentro del lujo, Burberry también ha querido liderar la transformación digital de la gama más alta. La compañía británica fue una de las pioneras en su categoría en entrar en el índice bursátil de las empresas sostenibles Dow Jones en 2015, cuando aún estaba pilotada por Christopher Bailey. Sin embargo, el grupo dio un paso adelante en este ámbito después de que en 2018 saliese a la luz el valor de los artículos que destruyó en el ejercicio anterior: 28,6 millones de libras, el triple que sólo tres años atrás. A raíz de aquella polémica, el grupo se comprometió a dejar de destruir los artículos que no vendía, además de eliminar el uso de pieles en sus colecciones.

Capri

Michael Kors cambió el nombre de su matriz a Capri a finales de 2018 tras cerrar la adquisición de Versace y un año después de hacerse con Jimmy Choo. En poco menos de dos años, Michael Kors pasó de ser el último fenómeno súperventas del lujo estadounidense a erigirse como un nuevo conglomerado del sector, con miras a generar ingresos de 8.000 millones de dólares a medio plazo. En el ámbito de la sostenibilidad, ni el hólding ni su firma insignia habían destacado. Hasta la firma del Fashion Pact, uno de los pocos compromisos que había realizado el grupo hasta el momento fue eliminar la peletería de sus colecciones.

Carrefour

La gran distribución firma codo con codo con el lujo el Fashion Pact. El gigante francés de los hipermercados empezó a introducir códigos de buenas prácticas en su cadena de suministro de la alimentación y más adelante empezó a trabajar en los residuos, con la introducción del plástico reciclado para los envoltorios. En moda, hasta ahora Carrefour no había anunciado ninguna estrategia en concreto. La empresa, no obstante, sí cuenta con un plan a 2025 para reducir las emisiones de CO2 al 40% y minimizar los desechos de comida. El grupo, con ventas de 78.897 millones de euros en 2018, genera ya más de la mitad de su negocio fuera de Francia, donde opera en otros países europeos, Latinoamérica y Asia.

Chanel

La histórica del lujo francés, con ventas de 11.100 millones de dólares en 2018, ha entrado hace poco en la sostenibilidad. La compañía, que sigue en manos de la familia Wertheimer, presentó en su informe de gestión de 2018 Report to society su compromiso de “construir un modelo de negocio más sostenible para el lujo”, aliándose con los objetivos para el desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas, iniciando la investigación en nuevos materiales, buscando alianzas con comunidades locales, mejorando su cadena de suministro y, colaborando con start ups en busca de tecnologías para acelerar en este ámbito en la producción y en el retail.

Everybody&Everyone

Poco se sabe de esta compañía que se presenta como eco innovadora, pero de la que apenas se conoce que tiene sede en Nueva York y que su misión “es hacer más fácil a las mujeres reducir el impacto colectivo sobre el planeta”. Según explica la propia empresa a través de su cuenta de Linkedin, Everybody&Everyone está respaldada por un family office que está también detrás de dos gigantes del retail de moda. Se trata de una empresa con base tecnológica que introduce en la cadena de valor todos los avances técnicos que se están realizando en este sentido con miras a que los grandes grupos puedan operar de manera más eficiente y sostenible.

Fashion3

El grupo francés Mulliez, propietario de Pimkie o Kiabi, pero también de los hipermercados Auchan o la cadena Decathlon, entre otros negocios de retail, reordenó sus firmas a mediados de 2017 y creó la sociedad Fashion3 para aglutinar parte de su negocio de moda. Así, bajo Fashion3 se encuentran las cadenas Pimkie, Orsay, Rouge Gorge, Happychic (Jules, Brice, Bizzbee) y Grain de Malice. Hasta el momento, ninguno de los grupos de la familia Mulliez había hecho público ningún plan de sostenibilidad. De hecho, Pimkie, la firma más internacional de Fashion3, encaró el año pasado un proceso de reestructuración que incluyó más de 200 despidos y el cierre de cerca de cuarenta establecimientos en Francia.

Ferragamo

Dentro del lujo, la italiana Salvatore Ferragamo fue una de las primeras en lanzar una memoria de sostenibilidad cada año desde 2014, en base a las directrices de la Global Reporting Initiative (GRI). La empresa cerró 2018 con ventas de 1.347 millones de euros y un beneficio neto de 88,4 millones de euros, cuenta con 672 tiendas y opera en noventa países. En los últimos meses, el grupo ha estado inmerso en una reordenación de su cúpula tras el fichaje de Micaela Le Divelec, procedente de Kering, como consejera delegada.

Fung Group

Con sede en Hong Kong, Fung Group es uno de los mayores hóldings de moda del planeta. La empresa es propietaria de Li&Fung, el mayor grupo de producción textil del mundo, con una cifra de negocio de 12.700,7 millones de dólares en 2018; LH Pegasus, una joint venture con Hony Capital para el aprovisionamiento en belleza, moda y mobiliario; Global Brands Group, uno de los mayores gestores de licencias del mundo, y Fung Retail Group, con varios negocios de distribución en Asia.

Galeries Lafayette

Galeries Lafayette es el mayor grupo de grandes almacenes de Francia y uno de los mayores de Europa. La empresa, además de controlar los 280 complejos de la cadena que le da nombre, es también dueña de BHV/Marais, La Redoute, Eataly Marais, Louis Pion, Guérin Joaillerie y el ecommerce BazarChic. El grupo es uno de los históricos del retail francés, cuyos orígenes se remontan a 125 años atrás. La empresa sigue en manos de la familia fundadora y suma una cifra de negocio anual de 4.500 millones de euros. En 2018, los grandes almacenes se subieron a la ola eco con la puesta en marcha del proyecto Go for Good, para dinamizar la presencia de marcas de moda sostenible, apadrinado por la diseñadora británica Stella McCartney.

Gap

El gigante estadounidense de la distribución de moda ha ido siguiendo de cerca los movimientos de sus principales competidores en sostenibilidad, sobre todo de Inditex y H&M. Gap está presente en los principales lobbies de la moda eco y cuenta desde hace tiempo con su propia memoria de sostenibilidad. Uno de sus últimos compromisos al respecto fue marcarse 2025 como fecha para que todo el algodón de su producción procediera de fuentes sostenibles.

Giorgio Armani

La compañía italiana de lujo ha sido una de las sorpresas del lujo en adherirse a este pacto. La empresa, que sigue en manos del diseñador homónimo, apenas ha comunicado su estrategia en sostenibilidad. El grupo se encuentra desde hace un par de años en un profundo proceso de reestructuración, de descenso de ventas y de rentabilidad. En 2018, la compañía concluyó una simplificación de su cartera de marcas. Giorgio Armani cerró este último ejercicio con ventas de 2.100 millones de euros y un beneficio neto de 152 millones de euros.

H&M

El segundo mayor grupo de distribución de moda del mundo por cifra de negocio, superado sólo por Inditex, se ha erigido como uno de los abanderados en la sostenibilidad en moda. La compañía sueca ha sido de las primeras en su ámbito en introducir nuevos materiales sostenibles en sus colecciones, en monitorizar su cadena de aprovisionamiento, en trazar un plan para reducir su impacto medioambiental y en apostar por un sistema circular. H&M también ha sido de las pioneras en entrar en el capital de start ups tecnológicas para avanzar en este sentido.

Hermès

Hermès, uno de los puntales del lujo francés, entra por primera vez con fuerza en el ámbito de la sostenibilidad con la firma de este pacto después de haber salido bastante mal parada en los ránkings que realizan empresas especializadas en estudios de mercado u ONGs. La compañía, que rozó en 2018 los 6.000 millones de euros en ventas y registró un beneficio neto de 1.405 millones de euros, concentra gran parte de su producción en Francia, lo que garantiza el cumplimiento de la normativa europea en materia laboral y de producción, pero no ha comunicado hasta el momento ninguna memoria de sostenibilidad ni ha hecho pública ninguna acción en este cometido.

Inditex

El gigante español de la moda, el mayor grupo de distribución del sector por cifra de negocio, ha ido adentrándose en el ámbito de la sostenibilidad en los últimos años. Tras aliarse con el Massachussets Institute of Technology y varias universidades españolas para investigar en circularidad, Inditex ha creado este año una comisión de sostenibilidad en el consejo de administración y ha vinculado su bonus a directivos a sus avances en sostenibilidad. Por otro lado, en el apartado social, el grupo fue uno de los abanderados en el cumplimiento de los derechos laborales en la cadena de valor con la firma en 2007 del Acuerdo Marco con IndustriAll.

Karl Lagerfeld

Propiedad del fondo de inversión Apax Partners, la firma del mítico diseñador fallecido este año entra también en el pacto del Elíseo sin antes haber dado señales de interés por la sostenibilidad. La compañía, fundada en 2006, tiene sede en París y está pilotada por Pier Paolo Righi. En 2014, el grupo estadounidense de distribución PVH tomó una participación en el capital. A pesar de contar con su propia marca, la única referencia a la sostenibilidad que realizó el Káiser fue refiriéndose a Chanel y el lujo.

Kering

El conglomerado francés del lujo, propiedad del empresario François-Henri Pinault y dueño de marcas como Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga, tomó las riendas hace unos años de avanzar el lujo hacia la sostenibilidad. Kering se reafirmó en esta apuesta en 2012 con el fichaje en 2012 de Marie-Claire Daveu al frente de la estrategia en sostenibilidad y asuntos institucionales. La ejecutiva se unió al grupo tras una trayectoria profesional en el sector público donde ocupó un puesto de responsabilidad en el Ministerio de Ecología entre 2007 y 2012. En el ámbito privado, la directiva había estado al frente de la política en sostenibilidad del grupo farmacéutico Sanofi.

La Redoute

Propiedad de Galeries Lafayette desde 2018, La Redoute es de las pocas plataformas de ecommerce que sellan este pacto. La empresa ha sufrido en la última década una profunda transformación, al pasar de un negocio histórico de venta por catálogo a competir con el resto de marketplaces de moda. Antes de pasar a manos del grupo distribución, La Redoute había sido propiedad de Kering, que la vendió a dos de sus directivos y a sus trabajadores.

Matchesfashion

En la actualidad, Matchesfashion es uno de los marketplaces de diseñadores de moda de referencia propiedad del grupo de inversión Apax Partners, que lo compró en 2017. Sin embargo, sus orígenes se remontan a mediados de los ochenta, cuando la compañía abrió sus puertas como multimarca en Londres. El año pasado, la empresa registró ventas récord de 293 millones de libras, un 43,7% más que en 2017. La empresa comercializa en la actualidad alrededor de 450 firmas en 176 territorios.

Moncler

La compañía italiana de lujo, especializada en prendas de abrigo, fue fundada en 1952 y cotiza en la bolsa de Milán desde 2013. Con ventas de 1.420 millones de euros en 2018, la compañía cuenta con su propia estrategia de sostenibilidad, cuyos pilares son la promoción de un empleo cualificado, la mejora de la seguridad y el respeto al medio en la cadena de valor, reducir el impacto medioambiental y el desarrollo económico de comunidades locales. Moncler está alineada también con los ODS de Naciones Unidas.

Nike

El gigante de la moda y el material deportivo es también uno de los pioneros en sostenibilidad. La compañía, con ventas de 39.100 millones de dólares en 2018, fue también de las pioneras en mover ficha en sostenibilidad desde todos los ángulos. De hecho, sobre Nike cayó la primera crisis de reputación a mediados de los noventa con la publicación del primer reportaje que evidenciaba la mano de obra infantil en las cadenas de suministro de los grandes grupos de la moda. Nike forma parte también de la mayoría de lobbies que avanzan en acelerar la sostenibilidad en moda.

Nordstrom

El grupo estadounidense de grandes almacenes, uno de los históricos de su país, se encuentra inmerso en la digitalización de su negocio. La compañía, una de las que mejor ha sorteado el Apocalipsis retail en su país, cerró 2018 con ventas de 15.480 millones de dólares, un beneficio neto de 564 millones de euros y un total de 379 complejos. Nordstrom elabora cada año su memora de responsabilidad social corporativa. Su estrategia en este ámbito se basa sobre todo en cuidad de las comunidades locales y en reducir el impacto en el medio ambiente.

Prada

La compañía, en manos de Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, continúa siendo uno de los referentes del lujo italiano. Con una facturación de 3.142 millones de euros en 2018, Prada ha enfocado su estrategia en los últimos años a su transformación digital. El grupo, que cotiza en  bolsa desde 2011, publica desde 2016 su memora de sostenibilidad, centrada ante todo en la diversidad y la inclusión, en el respeto al medio ambiente, y en la conservación de la cultura.

Puma

El grupo de moda deportiva, en el seno de Kering hasta 2018, cuando dio el salto a bolsa, también viene realizando desde hace años un esfuerzo por mejorar en sostenibilidad. La compañía, que cerró 2018 con ventas de 1.226 millones de euros, dio un paso al frente en este ámbito en 2013 cuando trazó sus primeras líneas estratégicas al respecto y elaboró sus primeras cuentas de pérdidas y ganancias ambientales. Dos años después, la compañía se marcó los objetivos a 2020, entre los que se encuentran eliminar químicos tóxicos, controlar el uso del agua, reducir emisiones o mejorar la seguridad en la cadena de suministro, entre otros.

PVH

El dueño de Tommy Hilfiger y Calvin Klein expuso en el último Copenhagen Fashion Summit su estrategia en materia de sostenibilidad. La compañía, que cerró 2018 con ventas de 9.657 millones de dólares, centra su política eco en base a tres ejes: reducir a cero todos los impactos medioambientales, impulsar todos aquellos positivos y dar soporte a los empleados de su cadena de valor. PVH puso también un calendario con hitos a cumplir a 2025, como la eliminación de tóxicos y microfibras, y a 2030, como reducir los desechos a cero.

Ralph Lauren

El grupo estadounidense, que concluyó su último ejercicio fiscal con ventas de 6.131 millones de dólares, ha dado un paso al frente este mismo año en materia de sostenibilidad con la puesta en marcha del plan Design the Change, en el que se compromete a utilizar el 100% de su materia prima de fuentes sostenibles en 2025, además de avanzar en economía circular. El grupo también se compromete a eliminar el uso de tóxicos, a utilizar plástico reciclado y trabajar con energías renovables.

Ruyi

Ruyi es uno de los hóldings verticales de la moda de reciente creación. La compañía china ha ido engordando su cartera en los últimos años a golpe de talonario, haciéndose con empresas de diferente perfil en Europa y en Estados Unidos. De origen industrial, Ruyi ya era de los mayores fabricantes de textil y confección en China antes de salir de compras. Con sede en Jining y trece parques industriales, la empresa se hizo en poco más de un año con el grupo francés SMCP, las británicas Aquascutum y Taylor&Lodge, y entró en el capital de Carloway Mill, uno de los pocos fabricantes de tweed Harris de Escocia. El año pasado, el grupo cerró la adquisición de Invista, el propietario de Lycra, y de Trinity, la filial de lujo de Fung Group, dueña de Kent&Curwen, Gieves&Hawkes o Cerruti 1881.

Selfridges Group

Este es el único grupo británico de grandes almacenes en firmar el pacto. La empresa parece ser también de los pocos retailers del país en dar esquinazo a la reestructuración de sus redes de retail. En su ejercicio 2017-2018 (finalizado el 8 de febrero de 2018), la empresa creció un 11,5%, hasta 1.750 millones de libras. Selfridges cuenta también con una estrategia en sostenibilidad en base a tres pilares: la protección de los océanos, la relación con sus proveedores, y el impacto que tienen en el medio.

Stella McCartney

En el ámbito del diseño de moda, Stella McCartney se ha convertido en una autoridad en el ámbito de la sostenibilidad. La diseñadora británica fue de las primeras en eliminar de sus colecciones la peletería y en investigar en el uso de materias primas sostenibles. Hace unas semanas, el gigante francés del lujo LVMH entró en el capital de la empresa como socio mayoritario después de que la diseñadora se hiciera de nuevo con el 100% de la compañía, que desde 2001 operaba mediante una joint venture con Kering. Con esta operación, LVMH retomaba su apuesta por la sostenibilidad después de la caída de la mara Edun.

Tapestry

Coach se convirtió en Tapestry en 2017 después de comprar Stuart Weitzman y Kate Spade. La compañía, con una cifra de negocio de cerca de 6.000 millones de dólares, también ha presentado este año su estrategia en sostenibilidad con una primera batería de objetivos a 2025. Entre estos retos se encuentra reducir en un 20% las emisiones de CO2, que el 90% de su piel proceda de curtidurías ecológicas y tener la trazabilidad del 95% de sus artículos, entre otros.

Zegna

 La compañía italiana es una de las sastrerías de mayor trayectoria, cuyos orígenes se remontan a 1910. La empresa, que sigue en manos de la familia fundadora, produce también líneas de trajes para hombre para terceros. El grupo concentra más de la mitad de su negocio en China y cerró 2018 con ventas de 1.160 millones de euros. Por el momento, los primeros pasos que ha dado la empresa en sostenibilidad se han centrado en introducir materiales de origen sostenible en sus colecciones.

Wanna Sneakers gana músculo: reabre en Tenerife su mayor tienda en España

Wanna Sneakers se hace fuerte en España. La cadena de moda y material deportivo, propiedad Base Detall, ha ampliado su establecimiento en Tenerife, el mayor que tiene en España. Tras la remodelación, el punto de venta cuenta ahora con una superficie comercial de 300 metros cuadrados.

La tienda, que se encuentra en el centro comercial El Trompo, ha incrementado el espacio dedicado a la ropa deportiva. Este punto de venta, además de comercializar prendas deportivas, cuenta también con calzado y complementos de marcas internacionales como Adidas, Nike o Reebok, entre otras.

A pesar de nacer como una cadena centrada en el calzado deportivo, con establecimientos en los que esta categoría de producto copaba el 70% del espacio, Wanna Sneakers está reorientando ahora su retail cediendo más espacio a la ropa.

El grupo Base Detall Sport tiene más de 300 tiendas distribuidas por España y cerró el ejercicio fiscal de 2018 con una facturación de 65,5 millones de euros. En la actualidad, la central de compras cuenta con una plantilla de 28 personas y un total de 91 asociados, cuatro menos que el año anterior. En los establecimientos de los asociados trabajan más de mil personas.

Ynap coloca a una ex Unilever al frente de su ‘joint venture’ con Alibaba en China

Ynap arma su joint venture con Alibaba. El grupo ha nombrado a Yating Wu como nueva consejera delegada de la alianza estratégica entre Yoox Net-a-porter y Alibaba un año después de su creación.

La ejecutiva se incorporó el pasado julio a la joint venture que lleva el nombre de Fengmao. Yating Wu, ex de Unilever, cuenta con una larga trayectoria en el grupo de bienes de consumo, ocupando varios cargos de responsabilidad como vicepresidenta digital y de ecommerce para el norte de Asia y directora general de Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur.

Richemont está buscando perfiles para más de quince empleos, como director de marketing, analista de datos y encargado de redes sociales, para esta alianza. Fengmao lanzará el 30 de septiembre las tiendas online de Net-a-Porter y Mr Porter la su plataforma Tmall Luxury Pavillion, parte del gigante chino.  

La joint venture fue creada como una alianza estratégica entre los dos gigantes y planea lanzar dos aplicaciones al mismo tiempo que dar infraestructura, plataformas de pago y logística para el mercado chino, según WWD.

EssilorLuxottica da entrada al fondo Third Point tras finalizar su fusión

EssilorLuxottica refuerza su accionariado. El fondo de capital riesgo estadounidense Third Point se ha hecho con una participación en la compañía de óptica, una vez se da ya por concluida su fusión y se ha puesto fin a la disputa en su cúpula, que ha enturbiado la fase final del proceso de integración de los dos grupos.

Third Point está aún en proceso de adquisición de las acciones, según fuentes cercanas a la operación citadas por Reuters. El grupo inversor se habría reunido con Leonardo Del Vecchio, fundador de Luxottica y actual consejero delegado de EssilorLuxottica y propietario de un tercio del capital del nuevo gigante.

Un de las últimas acciones que realizó el conglomerado de la óptica antes de vacaciones fue el cierre de la compra de la holandesa GranVision, con la adquisición del 76,72% de su capital. Este acuerdo se selló poco después de que la cúpula del grupo decidiera poner fin al conflicto por la toma de liderazgo.

La compañía ha cerrado los seis primeros meses de ejercicio con un crecimiento del 7,3% de su cifra de negocio, hasta 8.776 millones de euros. En paralelo, EssilorLuxottica ha elevado su beneficio un 36,5% en el periodo, hasta 725 millones de euros.

Los precios del textil aflojan el ritmo en julio con un incremento del 0,6%

Los precios del textil bajan una marcha. En julio, el Índice de Precios Industriales (Ipri) del textil subió un 0,6%, encadenando ya diecisiete meses en ascenso. Pese al alza, esta fue menor que la registrada el pasado junio, cuando la inflación subió al 0,8%, registrando la cota más alta desde septiembre de 2017.

En cambio, los precios de la confección continuaron cayendo, con otro retroceso del 0,5% en julio, el treceavo mes consecutivo a la baja. El descenso registrado en julio está en línea con las caídas de los dos meses anteriores, también del 0,5%, según los últimos datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La industria de la piel y el calzado, por su parte, se encareció un 0,6% en el séptimo mes del año, disminuyendo también una marcha respecto a junio, cuando los precios de este subsector se incrementaron un 0,7%.

La industria de la moda continuó siendo más inflacionista que la media española: en julio, el Ipri general retrocedió un 0,8% por segundo mes consecutivo, lastrado de nuevo por los precios de la energía, que retrocedieron un 3,2%.

Por grupos más concretos de actividad, los más deflacionistas fueron la confección de prendas de vestir, excepto peletería, que redujo sus precios en julio un 0,8% respecto al mismo mes del año anterior, y los acabados textiles, que los disminuyeron un 0,2%.

En sentido contrario, los subsectores más inflacionistas fueron la preparación e hilado de fibras textiles, con un incremento de los precios del 2,1%; la fabricación de tejidos textiles, con un alza del 2%, y la confección de prendas de punto, con una subida del 1,5%.

Por último, las categorías que registraron unos incrementos más moderados fueron la fabricación de calzado, con una inflación del 0,7%; la preparación, curtido y acabado del cuero, con un alza del 0,4%, y la fabricación de otros productos textiles, con un ascenso del 0,1%.

‘Fashion pact’: otra ‘to do list’ de los gigantes para un cambio ‘eco’ desde dentro

Nunca antes un sector industrial había estado tan comprometido con la sostenibilidad. En menos de un año, los grandes grupos del negocio de la moda y el lujo han sellado tres acuerdos de contenido similar. Liderados desde ámbitos dispares, con apoyos que también varían y con programas orientados en la misma línea, los gigantes del sector tratan de marcar el paso en materia de sostenibilidad antes de que sean los gobiernos u otros agentes sociales los que les definan las pautas.

En menos de un año, los principales líderes de las empresas de moda, lujo y de la industria textil se han sentado en tres mesas de trabajo diferentes. La primero de ellas fue el acuerdo global New Plastics Economy, promovido por la Fundación Ellen MacArthur y firmado por empresas como Burberry, L’Oréal, Stella McCartney, H&M o Inditex, junto con otros grupos de otros ámbitos industriales.

Con este acuerdo intersectorial, la moda, el lujo y la cosmética se comprometía también a eliminar los plásticos de un solo uso, trabajar para que el plástico que se use sea reutilizable, reciclable o convertible, y fomentar su circularidad.

En enero, los principales representantes de las grandes corporaciones del sector se dieron cita en la cumbre del Foro Económico Mundial en la localidad suiza de Davos para sellar la CEO Agenda.

Esta segunda to do list estuvo liderada por la Global Fashion Agenda y la firmaron grupos como Asos, Bestseller, H&M o Li&Fung, así como plataformas como la Sustainable Apparel Coalition (SAC), entre otros. En el documento, los firmantes se comprometían a avanzar en la trazabilidad en la cadena suministro, combatir el cambio climático, un uso eficiente del agua, la energía y los productos químicos, y un entorno laboral más respetuoso y seguro.

Ahora, más de una treintena de grandes actores han sellado el Fashion Pact, otra hoja de ruta para conducir al sector hacia la sostenibilidad, liderada en esta ocasión por el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, y el presidente y consejero delegado del hólding francés de lujo, Kering, François-Henri Pinault.

Macron hizo coincidir la presentación de este pacto con el encuentro del G7 en la localidad francesa de Biarritz. La nueva hoja de ruta, firmada también por Inditex, se basa en tres puntos: detener el cambio climático, restaurar la biodiversidad y proteger los océanos.

Dentro de cada una de estas áreas hay diferentes puntos de trabajo, desde alcanzar cero emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 a proteger ecosistemas o eliminación de plásticos de un solo uso. Algunas de las medidas concretas pasan por la extracción sostenible de materias primas y el uso de energías renovables, eliminar materias primas que exijan consumos intensivos de alto impacto o la erradicación de químicos tóxicos de la cadena.

Los gigantes del sector lideran este cambio por tres motivos: para que otros agentes sociales no los vuelvan a situar en el foco de sus reivindicaciones y críticas; para liderar las nuevas reglas del juego, y para avanzarse a los Gobiernos ante nuevas legislaciones más restrictivas sobre las prácticas industriales y comerciales tradicionales.

Uno de los grandes temores de los principales nombres del sector es volver a aparecer en el punto de mira de una ONG como Greenpeace. Con estas alianzas, los gigantes de la industria tratan de imponer su discurso basado en un crecimiento sostenible y responsable frente al movimiento activista que reivindica un nuevo sistema de decrecimiento.

Por el peso social y cultural propio de la moda, el sector está más expuesto a la crítica social que otras industrias con un impacto medioambiental y social similar o incluso más perjudicial, como la minería, la petroquímica, la alimentación o la industria turística. El pasado marzo, por ejemplo, durante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Kenia, se firmó la Alianza de las Naciones Unidas sobre la moda sostenible para presionar a los gobiernos en esta materia.

En segundo lugar, con estos pactos, son las grandes corporaciones de la moda las que marcan los tiempos y las pautas. Es decir, ¿quién determina el orden de las prioridades en materia de sostenibilidad?

Y en tercer lugar, la industria de la moda sigue el mismo camino que en su día trazaron sectores como el papel o el plástico frente a las Administraciones: estar a su lado en el momento de definir las normativas. El sector prevé ya un cambio en la legislación, quizás no específico para la moda, pero que tendrá gran incidencia en las cadenas de valor y en la distribución convencionales.

Viéndolas venir, con esta retahíla de pactos, los gigantes no sólo se escudan ante la crítica social, sino que trazar las directrices de lo que en el futuro será la sostenibilidad en la moda. En 2030 y 2050, las primeras fechas marcadas en el calendario, el sector y sus empresas sin duda serán mucho más sostenibles, pero a su manera.

‘Cerrado por vacaciones’: Borja Vázquez, ¿destino? Andalucía

¿Desconectan el teléfono? ¿Cuál es su destino ideal? ¿Dónde veranean los ejecutivos del sector? En agosto, la mayoría de los directivos del sector de la moda se despide de su plantilla temporalmente para pasar unos días de desconexión, ¿qué hacen en verano los líderes de la moda en España?

 

A excepción de la apertura de su primera tienda en Nueva York, Borja Vázquez, presidente de Scalpers, no interrumpiría sus vacaciones de verano. Andalucía es su destino principal, pasando por el Puerto de Santa María, Sotogrande o Tarifa mientras consume Nextflix y Movistar, de las que se confiesa “adicto”.

 

¿A dónde irá de vacaciones este año?

Como cada año, divido entre amigos y familia. Unos días a Formentera con amigos y después sur con la familia: Puerto de Santa María en Cádiz con algún salto a Marbella, Tarifa, Sotogrande…

¿Cuál es su destino ideal?

Uno que siempre ofrezca sol, playa, buena comida y gente divertida.

¿Apaga el móvil en vacaciones?

Jamás.

¿Qué libro, serie o música llevará en la maleta?

Soy adicto a las series, así que le daré fuerte a Netflix o Movistar. Libro, sin duda, Al final del Camino, o La paz de mi amigo Rafael Tarradas. Muy recomendable.

¿Con qué empresario se iría de vacaciones?

Con cualquiera divertido, que no hable de política y que tenga un buen barco.

Un viaje del que guarde el mejor recuerdo.

Un viaje al desierto durante mi luna de miel.

¿Cuál no recomendaría?

Cualquiera en el que no conozcas a algún “local” que te oriente previamente. No me gusta ir de “turista” a ningún sitio.

Un motivo profesional por el que interrumpiría sus vacaciones.

¿La apertura de nuestra primera tienda en Nueva York?

En vacaciones aprovecho para…

Desconectar, pasar tiempo con mis hijos, y organizar cenas con buenos amigos a los que veo poco durante el año.

¿Qué es lo primero que hace al volver?

Me encierro en el despacho con música y organizo la agenda de la semana.

Stradivarius, veinte años en manos de Inditex: la cadena que más crece desde 2000

De cien tiendas a más de mil. De setenta millones de euros en ventas a 1.500 millones. De siete países a todo el globo. Stradivarius pasó a manos de Inditex hace ahora diez años como una prometedora cadena catalana de moda femenina y hoy es el quinto mayor concepto del número uno mundial del sector. ¿Cómo? Al estilo Arteixo: gestión, internacionalización y muchos flagship stores, aunque también algún tropiezo.

Inditex compró el 90% Stradivarius a la familia Triquell el 12 de noviembre de 1999 por 18.019 millones de pesetas (poco más de 108 millones de euros). Entonces, el grupo justificó la adquisición por “su buen posicionamiento comercial y fuerte potencial de crecimiento”.

Era un movimiento defensivo y oportunista: Inditex llevaba años mirando de reojo a Stradivarius como uno de sus más peligrosos competidores en su segmento. De hecho, un año antes de la compra Inditex lanzó Bershka, dirigido al mismo tipo de público y que más adelante tuvo que reposicionar para que no compitieran entre ellas.

Stradivarius contaba entonces con cien tiendas en siete países en las que, explicaba Inditex en su memoria anual, “se ofrece ropa para mujer de entre quince y veinticinco años”. “La renovación constante de sus colecciones y la capacidad de leer los gustos de los clientes son la clave de su éxito”, defendía el gigante gallego.

Al año siguiente de la operación, Stradivarius aterrizó en tres nuevos mercados y comenzó a preparar la estructura para su conquista global con la adecuación de unas nuevas instalaciones y una plataforma logística en Sallent (Barcelona), a donde se trasladó finalmente en 2001 desde Sabadell.

En 2005, Inditex completó la adquisición del 100% del grupo por otros quince millones de euros. Al frente de la cadena se mantiene desde el principio Jordi Triquell, hijo del fundador de Stradivarius, Paco Triquell.

Cuando Inditex la compró, Stradivarius aportaba casi un 3% de las ventas globales del grupo. Nueve años después, era el 6%, proporción en la que se ha mantenido desde entonces. En esta década, Stradivarius ha sido, además, la cadena que más ha crecido del grupo y la que más ha incrementado su resultado bruto (ebit), aunque no la que más tiendas ha abierto.

La compañía es hoy 21 veces más grande que diez años atrás, con una facturación de 1.534 millones de euros, frente a los 72,5 millones de 2000. El ebit, por su parte, ha pasado de 6,2 millones en 2000 a 259 millones el año pasado. Inditex ha abierto en esta década 911 tiendas de Stradivarius, menos de las mil que ha puesto en marcha de Bershka o las 1.682 de Zara.

Sólo en tres de estos diez ejercicios Stradivarius ha crecido menos de un 10%: en 2013, cuando repuntó un 5%, en 2016, con un alza del 4% y en 2018, con otro crecimiento del 4%. En los últimos años, Inditex no se ha olvidado de Stradivarius.

En 2017, la empresa puso en marcha unas nuevas oficinas para los equipos de diseño y servicios centrales en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), y ese mismo año lanzó su primera línea para hombre, Stradivarius Man.

La gran apuesta para Stradivarius ha sido también una de las pequeñas manchas en el expediente de Inditex en los últimos años: apenas un año después de su lanzamiento, la empresa dio marcha atrás y echó el cierre a esta línea de negocio.

El Corte Inglés se refuerza en moda: ultima dos nuevas marcas para 2020

El Corte Inglés afianza su propuesta de moda. La presidenta de la compañía, Marta Álvarez, ha explicado esta mañana durante la junta anual de accionistas que la empresa ultima el lanzamiento de dos nuevas marcas de moda después de la puesta en marcha de Woman.

El grupo prevé el lanzamiento de las dos marcas para 2020. Una de ellas será Alik, una propuesta “contemporánea e innovadora”, según Álvarez, y la segunda, Another Love, “romántica y femenina”.

La nueva presidenta de El Corte Inglés ha explicado esta apuesta en el marco de la presentación de las grandes directrices del nuevo plan estratégico del grupo, que se centra en potenciar marcas propias, en la transformación digital y en el desarrollo de nuevos negocios y servicios.

En la primera junta de accionistas con Marta Álvarez como presidenta se han aprobado todos los puntos del día propuestos desde el consejo de administración, como la fusión de El Corte Inglés con Bricor, el informe de gestión, las cuentas del ejercicio de 2018 o la renovación de Manuel Pizarro como consejero.

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